Tecnologia

Las 'start-ups' catalanas impulsan el optimismo económico

Un fondo canadiense compra la empresa de movilidad eléctrica Reby por 100 millones de dólares

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Dos patinetes eléctricos de la marca Reby estacionados en una calle en Barcelona, en una imagen de archivo

BarcelonaEl 2021 fue un año de récords, en que el sector tecnológico rompió todos sus registros anteriores de financiación y operaciones, tanto globalmente como en Catalunya. Aun así, la industria digital no ha aparcado este momento dulce, que se alarga durante el primer semestre de este año con nuevas ampliaciones de capital y adquisiciones de start-ups locales por parte de competidores y fondos de capital riesgo extranjeros.

El último caso es el de la compañía de patinetes eléctricos Reby, fundada en Barcelona por el castellonense Pep Gómez. El presidente de la firma de movilidad sostenible –polémica en la capital catalana por sus topadas con el Ayuntamiento– ha vendido la empresa por 100 millones de dólares a la gestora canadiense House of Lithium, especializada en inversiones relacionadas con los vehículos eléctricos y que ya estaba dentro del capital de la start-up. De todas formas, tanto Gómez como el resto del equipo gestor continuarán ligados a la dirección de Reby y mantienen los planes de expansión.

En un comunicado enviado este miércoles, el emprendedor ha destacado que "las dos empresas se complementarán muy bien", porque la capacidad financiera y la experiencia en mercados de capitales de House of Lithium darán continuidad al crecimiento de Reby. La plataforma, que ahora también cuenta con bicicletas y motos además de los patinetes, ha insistido que ha firmado más de 18 acuerdos con administraciones públicas. El 2020, el último año con las cuentas publicadas en el Registro Mercantil, Reby facturó 8,3 millones de euros y logró unas ganancias de unos 750.000 euros. La firma asegura que el 2021 aumentó los ingresos hasta los 18 millones y anotó un ebitda de unos 3 millones. Gómez también fue el creador de la plataforma de planes de ocio Fever, que ya entró en la categoría de los unicornios (empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares).

"El año empezó bien y sigue yendo bien", destaca Miquel Martí, consejero delegado de la asociación de empresas digitales Tech Barcelona. En este sentido, recuerda que habitualmente los emprendedores que se venden los proyectos vuelven a crear nuevas compañías más adelante o a invertir en otras iniciativas, de forma que el ecosistema sale ganando. "Lo importante es que los centros de decisión sigan así", afirma. Además, Martí confía que la inercia de los récords del año pasado en cuanto a la financiación todavía impulsará las cifras durante el 2022.

En paralelo a la venta de Reby, este miércoles también se ha hecho pública una nueva operación de financiación para una start-up catalana. La inmobiliaria online Housfy ha conseguido 30 millones de euros en una ronda liderada por el fondo británico Frog Capital, en que también han participado la gestora A/O Proptech e inversores previos como el Banco Santander, Seaya Ventures o el ICF. Esta inyección de capital se destinará al desarrollo de la plataforma para mejorar la experiencia de usuario e integrar nuevos servicios, así como impulsar el negocio de la compañía en Portugal e Italia. En total, la proptech ha captado financiación por valor de 52 millones de euros. La empresa cuenta con 370 trabajadores y espera cerrar el año con una facturación de 43 millones de euros.

Wallbox triplica ingresos

Precisamente, uno de los unicornios catalanes, Wallbox, ha presentado este miércoles sus resultados del primer trimestre. La empresa de cargadores de coche eléctrico y gestión energética, que cotiza en la bolsa de Nueva York, casi ha triplicado los ingresos respecto al mismo trimestre del año pasado –28,3 millones de euros, un 192% más–. No obstante, la compañía continúa en números rojos, con un resultado operativo negativo de 19,4 millones y un ebitda (resultado antes de impuestos y amortizaciones) de -15,6 millones de euros, según ha explicado el director financiero de la compañía, Jordi Lainz.

A pesar de las pérdidas, la compañía continúa en crecimiento, y de enero a marzo vendió 51.000 cargadores, un 180% más. Wallbox, que este abril inauguró una nueva planta en la Zona franca, ha incorporado un centenar más de trabajadores y ha cerrado acuerdos con diferentes plataformas para servir sus cargadores.

Según el consejero delegado y cofundador de la empresa, Enric Asunción, en el primer trimestre "se han superado las expectativas". Al cierre del año, la empresa espera llegar a entre 175 y 205 millones de ingresos (entre el 145% y el 190% de crecimiento), y mantiene el objetivo de lograr el ebitda positivo el 2024 y el cash flow –flujo de caja– positivo el 2025. Asunción ha dicho que la causa de los resultados negativos es la expansión hacia nuevos mercados, un movimiento que "comienza a dar sus frutos".

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