Miles de mujeres salen a la calle en contra de la ofensiva machista

La manifestación del 8-M en Barcelona demuestra la fuerza del feminismo como movimiento social

Manifestación en Barcelona por el 8-M.

BarcelonaOtro 8-M masivo. Miles de mujeres han vuelto a salir a las calles de mig Catalunya ya llenar el centro de Barcelona para hacer frente a la ofensiva ultraderechista que intenta frenar en seco cualquier avance del movimiento feminista y de la igualdad. “Vuelve a tu corral, Abascal”, coreaban un grupo de mujeres, que ponían en su diana al líder ultra de Vox, uno de los altavoces en España de la ola global ultramontana. Sin referirse a ninguno de los portavoces de estos movimientos involucionistas, la consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, ha afirmado que hoy el feminismo es “la fuerza más transformadora, la garantía de la democracia, de los derechos humanos, de tener vidas dignas y de la justicia social”. Pese al efecto el viernes, a las puertas del fin de semana, 40.000 personas acudieron a la manifestación de la capital catalana, según las cifras de la Guardia Urbana, y se igualaron las del año pasado.

De nuevo Cataluña se mantiene al margen de la división al feminismo en este Día Internacional de las Mujeres, a pesar de la diversidad de orígenes, viajes vitales, luchas y sensibilidades respecto a cuestiones como la prostitución, la ley del sólo sí es sí y la ley trans. En ciudades como Madrid o Sevilla, por ejemplo, hace ya tres años que el movimiento se manifiesta por separado, sobre todo a raíz de la brecha abierta por la norma que mujer a las personas trans derechos y reconocimiento sin pasar por la consulta del psiquiatra. Las únicas que se han descolgado de la convocatoria unitaria son las Feministas de Catalunya, muy críticas con que las mujeres trans sean tratadas como mujeres.

Participantes en la manifestación del 8M en Barcelona.

Por eso, la consellera se ha felicitado por la unidad y ha presentado el feminismo como la casa común de todo el mundo que defiende los derechos humanos. Y ha advertido que el derecho al propio cuerpo es "lo más básico de todos", porque blindándolo con leyes a favor del aborto y de una sexualidad libre se establece una vacuna contra el control que los ultras quieren ejercer por someter a las mujeres. Éste ha sido el espíritu de la convocatoria de la Asamblea 8-M, que reúne a varias entidades de mujeres, que en su manifiesto Mujeres, lesbianas y trans. Juntas contra las precariedades, las fronteras y los genocidios ha hecho referencia a las desigualdades y luchas de colectivos amenazados por el sistema "patriarcal" o por los "gobiernos totalitarios y misóginos".

El presente y el futuro

"Juntas, con la llama incombustible de los feminismos, somos imparables", termina el texto de esta convocatoria, que ha tenido un recuerdo para las víctimas palestinas. Es un buen ejemplo de la variedad del movimiento que por la misma calle han desfilado trabajadoras sexuales y abolicionistas de la prostitución, algo que en Madrid también ha resquebrajado el movimiento y la izquierda política.

“Somos la fuerza del presente y del futuro y no podrán con nosotros”, gritaban dos adolescentes con pancartas y símbolos feministas pintados en la cara. Éste es el primer 8-M posterior al Se acabó, para exigir el fin de las violencias machistas, que se activó a raíz del beso forzado de Luis Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso. "Se acaba la presión hacia las mujeres, pero eso acaba de empezar", proclama una veterana feminista que ve, "emocionada", como chicas y algún chico postadolescentes se han unido a la manifestación.

La manifestación del 8-M en Barcelona.
La manifestación del 8-M en Barcelona.

Este también es el 8-M que sirve de respuesta a la ola neoconservadora que recorre el mundo desde Argentina de Milei hasta Hungría de Orbán, pasando por los gobiernos de coalición del PP y Vox, que están impulsando leyes por retroceder en derechos de las mujeres. El discurso negacionista de la violencia machista, o que defiende que el feminismo está llegando tan lejos que amenaza a los hombres, se está haciendo fuerte sobre todo entre los más jóvenes. Hoy las feministas han salido con ganas de demostrar que, amortiguada la fuerza del Proceso, hoy por hoy son el movimiento político más transversal, diverso y multitudinario.

Juan Casas, de 52 años, se manifestaba con su mujer y una hija adolescente, y se lamenta del retrato que ofrecen las últimas encuestas del CEO sobre cómo el machismo extendido por políticos y sobre todo por influencers ha calado entre los más jóvenes. "No les hemos educado así, porque ahora se sientan discriminados por las políticas de igualdad", afirma. Irene López tiene 15 años y éste es su segundo 8-M. Ha venido con su tía, Noelia Quiñones, de 45. Cuentan que comparten militancia feminista, y se exclaman con el machismo entre los más jóvenes. “En mi clase los chicos van de machitos, pero es por la presión social del grupo”, explica López.

En la manifestación hay una sección para mujeres migrantes que reclaman "inclusión" al feminismo blanco para que tenga en cuenta las reivindicaciones y preocupaciones del colectivo. "A menudo nuestros gritos no son recogidos por las feministas blancas porque no se entienden", explica la chilena Marina Garcia, miembro de Mujeres Pa'lante. Aparte de la manifestación, también había convocada una huelga de cuidados. En la manifestación existe una sección para mujeres migrantes que reclaman “inclusión” al feminismo blanco para que tenga en cuenta las reivindicaciones y preocupaciones del colectivo. "A menudo nuestros gritos no son recogidos por las feministas blancas porque no se entienden", explica la chilena Marina Garcia, miembro de Mujeres Pa'lante. El mismo reproche se sentía entre las mujeres con discapacidad: "Nos sentimos fantasmas y somos invisibles para la sociedad y muchas veces para el feminismo", se lamenta Bel Bravo. Las Madres en la Diversidad Funcional, con hijos o hermanos con discapacidad, han ocupado la sede del Institut Català de les Dones. "El amor no paga facturas ni cotiza", han gritado hasta que ha aparecido Virgen para atenderlas.

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