Estados Unidos

Arranca en Nueva York el juicio civil por fraude contra Trump y su imperio inmobiliario

La Fiscalía pide que el expresidente y sus hijos mayores no puedan volver a comprar bienes inmuebles en el estado y que devuelvan 250 millones de dólares

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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste al juicio contra sí mismo, sus hijos adultos y la Organización Trump en un caso de fraude civil, en un juzgado de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, 2 de octubre de 2023.

WashingtonDonald Trump y sus hijos Donald Jr. y Eric, así como altos cargos de su imperio inmobiliario, inflaron sus activos entre 2011 y 2021 para conseguir mejores condiciones en los créditos. Lo dictaminó el pasado martes el juez Arthur Engoron del tribunal del estado de Nueva York. El fraude, que la Fiscalía estima en 250 millones de dólares, no está en duda en el juicio civil que comienza este lunes en Manhattan y en el que se dirimirán otros seis delitos relacionados, así como las penas y compensaciones que tendrán que pagar los acusados.

En una nueva fotografía para la historia, Trump asistió a la primera sesión del juicio civil, iniciado por la demanda en 2021 de la fiscal general del estado, Letitia James. "Durante años, Trump falsamente infló su patrimonio neto para enriquecerse y engañar al sistema. No importa que seas rico o poderoso, no hay leyes diferentes para los ciudadanos de este país", aseguró la fiscal un comunicado.

Fiel a su manual de estilo, a la llegada al tribunal Trump ha asegurado: "No hay ningún delito, el delito es contra mí [...]. Esto es una caza de brujas, es una desgracia". El exmandatario y candidato a las primarias republicanas, cuyo apoyo no ha parado de crecer tras cada varapalo judicial, ha proclamado que la fiscal está intentando dañar su "nombre y reputación" porque le está yendo bien en las encuestas de cara en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.

Trump carga contra el juez

La Fiscalía pide al juez que Trump devuelva todos los beneficios financieros obtenidos durante diez años de prácticas fraudulentas, que, según James, ascienden a 250 millones de dólares. Además, le pide que prohíba permanentemente a Trump y a sus hijos mayores ejercer como directores en cualquier corporación en el estado de Nueva York y que no puedan adquirir bienes inmuebles durante cinco años.

Durante los testigos iniciales, la acusación ha presentado un clip de Michael Cohen, el antiguo abogado de Trump, en el que explicaba el proceso seguido por el magnate para aumentar la valoración de varios activos, como la Torre Trump, hasta dos mil millones de dólares. Un abogado de la defensa, Christopher Kise, respondió que en el mercado inmobiliario no hay una valoración estandarizada y que es habitual que sea cambiante.

Otra abogada de Trump, Alina Habba, centró su defensa en un ataque a la fiscal general y ha asegurado que su causa está "políticamente motivada". Una idea en la que ha insistido Trump ante las cámaras, extrapolándolo también al magistrado que lleva el caso: “Este juez debería estar fuera del cargo. Algunas personas dicen que podría ser acusado penalmente por lo que está haciendo”, ha dicho durante el descanso.

Retrasar, retrasar y retrasar

La estrategia de Trump, sus hijos y los altos ejecutivos de la Organización Trump será retrasar el juicio lo más posible para intentar que no se celebre hasta después de las elecciones de noviembre. De hecho, la semana pasada el juez desestimó un recurso presentado por Trump para posponerlo. El equipo de la defensa ha dejado clara la intención de alargar el proceso y ha presentado una lista de 127 testigos. Por su parte, la lista de la Fiscalía incluye 28 personas, entre las cuales la hija mayor de Trump, Ivanka, que inicialmente estaba acusada pero que fue eximida por un tribunal de apelaciones, y Michael Cohen, que había sido su mano derecha hasta que se le giró en su contra. También se espera que Cohen declare en otro juicio, en marzo del 2024, por el caso de falsificación documental para sobornar a la actriz Stormy Daniels.

Trump ha comenzado este lunes un año y medio apretado de fechas judiciales para la historia. Su próxima cita con la justicia es el 15 de enero, con el inicio del juicio por difamación a la columnista Jean Carroll. Después, el 4 de marzo, tendrá lugar en Washington el juicio por su implicación en el asalto al Capitolio, en el que se le acusa de cuatro cargos federales de conspiración por intentar frenar la transferencia pacífica del poder. Tan solo 21 días más tarde, empezará otro juicio en Nueva York, por el caso Stormy Daniels.

El 20 de mayo llegará la hora del esperado juicio en Florida, donde se enfrenta a 37 delitos relacionados con la ley de espionaje y las declaraciones falsas, por llevarse y retener en su residencia privada de Mar-a-Lago (Palm Beach) cientos de documentos clasificados como secreto de estado. Para el juicio por intentar falsear las elecciones al estado de Georgia, el juez aún no ha impuesto una fecha para Trump, aunque dos de sus colaboradores, Kenneth Chesebro y Sidney Powell, están citados el 23 de octubre.

Trump está utilizando todos estos embates legales para poner más leña al fuego de su victimismo. Una estrategia que hasta ahora le ha funcionado: las encuestas le separan ya más de 40 puntos del segundo candidato republicano, Ron DeSantis, y cada día aumenta más la distancia. Este lunes, Trump ha dado al mundo otra foto para la historia, la de un expresidente sentado en el banquillo de los acusados de un juicio civil por fraude.

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