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El Louvre deja entrar la moda en el museo para que dialogue con el arte

Bajo el título 'Louvre couture' la exposición que se inaugura este viernes presenta obras de Dior, Chanel y Balenciaga

Uno de los espectaculares trajes que se pueden ver en 'Louvre Couture' en París
24/01/2025
4 min
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París¿Tienen algo en común el arte sacro del siglo XI o los objetos decorativos del siglo XVIII con las creaciones de Versace o Dior? ¿Pueden convivir el arte y la historia con la alta costura? La respuesta es rotundamente sí. El Museo del Louvre ha inaugurado este viernes una exposición inédita,Louvre couture, que propone un diálogo entre los dos mundos, el del arte y el de la moda. Se podrá ver hasta el 21 de julio.

Otra de las piezas de la muestra de Louvre.

La exposición presenta creaciones de alta costura inspiradas en el arte de 45 diseñadores y casas de moda como Chanel, Balenciaga, Iris van Herpen, Yves Saint Laurent o Paco Rabanne. Los trajes que pueden verse forman parte de antiguas colecciones que los diseñadores presentaron sobre alguna pasarela y están expuestos en el área del Louvre que acoge los objetos de arte desde la Edad Media hasta el siglo XIX. "La exposición sirve para contextualizar la moda, para ponerla en perspectiva. Para demostrar hasta qué punto las artes decorativas pueden influir en la creación de la moda", explica Olivier Gabet, comisario de la exposición y director del departamento de objetos de arte del museo.

Una pieza de Iris van Herpen de la colección otoño-invierno 2018-2019.

Para Gabet, arte y moda tienen una conexión "muy potente", que a menudo pasa desapercibida cuando las colecciones se presentan en las pasarelas. Una de las creaciones que se exponen forma parte de la última colección de Gianni Versace presentada en 1997. Se trata de un elegantísimo vestido en malla dorada con prendas de oro bordadas en forma de cruz que está inspirado en el relicario bizantino de la Vera Cruz, que forma parte de la colección permanente del Louvre.

El traje de Versace que pertenece a la última colección del diseñador.

Vestido y relicario están expuestos por primera vez uno junto al otro. "El proceso creativo no es literal. Pero aquí se ve cómo los objetos de arte entran en el proceso creativo, sirven de inspiración para la moda", dice el comisario.

El último traje de Versace

Versace, un gran amante y coleccionista de arte, se inspiró en el relicario bizantino después de haber visitado una exposición en el Metropolitan Museum de Nueva York, a quien el museo parisino había prestado objetos de arte de la época bizantina . "Vi esa muestra y, meses después, la colección que presentó estaba inspirada precisamente en el arte bizantino", destaca el comisario de la exposición. Fue la última colección de Versace. Poco después fue asesinado a sangre fría en la puerta de su casa de Miami.

En el Louvre también se puede admirar una de las últimas creaciones firmadas por el diseñador de Chanel Karl Lagerfeld antes de morir, un conjunto de chaqueta y falda inspirado en un mueble, una cómoda del siglo XVIII. La chaqueta está bordada con colores –azul, dorado y blanco– y dibujos muy similares a la cómoda, mientras que la falda está hecha con plumas de avestruz. El parecido es evidente.

Lagerfeld, alemán afincado en Francia, visitaba a menudo el Louvre y conocía bien la cómoda. "En los archivos de Lagerfeld están los esbozos que él mismo hizo de la cómoda. Tenía una pasión especial por el siglo XVIII", explica Olivier Gabet. El diseñador murió de un cáncer en el 2019, pocas semanas después de presentar su colección. "Esta exposición es también un homenaje a estos diseñadores", afirma el comisario.

Tapices medievales

En la exposición temporal se descubre cómo los diseñadores también se han inspirado para sus creaciones en los dibujos de los tapices medievales. Es sorprendente descubrir cómo uno de los trajes creados por Jean-Charles de Castelbajac u otro de Karl Lagerfeld parecen haber salido de uno de los tapices de Las cazas de Maximiliano.

El traje de Jean-Charles de Castelbajac que parece inspirado en un tapiz.

A diferencia de otras muestras temporales,Louvre coutureno ocupa un espacio exclusivo sino que está integrada en el ala de las artes decorativas. "Apenas hemos tenido que desplazar o retirar ningún objeto –apunta Gabet–. Hacerlo habría sido una contradicción y no es lo que queríamos". Los maniquíes con los vestidos de alta costura se han situado entre las vitrinas donde se pueden ver piezas de arte sacro, objetos de arte y decoración de diferentes siglos, armas o mobiliario del siglo XVIII.

Público más variado

La sección de los objetos de arte es una de las partes de Louvre menos visitadas. Mientras que para admirar la Gioconda de Leonardo da Vinci, La libertad guiando al pueblo de Delacroix o Venus de Milo los visitantes deben buscar un agujero entre la masa de visitantes –o hacer cola en el caso de la Gioconda–, en las salas de artes decorativas el visitante puede encontrarse prácticamente solo. "No es el sitio más conocido ni más recorrido del Louvre", admite el responsable del departamento.

Un espectacular traje de John Galliano para la colección de Christian Dior 2005.

El museo espera que la exposición de la alta costura sirva para atraer a un público más variado, incluso a personas que no acostumbren a visitar museos. "El Louvre no necesita más visitantes, pero la moda es un sector que atrae a mucha gente, con un perfil diferente que el de nuestro visitante. Nos gustaría modificar su mirada, que también se interese por las artes decorativas", explica el comisario de Louvre couture. Al fin y al cabo, la moda también es un arte.

Saturado de visitantes y con averías sin resolver: el Louvre lanza un SOS

El Louvre, con 8,7 millones de visitantes al año, es el museo más visitado del mundo, pero podría morir de éxito si no se invierte en él para mejorar sus instalaciones. La directora del museo, Laurence des Cars, ha lanzado un SOS al gobierno francés en una nota pretendidamente confidencial en la que denunciaba las lamentables condiciones de los edificios, que fueron un palacio real antes de convertirse en museo.

Según la directora, el museo acoge a demasiados visitantes a la vez –es especialmente difícil ver la Gioconda , que podría cambiar pronto de sala–, hay humedades y problemas de temperatura que pueden afectar a las obras, y las averías sin resolver "se multiplican". Los edificios "están alcanzando un nivel de obsolescencia inquietante", afirma Des Cars en el documento enviado a la ministra de Cultura, Rachida Dati, y filtrado por el diario Le Parisien .

Su queja ha tenido una respuesta inmediata: el presidente de la República, Emmanuel Macron, visitará el próximo martes el Louvre para anunciar nuevas inversiones en el museo.

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