Hoy hablamos de

"Hay gays, lesbianas y trans que temen por su vida": el sorprendente ruego de una obispo en Donald Trump

Desde el altar de la iglesia a la que asistía a misa, una religiosa le pide al presidente "piedad" por los inmigrantes porque "la inmensa mayoría no son criminales"

El presidente Donald Trump y la primera dama Melania, junto al vicepresidente JD Vance y su esposa Usha, en el primer banco de la iglesia, donde una religiosa les ha pedido "piedad" por los inmigrantes y los LGTBIl
21/01/2025
2 min
Regala este articulo

BarcelonaQue tenga piedad "de los niños gays, lesbianas y trans", de los inmigrantes indocumentados y de todas las personas que "hoy tienen miedo" en Estados Unidos. Ésta ha sido la sorprendente oración que una obispo episcopal, Mariann Edgar Budd, ha lanzado desde el púlpito de la iglesia directamente hacia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sentado en primera fila. Las caras de incomodidad de Trump y de su vicepresidente, JD Vance, también en el primer banco de la iglesia, se han ido haciendo más evidentes a medida que avanzaba el sermón de esa clérigo que, con el tono sereno y pausado propio de las homilías, le soltaba algunas verdades incómodas. "Hay niños gays, lesbianas y trans y familias demócratas, republicanas e independientes que hoy temen por su vida", les soltó.

"La gran mayoría de los inmigrantes no son criminales", le ha dicho, mirándole directamente, para desmentir una de sus afirmaciones más recurrentes, que repitió ayer lunes en su discurso de investidura. Los inmigrantes, ha dicho la obispo, "quizás no son ciudadanos o no tienen la documentación apropiada", pero "pagan impuestos, son buenos vecinos, son miembros fieles de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas y templos". "Déjeme pedirle piedad por aquellas personas de nuestras comunidades, cuyos hijos temen que se lleven a sus padres", ha dicho, en alusión a las redadas contra inmigrantes irregulares que Trump ha anunciado por hoy mismo. También le ha pedido que ayude a "aquellos que huyen de zonas de guerra y de persecución a su tierra para que encuentre compasión y bienvenida aquí".

"Permítame hacerle una última petición, señor presidente. Millones de personas han puesto su confianza en usted, y como dijo ayer a la nación, usted ha oído la mano providencial de Dios sobre suyo. En nombre de nuestro Dios le pido tener piedad por la gente de nuestro país que ahora tienen miedo". Así arrancó el sermón de Edgar Budd, que sorprendió a todos los presentes durante la misa con la que arrancaron los actos oficiales del nuevo presidente este martes. Trump asistía a la homilía acompañado de la primera dama, Melania, el vicepresidente y su esposa, y en el banco trasero se veían también a sus hijos y yernos. Toda la familia al completo estupefacta ante el atrevimiento de esa mujer. Las caras de Melania y de la esposa del vicepresidente, Usha Vance, se han mantenido impertérritas y sin desviar la mirada, mientras que el presidente y el vicepresidente no han podido evitar los gestos de disgusto y desaprobación, aunque han intentado de hacerlos de forma contenida.

La religiosa ha hecho una enconada defensa de los migrantes y ha pedido piedad para ellos: "La gente que recoge nuestros cultivos, limpia nuestras oficinas, que trabaja en granjas de caballos y fábricas de empaquetar carne y que lava los platos en los que comemos en el restaurante y trabajan en turnos de noche en los hospitales". "Nuestro Dios nos enseña que debemos ser piadosos con los extranjeros, porque todos somos extranjeros en esta tierra", ha dicho.

stats