Trabajar más de 55 horas a la semana, el principal factor de muerte en el trabajo
Un tercio de los dos millones de muertes anuales son causadas por largas jornadas laborales
BarcelonaEn más de una ocasión ha sido noticia la muerte de un empleado por trabajar más de un día ininterrumpidamente. En algunos casos, incluso, se ha llegado a las 72 horas, como en el caso de un becario de solo 21 años que hacía prácticas en el Bank of America. Una larga investigación de cinco años llevada a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y publicada este viernes por las Naciones Unidas, confirma los efectos nocivos de hacer largas jornadas laborales.
El informe alerta de que trabajar más de 55 horas a la semana (11 horas al día de lunes a viernes) ya es considerado el principal factor de mortalidad en el trabajo y le pone cifras. De los casi dos millones de personas que mueren en el mundo por causas relacionadas con su puesto de trabajo al año, en un tercio (750.000) de los casos es por un exceso de horas.
El estudio, que está hecho con datos previos a la pandemia, concretamente coge datos desde el año 2000 hasta el 2016, analiza 19 factores de riesgo ocupacional, como son las ya mencionadas largas jornadas laborales, pero también la contaminación atmosférica y el ruido. La investigación concluye que la mayoría de muertes relacionadas con el trabajo son a causa de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Concretamente, las principales causas son enfermedad pulmonar obstructiva crónica (450.000 muertos), accidentes cerebrovasculars (400.000 víctimas), traumatismos (360.000) y cardiopatías isquémicas, que es el estrechamiento de las arterias coronarias (350.000 muertos).
China y India, al frente
El estudio también alerta de que las muertes relacionadas con el trabajo ligadas a cardiopatías han aumentado un 41% entre el 2000 y el 2016, mientras que las vinculadas a accidentes cerebrovasculars crecieron durante el mismo periodo un 19%.
Por países, China y India son los que concentran un número más elevado de muertes. Concretamente, suman un tercio del total, con más de 400.000 difuntos en cada país. También llaman la atención las cifras de Japón e Italia, que concentran 38.000 y 20.000 víctimas, respectivamente. En cuanto a España, supera las 9.000.
El informe no hace una estimación del impacto económico que tiene esta mortalidad. Aun así, sí que alerta que en el caso de enfermedades y traumatismos se “sobrecarga el sistema de salud, la productividad baja y puede tener un impacto catastrófico en los ingresos de los hogares”. Es por eso que la investigación sugiere que hace falta un acuerdo sobre los límites máximos saludables de tiempo de trabajo para prevenir las largas jornadas laborales y que se tendría que controlar mejor la ventilación y el uso de equipos de protección personal para reducir la exposición al aire contaminado.
Muertes evitables
“Estos casi dos millones de muertes prematuras son evitables”, ha dejado claro este viernes la directora del departamento de Medioambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, Maria Neira, que ha añadido que tanto el sector sanitario como el laboral tienen que asumir la responsabilidad de frenar este problema. El director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha tildado directamente de “chocante” ver cómo tantas personas mueren “directamente” debido a su trabajo. “Nuestro informe es un toque de atención a los países y las empresas para que mejoren y protejan la salud y la seguridad de los trabajadores cumpliendo con sus compromisos de proporcionar una cobertura universal de servicios de salud y seguridad en el trabajo”, ha dicho. Siguiendo la misma línea, el director general de la OIT, Guy Ryder, ha hecho un llamamiento para que gobiernos, empresarios y trabajadores tomen medidas para reducir la exposición a factores de riesgo en el puesto de trabajo.