EEUU lanza una operación militar contra el "narcoterrorismo" en América Latina
El secretario de Defensa anuncia la estrategia Lanza Sur en medio de las tensiones con Venezuela y Colombia
WashingtonLa campaña de EE.UU. de ejecuciones extrajudiciales en el Caribe y el Pacífico entra en una nueva fase en la escalada de tensiones militares. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha anunciado este jueves por la tarde el inicio de la operación militar Lanza Sur. ¿El objetivo? "Expulsar a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y proteger a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente", ha afirmado.
Hegseth no da más detalles sobre en qué consiste la operación Lanza Sur, pero se entiende que es un paso más en la escalada de tensiones militares en la región con los constantes ataques contra supuestas narcollanchas. En total, 80 personas fueron asesinadas por el ejército estadounidense en ejecuciones extrajudiciales en el mar Caribe y en el Pacífico Oriental, todo bajo acusaciones no probadas de ser narcotraficantes. El último ataque se produjo este mismo jueves, de nuevo contra una presunta narco-colcha.
En el dispositivo Lanza Sur también participa el Mando Sur, tal y como expone Hegseth. A mediados de octubre, el comandante del Mando Sur, el almirante de la Marina Alvin Holsey, anunciaba que se jubilaba después de un año en el cargo y justo días después del quinto ataque contra una embarcación que salía de la costa venezolana.
El anuncio de Hegseth se produce poco después de que haya llegado el portaaviones Gerald Ford, el más potente de la flota estadounidense, en una de las áreas bajo el control del Mando Sur. La nave se suma a la flotilla que lleva ya más de dos meses desplegada en los límites de las aguas de Venezuela. En paralelo, el régimen de Nicolás Maduro denunció en reiteradas ocasiones que cazas militares volaron muy cerca de su espacio aéreo.
Maduro ya advirtió en septiembre de que si Estados Unidos conducía ningún tipo de operación militar dentro del país, Venezuela se declararía en "lucha armada". Tal y como ha ido aumentando la presión, sin embargo, el presidente ha ido modulando el tono. En declaraciones a la CNN durante una intervención en la calle, Maduro se dirigía así al pueblo estadounidense: "Unémonos por la paz del continente. No más guerras sin fin. No más guerras injustas. No más Libia, no más Afganistán." Cuando el periodista le pidió si tenía algún mensaje directo para enviarle a Trump, Maduro dijo: "Sí, paz."
Incertidumbre y diplomacia
Lo que empezó como una campaña de presiones militares en Venezuela también ha escalado en Colombia después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, fuera uno de los primeros líderes en denunciar abiertamente las conductas de Washington. Petro ponía de relieve que uno de los hombres fallecidos en una de las operaciones militares de septiembre contra una supuesta narcollancha es un pescador colombiano, Alejandro Carranza, de 40 años. La familia de Carranza ha negado las acusaciones de la Casa Blanca. "¿Por qué le han quitado la vida de esa manera?", lamentaba su esposa, Katerine Hernández, en la agencia AFP.
La jurista especializada en derecho internacional Mary Ellen O'Connell ya explicaba al ARA que las primeras operaciones de septiembre suponían una violación del derecho internacional. "No existe ningún derecho legal para utilizar la fuerza, y mucho menos un ataque con misiles contra personas sospechosas de delitos", explicaba.
La administración Trump ha estado justificando los ataques bajo la recatalogación que el presidente hizo vía orden ejecutiva de determinados cárteles como "grupos terroristas". Pero el gobierno todavía no ha sido capaz de citar a ninguna autoridad internacional para llevar a cabo acciones que sólo se justifican en un marco de guerra declarada. En una notificación secreta en el Congreso, que había pedido explicaciones sobre los primeros ataques de septiembre, la administración Trump dijo que se encontraba ahora en un "conflicto armado" contra el narcotráfico. Una vez más el presidente se mueve sobre conceptos vagos y laxos para tener manga ancha en sus maniobras y no tener que señalar a un país en concreto.
En una mesa redonda sobre los cárteles el pasado mes de octubre, Trump fue bastante explícito sobre sus intenciones y dijo que no creía que fuera necesario pedir una declaración de guerra en el Congreso. Sólo el legislativo puede autorizar su entrada en un conflicto militar, según la Constitución. "No creo que necesariamente pedimos una declaración de guerra. Creo que simplemente mataremos a las personas que introduzcan drogas en nuestro país. ¿Vale? Los mataremos", dijo el magnate.
Washington quiere reeditar la doctrina del patio trasero para recuperar la influencia sobre Latinoamérica después de que China haya ganado mucho terreno en los últimos años. También es una campaña de presión en el régimen de Maduro, y parece que ahora también en el gobierno de izquierdas de Petro. Esta semana empezaba con una publicación de la revista Cambio a raíz del análisis de una fotografía tomada en el Despacho Oval el 21 de octubre donde se ve como el subjefe de gabinete, James Blair, sostiene una carpeta donde se encuentran las fotografías de Petro y Maduro con la rana naranja de preso. Blair tiene en sus manos el memorando del senador colombiano, Bernie Moreno, que se titula "Doctrina Trump". Moreno es conocido por su oposición a Petro. La imagen falsa, probablemente creada con inteligencia artificial, ha hecho escalar el conflicto diplomático entre ambos países.
Mientras Colombia y Venezuela están en el foco, México lo mira de reojo, consciente de que en la frontera Estados Unidos lleva meses desplegado soldados estadounidenses. Trump les envió después de declarar una emergencia en la frontera por la entrada de personas migrantes y el tráfico de drogas. Sin embargo, anoche el secretario de Estado, Marco Rubio, descartaba que el gobierno estadounidense hiciera cruzar a los soldados en México o tomara "acciones unilaterales".