Nemo critica a Eurovisión tras su victoria: "He tenido que entrar la bandera de mi género no binario a escondidas"

BarcelonaEl triunfo de Nemo en Eurovisión habría sido un momento de celebración y euforia, pero para quien representó a Suiza fue una ocasión para poner sobre la mesa las carencias sobre la libertad de expresión del concurso. Aunque Eurovisión es símbolo de la liberación sexual y la diversidad, Nemo ha encontrado los límites de esta máxima. El intérprete de The code explicó en la rueda de prensa posterior que tuvo que entrar a escondidas en el concurso la bandera del género no binario, con el que se identifica, después de que la organización le dijera que no podía enseñarla.

Hace apenas diez años la cantante Conchita Wurst obtuvo la primera posición del concurso pese a las reticencias que generó en algunos países el hecho de que se dejara concursar una drag queen. Este año se ha vuelto a repetir una historia similar. Si bien en la edición del 2024 –con todas las miradas puestas en la participación de Israel y el veto al concursante de los Países Bajos– la participación de Nemo no ha generado nada de jaleo, Eurovisión vetó la bandera de las personas identifican con el género no binario.

Pese a la prohibición, Nemo llevó dos banderas durante la ceremonia de apertura del festival, conocida como la Flag Parade: la de su país, Suiza, como viene siendo habitual en la representación nacional de cada concursante, y la amarilla, blanca, lila y negra, con los colores que representan el género no-binario. "He tenido que colar mi bandera del género no binario porque Eurovisión me ha dicho que no podía sacarla. Aun así, yo me la he llevado y espero que otras personas también lo hagan", dijo en la rueda posterior al triunfo en la final.

La bandera del género no binario no fue el único símbolo de artista de Suiza en Eurovisión. Su canción, The code, es un relato personal de su experiencia con la identidad de género y el proceso de autodescubrimiento hasta darse cuenta de que es una persona no binaria. La propuesta de Nemo, que combina influencias del hip-hop con elementos de la música clásica como La flauta mágica, fue abrazada por muchos de los espectadores y fans del festival.

Más problemas con banderas

El conflicto que ha desvelado Nemo no es el único que ha tenido Eurovisión vinculado a una bandera. El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, se quedó asombrado de que el festival tampoco dejara pasar banderas de la Unión Europea. "Eurovisión es, en primer lugar, una celebración del espíritu europeo, de nuestra diversidad y talento. La bandera de la UE es un símbolo de ello. A menos de un mes por las elecciones europeas no debería haber -ningún obstáculo, grande o pequeño, para celebrar la unidad de todos los europeos", es el texto que difundió Schinas en X el mismo día de la celebración del festival.

El texto hacía referencia al tuit publicado por el asesor del Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), el moldavo Dorin Frasineanu. En el mensaje, que acumula más de 3,4 millones de retuits, Frasineanu explicaba que los agentes de seguridad le habían prohibido la bandera europea por considerarse como un elemento "político" que "no estaba permitido". Eurovisión se escuda en que siempre han defendido que es evento no político y que no se pueden lucir elementos que supongan ningún tipo de reivindicación.