Rusia avanza por el Sahel, el "flanco sur de la OTAN"

Uagadugú (Burkina Faso)En Uagadugú, capital de Burkina Faso, tanto se puede ver un homenaje al músico francés Cabrel, patrocinado por el Instituto Francés, como la representación de un clásico de la literatura rusa, El inspector, escrita en el siglo XIX por Nikolai Gógol. Esta última está patrocinada por African Initiative, que, casualmente, también es el nombre de una plataforma con sede en Moscú que se ha erigido en el Sahel Central tras el desmantelamiento del grupo paramilitar Wagner y la muerte de su líder, Evgeni Prigojin.

“No es la primera vez que hacemos ese montaje, que habla sobre la corrupción; es una obra escrita hace dos siglos, pero es muy actual en muchos países africanos”, afirma Noel Minougou, presidente del Carrefour International du Théâtre de Uagadugú (CITO), un escenario histórico del país fundado en 1996, donde se agrupa el élite artística burkinesa. "Nos pidieron realizar el montaje de la obra para celebrar el Día Mundial del Teatro", explica. "Ahora mismo hay muy poca financiación y African Initiative nos vino a buscar directamente", dice Minougou, que ha pasado de montar cuatro espectáculos al año de 50.000 euros a no tener dinero para pintar el rótulo de la entrada. “La cóvido no nos hizo tanto daño como la guerra en Ucrania; la financiación de cooperación casi ha desaparecido”, añade.

Mientras que las instituciones francesas se retiran del Sahel, son las rusas las que ocupan estos espacios. Por ejemplo, en Níger, la escuela francesa fundada en 1962 Fontaine d'Or no reabrirá sus puertas el próximo curso, y en Burkina Faso, los centros culturales franceses ya hace tiempo que funcionan a medio gas, después de que fueran atacados durante el golpe de estado liderado por el capitán Ibrahim Traoré en septiembre de 2022. Un choque de fuerzas geopolíticas que no reflejan, en muchos casos, el talante de la gente. "Tengo ganas de colaborar con una compañía de teatro ucraniana", afirma Minougou.

El departamento de Estado estadounidense dijo en un comunicado en febrero que African Initiative está presente tanto en Burkina Faso como en Mali y que "ha reclutado a empresas del antiguo imperio Prigojin" con el objetivo de "amplificar y reforzar" la imagen de Rusia y denigrar la de otros países”. En concreto, el documento remarca que African Initiative "desinforma y genera propagada a través de las redes sociales". Dos de sus páginas más populares son African Initiative y African Kalashnikov.

Fin de la Françafrique

Françafrique se desdibuja en el Sahel. Por lo que respecta al ámbito militar, tanto Mali como Burkina Faso y Níger han puesto fin a los acuerdos de cooperación militar que permitían la presencia de bases militares y soldados franceses en sus territorios. Además, en marzo Níger también revocó el acuerdo militar con Estados Unidos que permitía la presencia de un millar de soldados estadounidenses y dos bases militares operativas con el objetivo de monitorizar los movimientos de grupos terroristas que amenazan a la región del Sahel.

Y, en cambio, en las calles de Uagadugú pueden verse ahora carteles con ofertas de cursos de lengua rusa. Y tanto en las principales rotondas como en caminos secundarios, existe la presencia de cuatro banderas: la rusa, la burkinesa, la nigerina y la de Mali, bajo el lema “Viva la Alianza de los Estados del Sahel”, una organización regional que nació como respuesta de defensa mutua a la amenaza de intervención militar en Níger por parte de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) en agosto de 2023 y que ya han aprobado una fuerza militar conjunta para luchar contra el terrorismo.

Desde entonces, Rusia también ha invertido en infraestructuras en los países sahelianos. Por ejemplo, ha construido una refinería de oro en Malí –el undécimo productor mundial– que permitiría al estado maliense controlar toda la cadena de producción de este mineral y obtener muchos más beneficios. En octubre pasado Moscú también firmó un acuerdo para construir una central nuclear en Burkina Faso, que depende de los países vecinos para suministrar electricidad a su población (solo un cuarto tiene acceso a ella).

'Soft power'

El pasado noviembre African Initiative comenzaba sus actividades en Burkina Faso con la proyección de Vykrutasy, una película de comedia rusa. Un mes más tarde, el ministro de Asuntos Exteriores burkinés inauguraba la embajada rusa (tras 31 años cerrada) en Uagadugú. El general y presidente de la transición nigerina, Abdourahamane Tchiani, también hizo público que había tenido una conversación con Vladimir Putin para "reforzar la cooperación en seguridad". Una noticia que llegaba diez días después de que Níger pusiera fin a los acuerdos de cooperación militar con Estados Unidos.

Malí fue el primer país saheliano que permitió la llegada de los mercenarios Wagner hacia el 2021 para luchar contra el terrorismo. De hecho, Prigojin hizo su última aparición pública en un vídeo supuestamente grabado desde el país. Pero después de su muerte, la cooperación no sólo no se ha detenido, sino que ha cogido una nueva dimensión.

Ahora ya no existen mercenarios privados, sino que es el mismo estado ruso que crea puente de cooperación. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se reunió con su homólogo maliense, Abdoulaye Diop, en Moscú el pasado 28 de febrero.

¿Una amenaza para España?

A principios de abril el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, participó en una reunión ministerial de la OTAN celebrada en Bruselas, en la que, según indicó el ministro en un tuit, se trataron "los desafíos" en el flanco sur de Europa", un concepto que hace referencia al Sahel.

El informe Estrategia nacional contra el terrorismo del ministerio del Interior español destaca que “las crisis multidimensionales del Sahel afectan indefectiblemente a la estabilidad de la zona y, de forma directa, a los intereses nacionales de España, especialmente en lo que se refiere a la amenaza terrorista y al aumento de flujos migratorios irregulares”.

Por ello, el mismo informe afirma que es necesario centrar los “esfuerzos” en la “formación de las fuerzas militares locales”. Por ejemplo, España lidera la Misión Militar de la UE en Malí (EUTM-MALI), que comenzó sus operaciones de “formación y asesoramiento militar” en el ejército maliense en 2013. El 18 de mayo termina el último mandato de esta operación militar y, según avanzó El País, no se renovará el contrato y, por tanto, ésta será la última misión militar de la Unión Europea en la región.