África

"Necesitamos un Schengen africano para incentivar el turismo"

La exigencia de visados ​​y el hecho de que sólo el 20% de los vuelos africanos conecten ciudades dentro del continente dificultan el turismo interno

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Unos turistas occidentales, en un safari en el parque nacional de Masai Mara, en Kenia.

Durban (Sudáfrica)“Es más fácil conectar con el resto del mundo que viajar dentro del continente”, reconoce la ministra de Turismo de Sudáfrica, Patricia de Lille, en conversación con el ARA. Según cifras de su gobierno, aunque el 76% de los turistas que visitaron el país en 2023 eran africanos, sólo un 27,8% de los viajeros que llegaron en avión procedían de países del continente. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), sólo el 20% de los vuelos africanos conectan ciudades del continente. “Necesitamos cielos abiertos para África. Me encantaría ver algo así como un espacio Schengen africano”, dice.

Durante la feria de turismo Africa's Travel Indaba, celebrada en Durban (Sudáfrica), la ministra De Lille reconoció que una apertura aérea en África y una mayor conexión entre países al estilo europeo “es muy difícil”. "Aquí las personas son muy territoriales y no quieren ver la importancia del turismo", dijo la ministra, quien indicó, sin embargo, que ella y sus homólogos están trabajando para mejorar la situación. De Lille concretó que durante el evento se había reunido con los ministros y viceministros de Turismo de los 26 países presentes en la feria. “Se acabó el tiempo de hablar. Es hora de cerrar acuerdos e implementar un sistema mejorado de acceso aéreo para África”, dijo.

Los expertos indican que el turismo interno en África tiene un gran potencial, pero no ha llegado a despegar por completo: hay pocas aerolíneas locales y pocas conexiones, el precio del combustible es elevado, las tasas que ponen los países son altas, el proteccionismo reduce oportunidades de negocio, la moneda local es débil y las exigencias de visados ​​entre países frenan el turismo. Todo ello hace que en muchas ocasiones los viajeros (locales o extranjeros) tengan que pasar por un país no africano si quieren viajar entre ciertas ciudades, o que tengan que gastar mucho dinero por un viaje que a Europa sería mucho más económico.

Impacto económico

Este bloqueo del sector turístico afecta a las posibilidades de crecimiento económico del continente. Un informe de la consultoría estadounidense Oliver Wyman asegura que "el hecho de tener limitados los vuelos intraafricanos, junto con los altos costes, ha sido durante mucho tiempo un obstáculo para el crecimiento económico en la región". Entre los motivos que han llevado a esta situación, la compañía destaca "la existencia de entornos reguladores restrictivos, impuestos altos y carencia de infraestructura". "El 60% del precio de un billete se va en impuestos, a nosotros nos queda un 40% para todos los costes operativos", lamenta Adrien Muller, directivo de la aerolínea africana Fly Namibia.

Según la IATA, si doce países africanos clave abrieran sus mercados y aumentaran la conectividad, se crearían 155.000 empleos y se generarían 1,9 billones de euros para el PIB anual de esos países. Además, si la frecuencia de vuelos aumentara sólo un 27% se generarían beneficios de unos 465 millones de euros únicamente en tarifas de pasajeros. En los últimos años, 38 países de la Unión Africana han decidido poner hijo a la aguja y han apoyado a un mercado único africano de transporte aéreo, uno de los principales objetivos de la Agenda 2063 de la organización, que levantaría las restricciones acceso al mercado para las aerolíneas y otorgaría derechos ampliados de tráfico aéreo.

“El turismo africano es crítico para nosotros. Es un mercado muy importante, pero es que además es vital para los propios africanos que viajen por África y experimenten lo que ya viven miles de occidentales”, dice Nombulelo Guliwe, CEO de Turismo de Sudáfrica, que reivindica que eventos como Africa's Travel Indaba fomentan un “sentimiento panafricano” en el sector turístico, que resulta crucial para llevar a cabo este tipo de proyectos.

Potencial de crecimiento

El margen de crecimiento para África en el ámbito de las conexiones aéreas es enorme. Según el informe de Oliver Wyman, sólo 17 millones de los 177 millones de plazas en aviones que salieron de todos los puntos de África en el 2022 acabaron aterrizando en un país del continente, pero Suráfrica tuvo ese mismo año 15 millones de plazas en vuelos internos, por lo que, extrapolándolo, “el potencial de crecimiento para los viajes a través del continente es significativo”.

Además, todavía falta recuperar muchas rutas que ya existían antes de la crisis de la covid, y se pueden crear itinerarios nuevos que, según los expertos, tienen mucho potencial. En el 2022 sólo había dos vuelos directos a la semana entre Lagos (Nigeria) y Douala (Camerún), aunque es un vuelo de 1 hora y media en uno de los corredores africanos más importantes. Y las ciudades de Lagos y Kinshasa (Congo), dos de las mayores metrópolis de África, todavía no tienen vuelos directos.

En este sentido, el catalán Miquel Ribas, de la agencia Kananga, que lleva muchos años participando en Africa's Travel Indaba, es optimista. Reconoce que existen pocas frecuencias aéreas, que "los precios de los vuelos son caros" y que muchos parques nacionales "han duplicado el precio", pero celebra que "cada vez hay más conexiones". Además, confirma que mercados como el sudafricano son "muy competitivos", porque tienen "precios asequibles, más vuelos que otros países, parques nacionales baratos y buenas carreteras", por lo que augura un futuro brillante para el turismo en el país.

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