El retorno de los talibanes

Al menos 60 muertos en un doble atentado a la entrada del aeropuerto de Kabul

Un terrorista ha hecho estallar una bomba cerca de uno de los accesos, donde miles de personas esperan ser evacuadas

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Dos mujeres heridas por el atentado contra el aeropuerto de Kabul, llegan al hospital para ser atendidas.

LondresAl menos 60 personas han muerto y 140 han resultado heridas este mediodía en un doble atentado, el primero de los cuales suicida, que ha tenido lugar en uno de los accesos al aeropuerto de Kabul, donde miles de personas siguen esperando poder acceder para embarcarse en un vuelo de evacuación para huir del país, bajo control de los talibanes desde el 15 de agosto. La confirmación la ha hecho a la oficina de la BBC de Nueva Delhi un funcionario de Sanidad del régimen talibán. Hace muy pocos minutos ha llegado la confirmación de la autoría del atentado a través de un tuit de ISIS y de un mensaje en su canal de Telegram. Un terrorista aparece en la imagen llevando lo que parece un chaleco explosivo. Los terroristas identifican al autor material del ataque.

Entre los muertos hay, según que también ha confirmado el Pentágono, doce soldados norteamericanos. Son las primeras muertes de tropas de los Estados Unidos en los últimos dieciocho meses, desde que el acuerdo de paz entre los talibanes y la administración de Donald Trump se firmó en Doha, en febrero del año pasado. Quince militares más norteamericanos resultaron heridos.

Un portavoz de los talibanes ha condenado los atentados en un tuit. "El emirato islámico condena firmemente los ataques contra civiles en el aeropuerto de Kabul", ha dicho Zabihullah Mujahid, que ha añadido que las dos explosiones "han tenido lugar en una zona donde las fuerzas norteamericanas son responsables de la seguridad". Por su parte, Suhail Shaheen, otro portavoz talibán, ha asegurado que el grupo "presta mucha atención a la seguridad y la protección de su gente".

El ministerio de Defensa español ha informado de que no ha habido ni bajas ni heridos entre los soldados y diplomáticos que todavía están trabajando en Kabul en la operación de evacuación. De hecho, esta tarde un avión de las fuerzas españolas se ha elevado hacia Dubái, con destino final en Torrejón de Ardoz, con 140 personas -afganos colaboradores con España y otros países europeos y sus familias.

Según la ONG Emergency, que tiene un hospital en la capital afgana, han recibido a sesenta víctimas del atentado, seis de las cuales ya han llegado sin vida.

El terrorista suicida ha hecho estallar el primer artefacto cerca de Abbey Gate, uno de los dos accesos del aeropuerto todavía abiertos y controlado por los norteamericanos. Con posterioridad, y después de una serie de disparos, fruto quizás de la confusión generada, lo que con toda probabilidad parece un coche bomba ha sido detonado muy cerca del Hotel Baron, donde los británicos procesaban las solicitudes de evacuación de sus colaboradores, y que está no muy lejos del mencionado Abbey Gate.

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Antes de la confirmación de la autoría del atentado, las agencias de inteligencia occidentales ya han apuntado que detrás etá el grupo ISIS K, la filial afgana del Estado Islámico establecida en la provincia de Khorasan. ISIS K es activa especialmente en el sur del Asia y en Asia Central y tiene como base de operaciones la provincia de Kandahar, en el sudeste de Afganistán. El año pasado cometió una veintena de atentados en Kabul y en 2019 al menos dieciocho. Los especialistas indican que se nutre de los talibanes más radicales, que consideran que la paz hecha con los norteamericanos en febrero de 2020 es humillante. Kabul, de hecho, tiene un registro muy dramático de sus acciones, con ataques directos contra hospitales, ametrallando enfermos en las camas, escuelas e incluso atentando en bodas y funerales.

Advertencia

El doble atentado ha hecho buena la advertencia que el miércoles a última hora Washington, Londres y Canberra emitieron sobre una amenaza del Estado Islámico, grupo rival de los talibanes, al mismo tiempo que aconsejaban a sus ciudadanos y a aquellos afganos con permiso para salir del país que no se trasladaran al aeropuerto por el riesgo creciente de ataques. El mismo consejo ha emitido poco después del ataque de hoy el embajador francés.

