Más volumen y nuevos negocios: Telefónica dibuja un ambicioso futuro
La compañía presentará un nuevo plan estratégico el próximo 4 de noviembre
MadridTelefónica tenía un plan estratégico hasta el 2026, pero el estruendo en la cúpula, marcado por el cambio de presidente este pasado enero —Marco Murtra tomó el relevo de José María Álvarez-Pallete–, ha hecho que el horizonte de esta hoja de ruta acabe antes de tiempo. Este próximo 4 de noviembre, la primera teleco del Estado celebrará su Capital Markets Day y presentará, junto con los resultados de los nueve primeros meses del año, las líneas maestras del nuevo rumbo que desea seguir.
En el nuevo plan estratégico, se prevé que tenga un papel clave la escala, es decir, el tamaño de la compañía, pero también la diversificación del negocio y el replanteamiento de los mercados en los que tiene presencia. Esto ya se ha evidenciado con el adiós en muchos países de América Latina, mientras sitúa el foco en Europa. Todo ello debe servirle para dibujar un futuro ambicioso, o como mínimo así es como pretende presentarlo, pero también para pasar página de dos años en los que el accionariado y la gobernanza de Telefónica han acaparado los titulares –ya sea por la entrada del grupo saudí STC; la del Estado 27 años, después de su privatización, o el aumento del peso de CriteriaCaixa.
Competir con EE.UU. y China
La teleco tiene entre ceja y ceja que la única forma de competir con los gigantes de Estados Unidos y de Asia es la consolidación. Es decir, crecer. De hecho, también lo defienden las dos principales asociaciones del sector a nivel europeo: la GSMA y Connect Europe.
El presidente de Telefónica, Marc Murtra, ha aprovechado todas sus intervenciones para reivindicarlo: "Necesitamos un mercado único de operadoras de telecomunicaciones en Europa", defendió durante la 40ª Reunión del Círculo de Economía. Para ello, unos y otros miran directamente hacia la Comisión Europea. La consolidación empresarial siempre ha estado bajo la atenta mirada del ejecutivo comunitario en cuanto a su impacto en la competencia, pero en un contexto de rearme europeo e impulso de la autonomía estratégica, Bruselas se ha comprometido a revisar las directrices que regulan las concentraciones empresariales.
Por el momento, el presidente de Telefónica ha logrado que algunas voces dentro del gobierno español abracen esta reivindicación, algo que no es menor si se tiene en cuenta que la SEPI, el brazo inversor del Estado, controla el 10% de la compañía. "Necesitamos dimensión", defendió el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, en un almuerzo informativo la semana pasada.
Una de las incertidumbres que sobrevuelan este anhelo es por donde se puede empezar a crecer. Las fusiones transfronterizas, con otros socios europeos, no parecen fáciles y el propio Murtra ha indicado que primero hay que mirar a los países. En este sentido, lleva tiempo corriendo el rumor de un posible interés de Telefónica en Vodafone España, ahora en manos del fondo británico Zegona, aunque el propio Murtra lo ha tildado "de especulación". En cualquier caso, también existen otras vías de crecimiento, que no tienen que ver con los competidores directos, entre actores con intereses diferentes.
De la tecnología a la ciberseguridad
Este crecimiento es visto por Telefónica como una condición sine qua non por invertir, sobre todo en el contexto actual. El objetivo del Viejo Continente de hacerse fuerte y dejar de depender de otras potencias es un filón para la compañía para diversificar su negocio. "Queremos invertir en defensa", anticipó Murtra en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. Pero la defensa es muy amplia y, en el caso de la teleco, el interés se sitúa en la tecnología y la ciberseguridad, sector en el que se prevé una lluvia de millones para un mercado que ahora está muy fragmentado.
Hay que tener en cuenta que las telecos europeas hace años que empezaron a verse empujadas a mirar hacia negocios más allá del de la telefonía. "Enseguida se vio que la competencia era Google o Apple, es decir, que lo importante no era el tubo por el que pasan los datos, sino los datos en sí. Estos gigantes obligan a los operadores a invertir mucho, pero no acaban beneficiándose de ello porque quien genera los ingresos son ellos", reflexionaba el profesor de economía de la Universidad de Barcelona Joan Calzada en una conversación con el AHORA.
Ante estos retos, Telefónica tiene claro que asumirá más riesgos, aunque controlados. "Queremos asumir más riesgos calculados. Esto significa tener más resiliencia para que, cuando se dé el caso de cosas que nos salgan mal, podamos enfocarnos en cómo se analiza, cómo se ejecuta, más que en los resultados", afirmó Murtra. Esto suele tener un impacto directo en los números.
La compañía ha reducido su deuda y Murtra ya ha dicho que aplicará "disciplina financiera de hierro", porque la salida de los mercados latinoamericanos le supone, entre otras cosas, una reducción de los ingresos. En cualquier caso, lo prevé compensar con el crecimiento en Europa, donde elementos como el contexto macroeconómico o la estabilidad de la moneda le juegan a favor.