Las mujeres ganan la partida en Wimbledon: se pone fin a 146 años de un código de vestimenta sexista
El torneo de tenis más antiguo del mundo cambia por primera vez la normativa para que las mujeres puedan llevar pantalones oscuros bajo la falda
BarcelonaWimbledon nunca fue un terreno fácil. Cada año 256 tenistas -128 hombres y 128 mujeres- demuestran las más altas capacidades físicas y técnicas, que han estado entrenando durante meses. Pero más allá de la gloria deportiva, también se juegan en la pista otras competiciones. Y es que el prestigio de Wimbledon se sostiene, en gran parte, por los artificios de la vestimenta y el protocolo que deben seguir invitados y jugadores. Ésta también ha sido una de las partidas más importantes que se han jugado en las últimas dos semanas en el torneo de tenis más antiguo del mundo, donde el inmovilismo es celebrado por todos. Pero este año el césped del Central Court se ha despeinado: por primera vez en su historia, Wimbledon ha permitido que las mujeres llevaran pantalones que no fueran blancos bajo la falda.
Esta adaptación al siglo XXI llega después de que diferentes tenistas mujeres reclamaran ponerse prendas inferiores de color oscuro los días que tienen la regla. La directora ejecutiva del All England Club –el recinto donde se juega el torneo de Wimbledon–, Sally Bolton, dijo que espera que la nueva normativa "ayude a las jugadoras a concentrarse únicamente en su rendimiento y las libere de posibles preocupaciones". Ahora bien, el pantalón nunca puede sobrepasar la longitud de la falda que deben llevar las jugadoras. Aunque el cambio de normativa está lejos de la irreverencia, ésta es la primera modificación en el código de vestimenta del Grand Slam de Londres en los últimos 146 años.
Y es que si por algo son conocidos los británicos es por su pretensión de ser distintos. La distinción les gusta. Por eso son los únicos que siguen refiriéndose a los tenistas como Miss o Mrs durante el juego, sólo se les llama por el apellido, tienen las únicas pistas de hierba del Grand Slam y los jugadores, hasta ahora, estaban obligados a vestir de all-white. El autor del libro Social history of tenis, Robert Lake, explicó a la BBC que la elección del color de la pulcritud era porque "esconde mejor las marcas de sudor, es limpio, estiliza, tiene connotaciones divinas e históricamente representa a la clase alta".
Pero la implicación que tiene esta simbología en el cuerpo de la mujer alcanza una dimensión que va mucho más allá de la apariencia. El torneo de Wimbledon se fundó en plena época victoriana, concretamente en 1877, cuando la moda empujaba a encorsetar y remarcar la figura femenina. Se esperaba que las mujeres fueran de aspecto frágil, tuvieran el hogar como centro de su vida y la modestia como bandera. Por suerte, los cánones estéticos y morales han ido cambiando y se abren pequeñas rendijas para que nuevas normativas entren en todos los terrenos de juego.