Pero el hecho de que los Estados Unidos hayan fijado la fecha del 31 de agosto para acabar de retirar a su personal militar del país hace que la evacuación efectiva tenga por delante poco más de veinticuatro horas, y aquellos que se consideran amenazados por el nuevo régimen islamista intentan por todos los medios abandonar Afganistán. Adentro del país pueden correr tanto o más riesgo que en las colas para entrar en el aeropuerto y mucha gente que se siente amenazada ha hecho caso omiso de las advertencias ante un atentado.

El ataque, en todo caso, también confirma la desorganización de la retirada, pactada por Donald Trump en febrero de 2020 y a la que Joe Biden se han querido mantener fiel.

Urgencia

La urgencia y la peligrosidad de la situación la habían puesto de manifiesto este jueves a mediodía, antes de que se produjera el atentado, el primer ministro británico, Boris Johnson, que en declaraciones a diferentes medios de comunicación ha asegurado que el tiempo que quedaba para sacar a refugiados de Kabul era "bastante corto".

El premier ha dicho que la "inmensa mayoría" de las personas elegibles para ser evacuadas en cuanto que cooperadoras del Reino Unido durante la ocupación de dos décadas ya habían salido del país, y que su gobierno hacía "todo lo posible para conseguir que todo el mundo" saliera antes de la línea roja establecida por el nuevo régimen islamista radical. Según datos facilitados por el ministerio de Asuntos Extranjeros británico, 1.988 personas han abandonado Kabul en ocho vuelos de la RAF que se han elevado en las últimas 24 horas y hay previstos once más a lo largo del día de hoy.

Johnson ha subrayado también que, a pesar de que la "part del león" de la operación ya se había llevado a cabo, más allá del 31 de agosto "habrá personas que todavía necesitarán ayuda". "Esta es la primera fase –ha continuado–. E incluso más allá de la fecha tope de los Estados Unidos, esperamos poder decir a la gente que [todavía] podéis salir". Una posibilidad que quedará, con todo, en manos de los talibanes y de la posible presión que pueda hacer una comunidad internacional en plena retirada.

Aún así, Johnson ha vuelto a recordar que uno de los puntos clave acordados en la reunión del G-7 celebrada el martes era que "los talibanes tienen que entender que si quieren contar con la ayuda en el desarrollo, si quieren que se desbloqueen miles de millones de fondos, tienen que tener una relación diplomática y política con el mundo exterior, y tienen que abrir un paso seguro para aquellos que quieran salir" del país. Johnson, de hecho, lo ha puesto como condición previa para comprometerse más allá.

España, en la "fase final" de la evacuación

A su vez, España también se encuentra en la "fase final" de la evacuación, indican fuentes gubernamentales a Europa Press. Oficialmente, el ministerio de Defensa no quiere confirmar que este viernes sea el último día que las fuerzas armadas trabajarán para trasladar a afganos hacia el Estado, tal como publica El País. En Afganistán siguen el embajador español en Kabul, Gabriel Ferrán, su número dos, Paula Sánchez, 17 miembros de la Policía Nacional y más de una cincuentena de miembros del ejército. Esta tarde llegarán al hub de Torrejón de Ardoz dos aviones más del Servicio Europeo de Acción Exterior con 140 colaboradores afganos con la UE y sus familias, informa Europa Press. Uno de ellos viajará desde Atenas y el otro desde París.

Por otro lado, fuentes de la Casa Blanca habían informado este jueves por la mañana, hora de Washington, de que ayer salieron de Kabul unas 13.400 personas, cosa que eleva el número de refugiados trasladados desde el 14 de agosto, tanto entre los norteamericanos como por parte de los aliados occidentales, a 95.700. Del grueso evacuado por los EE.UU., 14.500 han sido instalados, provisionalmente, en la base aérea de Ramstein, en Alemania, la instalación más grande de la fuerza aérea de los Estados Unidos fuera de su territorio. A estas alturas resulta imposible saber si el doble atentado ha alterado el ritmo de las evacuaciones y los planes de vuelos previstos para este jueves.

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