El Starship de Elon Musk despega y desacopla con éxito, pero explota antes de completar la prueba
El segundo test del cohete más potente del mundo completa más fases que la primera prueba de abril pero tampoco termina con éxito
BarcelonaLos motores se han encendido, tal y como estaba previsto, y el Starship, el cohete espacial más potente del mundo, construido por SpaceX, ha despegado pocos minutos después de las 14 h, hora española. Pero unos 10 minutos más tarde se perdió el contacto con la nave y un rato después SpaceX confirmaba que había activado el sistema de autodestrucción. El Starship, pues, ha vuelto a explotar, como ocurrió en la primera prueba de abril, pero habiendo logrado algunos pasos. Esta vez la nave sí se ha desacoplado del propulsor y se encaminaba hacia la órbita terrestre, con lo que ha logrado con éxito la segunda fase de la prueba. Pero poco después se ha perdido su conexión y se ha acabado haciendo explotar. La de hoy era una nueva prueba de fuego para SpaceX, la empresa espacial de Elon Musk, y para la misión Artemis de la NASA, que quiere volver a poner a humanos sobre la Luna. El calendario previsto para este hito histórico queda ahora en el aire.
El lanzamiento había arrancado bien. 2 minutos y 50 segundos después de despegar, la nave se ha separado del propulsor, tal y como estaba previsto. Una fase que la primera prueba de abril no había logrado. El propulsor, que debía caer al mar, ha explotado en el aire, pero el objetivo principal de la prueba era que el Starship llegara a la órbita de la Tierra, y parecía que esto se estaba consiguiendo, de forma que no se ha dado demasiada importancia a esta primera anomalía.
Los aplausos y las ovaciones se sucedían en la sala de control de Texas, con Musk a la cabeza. La nave seguía yendo hacia el espacio, debía entrar en órbita terrestre y estar allí durante 90 minutos. Pero unos 10 minutos después del lanzamiento se ha perdido el contacto. Desde la sala de control esperaban volver a recibir señal del Starship, pero finalmente le han dado por perdida. "Hemos perdido los datos desde la segunda fase, creemos que podríamos haber perdido la segunda fase", dijo el presentador del lanzamiento poco antes de cortar la retransmisión en directo. Poco después la empresa confirmaba que había activado el sistema de autodestrucción, según la CNN.
¿Éxito o fracaso?
Aunque se hayan completado con éxito dos fases de la prueba, el hecho de que no se haya podido completar por completo el test pone en duda todo el calendario previsto por la NASA para las misiones Artemis, que querían llevar a la primera mujer en la Luna a finales del 2025. Pero sin embargo, en la primera comunicación pública tras la prueba, SpaceX se congratulaba en Twitter, explicaba las fases exitosas del test y aseguraba que "con una prueba así, el éxito viene de lo que se aprende". Obviaba completamente la explosión final.
Los expertos lo consideran un éxito a medias, como habían calificado también la primera prueba del 20 de abril. Ese día elStarship estalló 4 minutos después de despegar: la sala de control activó la autodestrucción de la nave después de que fallaran seis motores del sistema de propulsión y que no se consiguiera desacoplar el propulsor. Después de un paro temporal por hacer balance de todo lo que había fallado en ese primer test, el organismo regulador estadounidense había vuelto a dar permiso a SpaceX para el lanzamiento.
El cohete creado por la empresa de Elon Musk, que está formado por el propulsor Super Heavy y el Starship, es el mayor (121 metros de altura en total) y el más potente construido hasta ahora. En esta segunda prueba, 2 minutos y 50 segundos después del despegue el Starship se ha separado del Super Heavy, el potente propulsor de 33 motores que le da impulso. El Super Heavy debía caer sobre el golfo de México unos siete minutos después del inicio de la prueba, pero en cambio estalló en el aire, un error menor, según SpaceX. La secuencia prevista era que el Starship siguiera despegando y estuviera durante 90 minutos en la órbita de la Tierra antes de caer también en el Pacífico, cerca de Hawái. Pero esa última fase no se ha completado. Aunque en esta prueba estaba previsto que tanto el Super Heavy como la Starship se perderían en el mar, la idea es que en futuros lanzamientos estas piezas aterrizen de forma segura para poder ser reutilizadas.
Camino de la Luna y de Marte
El Starship es un elemento central de los esfuerzos de la NASA por volver a llevar humanos a la Luna. Una vez que se consiga realizar una prueba con éxito, la nave se utilizará en la misión Artemis III, que se esperaba para diciembre de 2025 y que debe hacer aterrizar en la Luna una tripulación humana, un hito que no se repite desde 1972. Será también la primera vez que una mujer y una persona negra pisen la Luna.
El plan es que los astronautas que despegarán con el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, según las siglas inglesas) dentro de la cápsula Orion encuentren y se trasladen al Starship una vez en la atmósfera de la Luna para hacer el resto del viaje hasta la superficie lunar. El Starship después despegaría de la Luna y transferiría a los astronautas otra vez al Orion para proceder al regreso a la Tierra. Pero esta segunda prueba fallida pone en duda ahora este calendario.
Un año antes, en noviembre del 2024, la misión Artemis 2 pondrá a prueba el nuevo sistema hasta la órbita de la Luna, cuyo equipo también incluye a una mujer y un hombre negro, pero que no descenderá a la superficie lunar. Christina H. Koch será la primera mujer que orbitará nuestro satélite natural y Victor Glover el primer afroamericano, dos hitos que en principio ya los descartan a ambos para la misión Artemis III, que prevé hacer andar de nuevo a seres humanos sobre Luna.
El Starship también está en el centro del objetivo final de Elon Musk de transportar humanos a Marte y será crucial para que el negocio de SpaceX sea lucrativo.
La primera prueba del 20 de abril dejó un enorme cráter en la plataforma de despegue, conocida como Starbase: la gran potencia de los motores esparció trozos de hormigón y otros escombros varios metros a la redonda. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, esta vez SpaceX ha construido bajo la plataforma una placa de acero reforzada con un sistema de pulverización de agua que se activará unos segundos antes del lanzamiento para amortiguar la potencia de los 33 Raptors del Super Heavy y proteger la estructura.