Botiquín cultural

En Viena muchos turistas prefieren las cloacas

Las galerías del sistema de alcantarillado de Viena durante la "3. Mann Tour"
01/08/2025
Periodista
2 min

BarcelonaSeguro que conoce a alguien a quien le gusta tanto un filme que le condiciona la vida. Ocurre con los fans de La guerra de las galaxias, por ejemplo.

Siempre me ha llamado la atención los que forman parte del club de seguidores deEl tercer hombre. El mero hecho de que todavía haya tanta gente que se obsesiona por un filme en blanco y negro de 1949 no deja de ser una pequeña victoria. Y, seamos sinceros... tiene todo el sentido, ¿verdad? Es un pedazo de film.

Seguramente lo ha visto. De lo contrario, no haremos spoilers. Al término de la Segunda Guerra Mundial, un escritor llega a Viena, donde descubre que su mejor amigo, Harry Lime, ha fallecido en un extraño accidente. La ciudad está ocupada por las cuatro potencias aliadas, con áreas controladas por los soviéticos, británicos, franceses y estadounidenses. Algunos edificios siguen en ruinas, las calles están llenas de soldados y buena parte de la población sufre hambre. Así que ha nacido un mercado negro entre las distintas zonas de la ciudad. Un mundo por el que se mueve Lime, interpretado por Orson Welles, que también ayudó a Graham Green con el guión del filme.

Es un film negro excelente que nos muestra una Viena derrotada, gris y pobre. Gracia este contraste: miles de personas visitan la capital austríaca buscando los palacios imperiales y el rastro de Sissí. Otros acuden a los museos para ver cuadros de Klimt, Schiele y Munch. Algunos se desplazan por su arquitectura, por los filósofos o escritores. Suele ser una ciudad de arte, viva. Pero los admiradores deEl tercer hombre piden bajar a las cloacas. Hace gracia ese contraste. Algunos aterrizan en Viena pensando en sus palacios y otros quieren bajar al subsuelo, porque ahí se rodó una famosa escena con una persecución grabada de forma magistral, jugando con las sombras.

Los fanáticos de las desventuras amorosas de la emperatriz Sissí y los admiradores de Orson Welles no se encontrarán bajo tierra, pero sí bien arriba. emperadores asesinados, jóvenes pintores destinados a cometer genocidios, guerras y repúblicas. Pero sigue girando sobre una ciudad fascinante, porque no la puedes clasificar con una única etiqueta.El tercer hombre te lleva a tiempos oscuros, pero también a barrios menos visitados como aquel en el que hay un museo dedicado al filme, en la calle Pressgasse, con pósters, objetos y, siempre de fondo, la obstinada música de cítara, escrita e interpretada por Anton Karas. Terminas con la musiquita en la cabeza un montón de días, si vas. Y con esta tonada, podéis ir al cine Burgkino, donde todavía cada semana proyectan el filme tres veces.

Recomendación para viajar a Viena

Film: El tercer hombre

Autor: Carol Reed

Año: 1949

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