Estilo

Esta Navidad olvídate de la báscula

Médicos y especialistas alertan de que pesarse no nos dará información fiable sobre nuestro estado de salud

Una persona pesándose en una báscula
4 min

BarcelonaEmpecemos con la obviedad: vivimos en una sociedad que mira la báscula con demasiada intensidad. Ahogados por las presiones estéticas, especialmente las que reciben las mujeres por tierra, mar y aire, nos hemos acostumbrado a que los kilogramos que completan nuestro cuerpo sean un dato que nos parece importantísimo. Dejando aparte posibles problemas de salud, que, a fin de cuentas, siempre es lo más importante, uno debe ser consciente de que lo que diga la báscula nunca es definitivo. Quizás suene a tópico, pero el número que aparece realmente sólo es un número. Y esto es porque, por ejemplo, nuestros músculos pesan, y mucho, y mientras hacemos deporte estamos ganando y, por tanto, estamos sumando peso, de ahí que no acabe de ser un indicativo válido sobre nuestro estado físico real . Por tanto, que la balanza suba no debe ser forzosamente una noticia negativa, como se piensa popularmente, y es posible que no tenga ningún tipo de mala repercusión para nuestra salud. "Ganamos kilos, pero ¿de qué son esos kilos? Podemos estar ganando músculo, y eso siempre es positivo", explica David Benaiges, jefe de sección del servicio de endocrinología y nutrición del Hospital del Mar y jefe del servicio de endocrinología y nutrición del Consorcio Sanitario Alt Penedès-Garraf.

La dieta, un hábito antiguo

Aunque conceptos como la dieta han estado presentes desde la época de la Antigua Grecia –de hecho, la palabradiatíaes griega y significa "un régimen de salud de por vida"–, la obsesión por pesar menos se acentuó en el siglo XIX. Empezando, claro, por las clases acomodadas: basta con recordar la obsesión de Lord Byron por adelgazar –está registrado que llegó a perder 32 kilos– o la afición por bajar de peso durante la época victoriana. En el siglo XX esto ya se trasladó a todos los estamentos de la población, algo que todavía se pondría de manifiesto con la comercialización de las básculas domésticas, analógicas primero y electrónicas después, que se han instalado con naturalidad en los baños de las casas particulares. Hoy en día, el control del peso es una rutina prácticamente diaria para mucha gente. Y esto es un error. "Hemos puesto el peso en el centro, cuando no debería ser así. Cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad, nuestro objetivo no debería ser únicamente reducir peso, sino centrarnos en aspectos más importantes como la salud y calidad de vida de esa persona", asegura el doctor Benaiges.

En los gimnasios y centros de entrenamiento hay un buen número de clientes que se acercan buscando una fórmula mágica para intentar perder kilos. Un gran error. "El peso final debe resultarnos indiferente. Podemos pesar más o menos, y eso no será un indicativo de si estamos en forma o no", explica Sergi Tintoré, licenciado en ciencias de la actividad física y el deporte y entrenador personal . Según asegura el especialista, la cifra que aparece en la balanza es una consecuencia, pero aquí lo importante es "cuando pesa nuestro músculo, el porcentaje de grasa corporal que tenemos o qué valor de grasa visceral tenemos". En este sentido, Tintoré recomienda no tener una báscula de uso corriente que te mide los kilogramos en casa, sino una bioimpedancia, que es la que nos puede aportar toda la información real para saber en qué punto real estamos. Consultadas algunas básculas de este estilo, que se pueden encontrar fácilmente en comercios electrónicos, suelen estar en torno a los 100 euros de precio. Respecto a los centros médicos, cada vez se están incorporando más métodos para medir los diferentes compartimentos, técnicas de composición corporal, como la densitometría o la ecografía, que sirven para determinar mejor nuestro estado.

Cambio de chip

En Canadá, que es donde están las guías más avanzadas del mundo en cuanto al tratamiento de la obesidad, están planteando dejar de considerar el peso como único objetivo para tratar la enfermedad. La meta del tratamiento no es que los pacientes bajen un número determinado kilogramos, sino mejorar su salud: que puedan jugar con sus hijos o nietos sin cansarse, que sus problemas articulares estén mejor controlados, que pueda subir unas escaleras sin problemas... Por tanto, cambiar el abordaje del problema. "Cuando hacemos esto mejoramos también la posible frustración de cuando un paciente quiere reducir peso y no lo consigue aunque haya cambiado los hábitos", dice el doctor Benaiges, quien a menudo se encuentra con pacientes que llegan a la consulta encontrándose mejor, haciendo ejercicio, llevando una alimentación más saludable, habiendo mejorado parámetros de la analítica y que están haciendo cosas que antes no podían hacer pero que quizás sólo han bajado dos kilos, un hecho que crea una frustración en el paciente que, a medio plazo, puede hacer abandonar. Todo esto cuando el paciente, y su salud, se está beneficiando del tratamiento.

Resumiendo, ahora que se avecinan fechas en las que la báscula volverá a tener presencia en nuestros pensamientos: los especialistas avisan de que el objetivo final siempre debe ser tener una buena salud y seguir unos hábitos saludables con respecto a la actividad física y la alimentación. Es decir, una composición corporal adecuada, que implique tener un contenido normal de grasa y masa muscular a tono. Y toda esta información no te la dará la cifra que, desgraciadamente, puede atormentarnos las fiestas.

Hábitos saludables todo el año

Con Navidad llegan días de excesos, de grandes comidas grasas y calóricas, y complementados con altas dosis de azúcares. Seguramente es inevitable cometerlos, pero el doctor Benaiges cree que el objetivo debe ser "mantener unos hábitos saludables durante todo el año, que es la clave del éxito por ser personas sanas". Según explica el endocrinólogo, el problema llega cuando estos excesos se van repitiendo demasiado a menudo siguiendo fechas señaladas: "No podemos pasar todo el año haciendo excesos y buscando excusas para hacerlos, esto hace que, globalmente, no tengamos hábitos saludables , y después nos pasamos todo el año buscando compensar y frustrados por tener que vigilar con la comida".

Del mismo modo, Sergi Tintoré, que prefiere no hacer ninguna prohibición a sus clientes, pide venir con los deberes hechos: "Son pocos días, y si estamos en una buena línea de trabajo no nos costará volver". Aún así, el entrenador personal apuesta por la introducción de "10 minutitos de rutinas diarias" que sean realistas y que nos ayudarán a no desconectar de nuestra actividad física diaria. Tintoré recomienda combinar ejercicios de fuerza y ​​cardiovasculares, lo que nos permite tener el metabolismo acelerado y ser más eficientes a la hora de perder calorías y no perder la tonificación del músculo, que mantenga el tono y no nos cueste el estribillo. En su cuenta de Instagram (@sergitintore.ep) puede encontrar un ejemplo de rutina con un calendario de Adviento que combina estos dos tipos de ejercicios con la idea de que se vaya haciendo durante las vacaciones.

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