Crecen las dudas sobra la salud de Putin

Las últimas imágenes que se han difundido del presidente ruso disparan las especulaciones

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El presidente ruso, Vladímir Putin, con su ministro de Defensa, Serguei Xoigú

LondresLas imágenes que se difundieron este jueves del líder ruso, Vladímir Putin, en el momento de anunciar al mundo "la liberación de Mariupol" y dar la orden a su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, de no asaltar la planta siderúrgica de Azovstal, donde todavía resisten entre mil y 2.000 combatientes y donde se refugian un número indeterminado de civiles, han disparado las especulaciones sobre el estado físico del presidente de la Federación Rusa. Unas especulaciones que desde instituciones europeas no se toman a la ligera, si bien es imposible confirmar nada, entre otras cosas porque de las visitas recientes de Emmanuel Macron, Olaf Scholz y el canciller austríaco Karl Nehammer en Moscú no ha salido ningún dato que refuerce los rumores. Aun así, podrían tener fundamentos.

En la fotografía que ilustra este texto se ve a Putin con un ademán muy rígido y una cara que no refleja nada de entusiasmo a pesar de que el momento tendría que serlo, puesto que la casi caída de Mariúpol representa, en principio, el primer triunfo de la campaña militar del Kremlin. Pero lejos de mostrar ningún signo de alegría, se lo ve ligeramente hundido sobre la butaca y muy tensado. Con todo, los dos detalles más significativos son que en ningún momento mueve la espalda y que la mano derecha permanece constantemente cogida en la esquina de la mesa. ¿Por qué razón?

La grabación del encuentro de Putin y Shoigú, que podéis ver íntegro en esta misma pieza en el tuit que reproducimos del periodista y escritor Timothy Phillips, permite comprobar que durante todo el rato, poco más de diez minutos, Putin permanece con la mano en la misma posición. ¿Cogiendo la mesa o quizás intentando esconder que la mano le tiembla sin control? ¿Putin tiene alguna enfermedad? ¿Parkinson, quizá? Si fuera esto, si la mano le temblara, ¿no habría bastado con cambiar a los actores de posición ante la cámara, situando a Putin a la derecha de la pantalla y a Shoigú a la izquierda? De este modo la mano derecha quedaría en un segundo plano. Pero esta no es la posición más habitual con la que el Kremlin presenta a Putin a pesar de que también se le ve en algunas imágenes a la derecha e, incluso, escribiendo con la mano que supuestamente le temblaría.

Putin, reunido virtualmente con los miembros del Consejo de Seguridad, el 11 de marzo

De hecho, a lo largo de los años se ha especulado reiteradamente sobre la salud del presidente ruso a pesar de que ha aparecido en muchas ocasiones participando en sesiones de fotos jugando a hockey sobre hielo o practicando yudo. Aun así, un crítico de Putin, Valery Solovey, politólogo y antiguo jefe del departamento de relaciones públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, afirmó en noviembre de 2020 que el presidente ruso sufría cáncer y síntomas de la enfermedad de Parkinson. La información la publicó el diario británico The Sun, citando a Solovey, que había hecho el comentario en una emisora de radio de Moscú, ahora clausurada por el Kremlin. En su momento, Dmitri Peskov, el aún portavoz de Vladímir Putin, dijo a la agencia Reuters que aquello era "una tontería".

Sin embargo, escenas como la que podéis ver inmediatamente a continuación vuelven a rebatir la idea de la "tontería". Porque en un encuentro del 12 de marzo con el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, parece que Putin se coge la mano derecha, quizá para que no le tiemble a pesar de que instantes después deja de cogérsela. Pero como es una grabación editada es imposible determinar nada con más precisión.

¿Esteroides?

Sea como sea, en las últimas semanas se han publicado todo tipo de artículos y especulaciones sobre el estado de salud de Putin. El Daily Mail, por ejemplo, ha llegado a vincular el comportamiento errático que lo habría llevado a decidir la invasión con el consumo de esteroides con los que lucharía contra el Parkinson o algún tipo de cáncer. A principios de marzo el exministro de Asuntos exteriores de Reino Unido Lord David Owen aseguró que Putin podría estar tomando, con el resultado de que pueden aumentar la agresividad de una persona.

En declaraciones a la BBC, Owen dijo: "Creo que su inmunidad está comprometida, sea por los esteroides corticales que le dan para alguna enfermedad o los que toman las personas que hacen levantamiento de pesas". La posible inmunodeficiencia se ha comentado también a raíz de las imágenes de la enorme mesa con la que apareció entrevistándose con Macron, en Moscú, el 15 de febrero. Pero, para deshacer otra vez esta teoría, están las imágenes de la visita que hizo con Lukashenko, al cosmódromo de Vostochni el 12 de abril, o las del encuentro antes referido, también con el presidente bielorruso del 12 de marzo: no había ninguna distancia de seguridad.

Pero, hasta ahora, el mejor informe sobre la salud de Putin se ha publicado en la web de investigación rusa Project Media, proscrita en el país y dirigida desde Estados Unidos por Roman Badanin. Como en su momento informó el ARA, apareció el 1 de abril. Ofrecía algunos datos relevantes que respondían a las preguntas más secretas del Kremlin: quién trata a Putin y de qué. El reportaje recoge los antiguos problemas de espaldas del presidente ruso, presumiblemente relacionados con una caída de caballo. "The Project puede afirmar con certeza que, en al menos dos ocasiones, Putin se ha sometido a una intervención quirúrgica o a un procedimiento muy grave, muy probablemente en la zona de la espalda", se lee. Además, detalla registros oficiales que certifican que Putin ha estado cada vez más rodeado de un gran número de médicos: hasta 13 en su residencia de Sochi en determinados momentos, también a finales de 2019. La investigación sostiene igualmente que entonces recibió la visita de un equipo de neurocirujanos. Y también la del oncólogo especializado en cáncer de tiroides Yevgeni Selivanov, que se vio con Putin 35 veces durante un total de 166 días.

Otro de los detalles que aborda la información son las desapariciones más largas del presidente ruso de la escena pública: en noviembre de 2012, del 5 al 15 de marzo de 2015, del 9 al 16 de agosto de 2017, en febrero de 2018 y del 13 al 29 de septiembre del año pasado. En todos estos periodos, todas las imágenes del presidente que se han difundido habían sido prerregistradas.

No es posible, pues, extraer ninguna conclusión definitiva sobre su salud. Salvo que se haga caso a un tuit del mes de marzo de Louise Mensch, escritora y antigua miembro del Parlamento británico, en el que se refería a un artículo escrito el mes anterior que sugería que Putin podría esconder la enfermedad.

O quizá la única conclusión es que le gusta cogerse a las mesas, como muestra la imagen con que se cierra este texto, tomada el 21 de febrero, el día en el que anunció que reconocía la independencia de las repúblicas autoproclamadas independientes de Donetsk y Lugansk. Su mano derecha no, pero el mundo, entonces, empezó a temblar.

Putin esta noche en Moscú
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