Tecnología

Gemelos digitales de órganos, la próxima revolución médica de la supercomputación

El Mobile estrena un corazón virtual para probar tratamientos personalizados

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Una chica haciendo el prototipo de gemelo digital de su corazón, en el stand de la MECapital y BSC

BarcelonaLa tecnología está revolucionando todos los sectores económicos, pero la salud es uno de los más evidentes. La última innovación suma los avances en supercomputación, inteligencia artificial y salud y –con el objetivo final de minimizar la prueba y error en cuerpos humanos– es capaz de crear gemelos digitales de órganos humanos para investigar y ensayar tratamientos personalizados.

El Mobile World Congress (MWC) ha sido testigo de estos avances con un prototipo de gemelo digital del corazón, fruto de la alianza entre la MWCapital y el Barcelona Supercomputing Center (BSC), que, a partir de un simulador de cruce de datos de salud, basándose en el peso, la altura y la edad, crea un prototipo de "gemelo digital" del corazón. "La salud es de las aplicaciones más inmediatas que tendrá la supercomputación, pero no la única; los gemelos digitales se realizan también en el sector industrial, por ejemplo", asegura Eduard Martín, director de innovación de la MWCapital.

Lo que se puede ver en el MWC es tan sólo un prototipo base, en el que el escáner genera un corazón 3D que late a la velocidad de la pulsación de cada persona, y busca recrear así un laboratorio que capta datos básicos para replicar los órganos. Pero la clave es la "capacidad de personalización" que ofrece esta tecnología. El sistema también permite simular el estado del corazón en un futuro o ver cómo actúa si sufre estrés.

"El gemelo digital no es más que bits y bytes que existen de forma virtual, y se trabaja a escala de código", explica Alba Jené, coordinadora científica del departamento de ciencias de la vida del BSC. "La gran revolución es que tener un gemelo digital te permite aplicarle un tratamiento de forma científica y ver cómo responde este corazón sin tener que tocar el corazón real, porque tiene suficientes parámetros para ver cómo reaccionaría de verdad", explica.

Una chica haciendo su gemelo digital en el MWC

De hecho, estos gemelos digitales de corazón ya existen y se utilizan para investigar cardiopatías, pero el objetivo final a largo plazo es que se puedan crear gemelos digitales de todo el cuerpo humano, de modo que su personalización sea completa. "Aún estamos lejos de eso, de momento iremos teniendo trozos del cuerpo, pero el corazón ya es una realidad. También se hacen simulaciones de tumores personalizadas para ver las mutaciones que puede tener el paciente o incluso, desde la cóvida, hemos empezado a realizar epitelios pulmonares, pero el gemelo digital del corazón es el que está más avanzado", apunta la investigadora.

La supercomputación y la transferencia de datos

"Para hacer un gemelo digital es necesaria la supercomputación; la cantidad de datos a procesar es tan extensa que no se puede hacer ni con veinte ordenadores normales trabajando a la vez", remarca Jené. Este proyecto en concreto es posible gracias a ELEM Biotech, un spin-off del BSC especializado en la creación de poblaciones de humanos virtuales para predecir el resultado de terapias farmacológicas y dispositivos médicos.

El modelo base del corazón va mejorando a partir de que hay más personas y más datos accesibles. "Este modelo se ha realizado con supercomputación porque es extremadamente complejo y necesitas computación interconectada", dice Jené. Evidentemente, para llegar a ese nivel de cruce de datos tan sensibles como las genéticas o personales de cada usuario, se abre el debate de la transferencia de datos.

"Evidentemente, estos datos deben estar bien tratados y deben ser interoperables. Es importante que se trabaje con una base: por ejemplo, habría que diseñar cómo compartir los datos de cáncer en toda Europa para investigar ", explica la investigadora. "Generalmente, los pacientes siempre son muy generosos a la hora de ceder datos, pero el problema lo tenemos en la capa intermedia de gobernanza y burocracia", se queja Jené. "Hay que proteger, pero también poder compartir, porque sin transferencia de datos no podremos avanzar", dice la experta.

Sin ir más lejos, la semana pasada se inició el melón de la cesión de datos biométricos a raíz de la nueva moda de ceder la retina a cambio de criptomonedas. Ante esta situación, y también en el marco del MWC, la Autoridad Catalana de Protección de Datos (APDCAT) ha defendido "limitar" el uso de datos biométricos como las huellas y el iris de los ojos por los riesgos que comporta esta práctica, como la suplantación de identidad.

"Todo dato médico es sensible y es muy importante que se trate en entornos seguros, por eso nosotros siempre utilizamos datos anonimizados", ha asegurado Jené. En palabras de Eduard Martín, sin embargo, existe una diferencia sustancial respecto a la cesión del iris: "Nosotros obtenemos los datos de hospitales, que están protegidos por la Unión Europea; hay un problema de concienciación general con ello" , ha asegurado.

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