La guerra de Ucrania se traslada a África

Uagadugú (Burkina Faso)Esta semana en la red social X ha habido mucho alboroto (y confusión) después de que se hiciera viral la imagen publicada por el medio ucraniano Kyiv Post de unos combatientes del Marco Estratégico Permanente para la Defensa del Pueblo del Azawad, una coalición de Malí que cuenta con el apoyo de Kiiv con una bandera ucraniana. En la imagen, de la que no se puede verificar la autoría, también se pueden ver personas armadas con la cara pixelada y la bandera del Azawad, un territorio del norte de Mali históricamente reclamado por diferentes grupos independentistas actualmente organizados bajo el paraguas del Marco Estratégico Permanente para la Defensa del Pueblo del Azawad (CSP-DPA por sus siglas en francés).

La imagen se hacía pública el mismo día que canales de Telegram pro-rusos admitían que Wagner había tenido graves pérdidas en la zona de Tinzaouaten, en el norte de Mali y en la frontera con Argelia, después de tres días de combates contra miembros de la CSP- DPA y de grupos terroristas que operan en el Sahel. “Sólo quedan tres de los nuestros. Continuamos el combate”; éste fue el último mensaje de un mando militar de Wagner bajo el seudónimo de Proud, afirman varios medios. Varios analistas aseguran que el apoyo de Ucrania fue clave en la derrota de Wagner en esa zona de Mali.

Y no fue una derrota cualquiera. Se trata de la primera derrota pública de la cooperación entre el ejército de Mali y los contratistas rusos. En un comunicado, el ejército maliense reconoce a dos muertos y diez heridos sin especificar el número de bajas en el lado de los mercenarios rusos. Sin embargo, en diferentes vídeos publicados por combatientes que defienden la independencia del Azawad se pueden ver una cincuentena de cuerpos. Según ha hecho pública la BBC, Africa Corps (tal y como se ha rebautizado el grupo Wagner tras la muerte de Prigojin y que depende directamente del ministerio de Defensa ruso), “los independentistas habrían asesinado entre 20 y 50 mercenarios”. La batalla comenzó el 25 de julio cuando la columna ruso-maliana avanzaba hacia el norte del país y se enfrentó, en un primer embate, a los independentistas del Azawad.

El portavoz del servicio de inteligencia ucraniano (GUR, por sus siglas en ucraniano) hizo público el lunes que “los rebeldes habían recibido la información necesaria, y no sólo información, lo que permitió una operación militar exitosa contra los criminales de guerra rusos”. Y añadía: “Ahora no es el momento de discutir sus detalles, pero deben venir más cosas”.

La retaguardia a 8.000 kilómetros

Es la primera vez que el frente de guerra entre Rusia y Ucrania se desplaza a Mali, pero no es la primera vez que se desplaza al sol africano.

En febrero de ese año se hizo público como soldados ucranianos y mercenarios de Wagner venidos de la República Centroafricana combatían en Sudán. Kirilo Budánov, jefe de los servicios militares de inteligencia de Ucrania, confirmó al medio ucraniano Obozrevatel que su país estaba desplegando soldados en Sudán y que el objetivo era "destruir al enemigo en todos los lugares imaginables de la tierra".

"Ucrania tiene todo el interés del mundo en debilitar las posiciones rusas fuera del teatro de operaciones ucraniano para incrementar los costes estratégicos donde Rusia intenta desempeñar un papel geopolítico y desarrollar su presencia en el ámbito militar y de la seguridad", explica Abel Riu, politólogo y experto en el antiguo espacio soviético.

Al mismo tiempo, Ucrania también intentaría combatir a Rusia en otras regiones, como ha ocurrido esta semana en Siria, donde han destruido equipamiento radioeléctrico y material militar de una base rusa, según ha hecho público el medio Kyiv Post y según apuntaron varios analistas militares.

Polémica por los vínculos con el yihadismo

Pero la irrupción de Kiiv en la región también va acompañada de polémica. Según el doctor en historia y especialista en el Sahel, Dagauh Komenan, “el principal problema de Malí es que los ucranianos están apoyando una fuerza [CSP-DPA] aliada de grupos yihadistas como el JNIM”, una jugada que puede aumentar el potencial destructivo de estos grupos en la región del Sahel. Cabe recordar que hace una década que los grupos afiliados a Al Qaeda y el Estado Islámico están operativos en Mali, Burkina Faso y Níger, que se han convertido en el epicentro del terrorismo mundial según elÍndice Global de Terrorismo 2024.

“La insurgencia tuareg [la última, en 2012] y la insurgencia tuareg dentro del paraguas de Al Qaeda trabajan conjuntamente para debilitar al ejército de Mali y también a los mercenarios de Wagner”, reafirma Beatriz Mesa, investigadora permanente en el Center for Global Studies (CGS) de la Universidad Internacional de Rabat (UIR).

Por su parte, la junta militar de Mali, liderada por el coronel Assimi Goïta, lleva más de una década luchando contra esta insurgencia en el norte del país, y desde 2020 colabora con los mercenarios rusos. La estrategia militar se basa en recuperar las bases militares y ciudades del norte del país. La primera gran victoria militar de Wagner y el ejército de Malí fue la llegada a Kidal, ciudad histórica del independentismo del Azawad, en noviembre del 2023.

Los países de la Alianza de los Estados del Sahel (AES), conformada por Mali, Burkina Faso y Níger, cooperan públicamente desde hace un año con los grupos rusos en temas de seguridad presidencial y también para luchar contra los grupos terroristas. Cabe destacar que se trata de países donde en tan sólo dos años han expulsado y roto acuerdos de cooperación con Francia y Estados Unidos. "Rusia también trabaja aquí en su competición contra Occidente", afirma Riu.