Alemania ultima también un confinamiento parcial para los no vacunados

La futura coalición de gobierno propone prohibirles el acceso a lugares públicos no esenciales

Berlin implanta restricciones a los no vacunados
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Poco a poco se va estrechando el asedio sobre las personas que optan por no vacunarse contra el covid en Europa. Austria ha sido pionera al ordenar un confinamiento para los no vacunados, y en algunos vecinos europeos va cogiendo fuerza la opción de reintroducir restricciones para los que no han querido recibir la inyección. Es el caso de Alemania, donde los tres partidos de la coalición semáforo (socialdemócratas, verdes y liberales, que están en la recta final de las negociaciones para formar gobierno) han llegado a un acuerdo para endurecer las medidas para hacer frente al aumento de casos y privar de ciertas libertades a los no vacunados.

Con un 67,5% de la población con la pauta completa y cerca de un 70% con una dosis, Alemania es uno de los países de Europa Occidental con una tasa de vacunación más baja. Desde mediados de octubre está experimentando un crecimiento continuo de los contagios, un brote que se atribuye al nivel insuficiente de inmunización. El ministro de Sanidad, Jens Spahn, ya alertaba a principios de mes del incremento de contagios y advertía de que Alemania se enfrenta a una "pandemia masiva de los no vacunados".

Según datos de este lunes del Instituto Robert Koch, que monitoriza la evolución del coronavirus en el país, la incidencia semanal ha superado los 300 casos por 100.000 habitantes, la cifra más alta desde que empezó la pandemia (a pesar de que muy lejos de las cifras a las que se ha llegado en muchos países europeos durante el último año y medio). Hace un mes, la incidencia semanal no llegaba a los 70 casos por 100.000 habitantes. Algunos hospitales han empezado a posponer de nuevo las cirugías no urgentes para atender a un número de pacientes con coronavirus que crece rápidamente, y los hay que ya están desbordados, sobre todo en el este del país, y han empezado a trasladar a pacientes a regiones menos afectadas.

"Confinamiento para los no vacunados"

El pasado jueves, día en el que por primera vez se superaron los 50.000 nuevos contagios detectados en 24 horas, los tres futuros socios de gobierno presentaron en el Bundestag un proyecto de ley con varias medidas para tratar de frenar la curva ascendente de contagios. Ante el aumento continuado y las críticas de los que lo veían insuficiente, las tres formaciones acordaron este lunes incorporar nuevas restricciones. Según el documento, se exigirá el certificado de vacunación o un test negativo para acceder al transporte público y a los puestos de trabajo y se introducirán medidas para restringir los contactos de los no vacunados, la denominada regla 2G (por "geimpft, genesen", que significa "vacunado, recuperado"), que prohíbe el acceso a las personas que no están inmunizadas a determinados lugares públicos.

En respuesta a una pregunta sobre si el gobierno considera la posibilidad de obligar a vacunarse a ciertos grupos de la población (por ejemplo, trabajadores sanitarios) o de confinar a los que no lo están, el colíder de los Verdes, Robert Habeck, dijo ayer lunes que las nuevas medidas propuestas esencialmente significan que muchas regiones verán un "confinamiento para los no vacunados". También el vicepresidente del grupo parlamentario del SPD, Dirk Wiese, defendió el endurecimiento propuesto: "Esto es en realidad un confinamiento para los no vacunados", dijo a la televisión ZDF.

El gobierno alemán saliente recuperó este fin de semana los tests rápidos gratuitos de covid, después de haber retirado la medida en octubre, pero las nuevas restricciones 2G conllevan que las personas no vacunadas no tendrán la opción de enseñar un test negativo para acceder a ciertos espacios públicos.

Restricciones regionales

Esto ya pasa en algunas regiones alemanas, como por ejemplo Berlín, Brandeburgo y Sajonia –esta última con la tasa de vacunación más baja del país, del 57%–, donde ya han empezado a cerrar puertas a los no vacunados. Desde este lunes, en la capital alemana solo las personas que están inmunizadas (con la vacuna o que se hayan recuperado de la enfermedad en los últimos seis meses) pueden entrar en lugares como por ejemplo restaurantes, cines, discotecas y gimnasios. En cuanto a los trabajos que requieren contacto con el público, los trabajadores no vacunados tienen que presentar una prueba negativa hecha las últimas 24 horas.

Esta cuarta oleada en Alemania coge impulso en un momento políticamente sensible, con el gobierno de Angela Merkel en funciones a la espera de que socialdemócratas, verdes y liberales cierren el acuerdo definitivo para formar la próxima coalición de gobierno. Según las previsiones iniciales, el traspaso de carteras se tendría que producir la primera semana de diciembre.

Está previsto que el proyecto de ley con las nuevas medidas para frenar el incremento de las infecciones se vote en el Parlamento este jueves para que pueda entrar en vigor antes de que expire el estado de emergencia, marcado para el 25 de noviembre, que hasta ahora ha proporcionado la base legal para las restricciones anticovid. Si se aprueba, el gobierno federal y los regionales tendrán potestad para aplicar las restricciones previstas hasta marzo de 2022, con opción de prórroga.

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