Fracasa el intento de golpe de estado en Bolivia y detienen al comandante general del ejército
El presidente mantiene el control y nombra una nueva cúpula militar tras el fallido golpe que ha acabado con la detención del general rebelde
BarcelonaSoldados y tanques del ejército boliviano se desplegaron ayer en la capital del país, La Paz, en un intento de golpe de estado que duró poco más de dos horas. El comandante general del ejército, Juan José Zúñiga, amenazó con tomar el control de la sede del gobierno boliviano al día siguiente de su destitución. El intento de golpe llegó hasta las puertas del Palau Quemado, la sede del ejecutivo, donde un tanque embistió a las puertas y un grupo de agentes de la policía militar accedieron al edificio. Zúñiga también entró en el Palau, donde se enfrentó cara a cara con el presidente del país, Luis Arce, quien le ordenó que "replegara" a todos los soldados.
Para detener el golpe de estado, Arce, en una ceremonia exprés en la Casa Grande del Pueblo, relevó de sus cargos a toda la cúpula militar. También nombró a los nuevos cargos, fieles al ejecutivo. El nuevo comandante general del ejército, José Wilson Sánchez, exigió a las tropas que volvieran a los cuarteles. "Pido, ordeno, dispongo que todo el personal que está en las calles vuelva a sus unidades", exigió. Tras esta proclama, los militares que se encontraban en la plaza Murillo se replegaron y poco a poco fueron abandonando las posiciones. Más tarde, Zúñiga fue arrestado. La Fiscalía General de Bolivia ha anunciado que abrirá una "investigación penal" contra Zúñiga y todos los militares que participaron en la movilización "irregular" de soldados.
Antes de pasar a disposición policial, el excomandante del ejército, sin embargo, tuvo tiempo de acusar a Arce de haber planificado el golpe de estado para ganar popularidad. Según Zúñiga, sacar a los blindados a la calle había sido orden del propio presidente del país, tras las múltiples críticas a las que está sometido el ejecutivo. "El presidente me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana sería crítica y que era necesario hacer algo para levantar su popularidad", afirmó Zúñiga. Y continuó: "Yo le pregunté: «¿Sacamos a los bindados?» y él (Arce) respondió «sácalos»".
Antes de ser detenido, después de encontrarse con Arce dentro del Palacio Quemado, el general había asegurado que su objetivo era "restituir a la democracia". "Mirad donde nos han llevado, el pueblo no tiene futuro [...]. Al ejército no le faltan cojones para velar por el mañana de nuestros niños, por el bienestar y el progreso de nuestro pueblo", dijo. Y prometió liberar a "todos los presos políticos", haciendo referencia a los detenidos por el alzamiento militar que tuvo lugar en el 2019 contra el entonces presidente Evo Morales por un supuesto fraude electoral.
Una vez que los militares ya se habían replegado, el presidente Arce y el vicepresidente Choquehuanca, que se habían quedado dentro del Palacio Quemado durante el golpe, salieron al balcón de la Casa Gran del Pueblo, desde donde hicieron un discurso ante cientos de personas que se habían concentrado frente al Palau para apoyar al gobierno con gritos de "los golpistas no pasarán".
Cambios en el alto mando militar
Tanto Arce como el expresidente Evo Morales han condenado a lo que han considerado un golpe de estado y han hecho un llamamiento por separado a sus seguidores ya los ciudadanos bolivianos a "movilizarse" para defender la democracia. El intento de golpe de estado liderado por Zúñiga fue recibido con una condena generalizada en los países latinoamericanos.
El nuevo comandante jefe del ejército, Wilson Sánchez, ha garantizado que estarán "pendientes de que el gobierno legalmente constituido se mantenga, de acuerdo con lo que dicen las normas del estado".
General destituido
Antes de entrar en el Palau Quemado, Zúñiga dijo que iba porque "han ultrajado a las fuerzas armadas" y por una supuesta deslealtad con los comandantes. El general fue destituido el martes después de ser muy criticado por unas declaraciones que se leyeron como amenazas a Evo Morales.
"No puede ser más presidente de este país", dijo en una entrevista en televisión, argumentando que Morales fue inhabilitado, y subrayó que "las fuerzas armadas tienen la misión de hacer respetar y cumplir la Constitución" . Y cuando la periodista le preguntó cómo lo harían para impedir un eventual nuevo mandato de Morales, Zúñiga insistió en que las fuerzas armadas son "el brazo armado del pueblo, el brazo armado de la patria". "Y vamos a defender cueste lo que cueste la Constitución", añadió, y apuntó que si fuera necesario lo detendrían. "No es una amenaza con las armas", dijo.