Bruselas se encomienda a Pfizer ante las trabas con AstraZeneca y Janssen

La farmacéutica avanzará 50 millones de dosis este segundo trimestre y ya negocia un tercer contrato para el 2022

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Ursula von der Leyen

BruselasLa Comisión Europea se encomienda a Pfizer/BioNTech. Después de las trabas con AstraZeneca y el nuevo frente que ha supuesto la paralización de la entrega de vacunas de Janssen, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que los aplazamientos que previsiblemente provocará la parada de Janssen (que ya se añaden a los de AstraZeneca) se compensarán con Pfizer, que avanzará a este abril la entrega de 50 millones de dosis inicialmente previstas para el cuarto trimestre. De estos 50 millones, cinco son para España. Además, ha confirmado las negociaciones de un tercer contrato con la farmacéutica Pfizer/BioNTech para asegurar hasta 1.800 millones de dosis adicionales entre el 2022 y el 2023.

"Pfizer es un socio fiable", ha dicho Von der Leyen, que ha comparecido expresamente sin dar opción a preguntas. "Como vemos con el anuncio de este martes de Jonhson & Johnson, hay muchos factores que todavía pueden complicar nuestros planes y tenemos que actuar rápidamente", ha explicado la presidenta.

La farmacéutica norteamericana que comercializa la vacuna desarrollada por la alemana BioNTech está siendo capaz de cubrir los agujeros que otros están dejando. El anuncio de la Comisión Europea llega el mismo día que el diario italiano La Stampa informaba de que la Comisión Europea no tiene la intención de renovar los contratos con AstraZeneca y Janssen en 2022 porque priorizará las vacunas con la tecnología mRNA (como las de Pfizer y Moderna, que hasta ahora no han hecho saltar ninguna alarma). Y, de hecho, Von der Leyen ha elogiado esta tecnología: "Nos tenemos que centrar en tecnologías que funcionan. Las de mRNA son un ejemplo, y por eso entramos en negociaciones con Pfizer para un tercer contrato".

Consultadas por este diario, fuentes europeas ni lo confirman ni lo desmienten: "Mantenemos todas las opciones abiertas para estar preparados para las próximas etapas de la pandemia, para el 2022 y más allá. Aún así, no podemos comentar cuestiones contractuales". Pero la presidenta también ha dejado todas las opciones abiertas: "Después de este contrato, pueden venir otros con otras farmacéuticas", ha concluido, después del anuncio sobre Pfizer.

Los Estados Unidos decidieron parar este martes la vacunación con Janssen por seis casos de trombosis, que provocaron que inmediatamente la compañía decidiera paralizar el lanzamiento de su fármaco en Europa, donde empezó a repartir precisamente esta semana. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) está investigando los casos y, de momento, no desaconseja el uso de la vacuna de Janssen. En el caso de la de AstraZeneca, el regulador europeo concluyó que había que listar como posibles efectos secundarios infrecuentes la trombosis detectada en decenas de personas en Europa, pero insistió en que el fármaco es seguro porque los beneficios superan los riesgos. En el caso de AstraZeneca, el lío ha provocado un desbarajuste de criterios de aplicación de esta vacuna en toda la UE, que este miércoles ha acabado, por ejemplo, con Dinamarca suspendiendo definitivamente su uso.

Todo ello conforma un turbio panorama para la campaña de vacunación europea, que ya empezó más tarde que en otros países, como el Reino Unido o los Estados Unidos. Este miércoles Von der Leyen ha querido aportar datos para el optimismo. Hasta ahora, ha dicho, los países de la UE han recibido 126 millones de vacunas, de los cuales 100 millones han sido administrados. De este total, un cuarto ya son segundas dosis, lo cual significa que 27 millones de europeos han recibido la pauta completa de inmunización.

Aún así, la Unión Europea todavía está lejos de las cifras de las principales potencias mundiales, y las críticas a la gestión de la Comisión no frenan. Pocas voces discuten que haber optado por una compra centralizada ha garantizado que lleguen dosis a todos los países de la Unión, un hito que, de otra manera, habría sido especialmente complicado, sobre todo para los países más pequeños y más pobres, con menos capacidad de negociación. Aún así, hay fisuras. Países como Hungría o Eslovaquia ya han autorizado y comprado por su parte la vacuna rusa Sputnik V y Alemania también tiene la intención de hacerlo si la EMA la aprueba.

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