Elecciones en Estados Unidos

Trump se impone a Nuevo Hampshire, pero se enfada porque Haley no se da por vencida

La candidata anti-Trump no logra ganar en ese estado moderado, pero obtiene un resultado digno

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El presidente y candidato a la presidencia republicano, Donald Trump, durante la fiesta de las elecciones primarias presidenciales de New Hampshire, en Nashua

BarcelonaNo ha habido sorpresa: el expresidente Donald Trump ha ganado las primarias en el estado de Nuevo Hampshire, las segundas de la carrera republicana hacia la Casa Blanca. Pero en su discurso de victoria y posteriormente, Trump estaba claramente enfadado. El expresidente quería que su victoria aplastara definitivamente a toda la oposición, pero todavía hay una rival que le presenta batalla, Nikki Haley. Donald se llevó el 54,5% de los votos y Haley el 43,3%. Once puntos de diferencia que pueden parecer muchos, sobre todo en un estado donde el perfil de votante es más moderado que el de Iowa –más cercano a Haley–, pero que no dejan la campaña de la exembajadora estadounidense en la ONU tan tocada como Trump hubiera querido.

La retirada del gobernador de Florida, Ron DeSantis, el pasado domingo debía favorecer claramente a Trump, su padre político, con un trasvase directo de votos. "DeSantis es otra versión de Trump, más joven pero con el mismo tipo de votante. Por eso se pensaba que el impacto de su retirada sería más negativo para Haley, pero la candidata ha mantenido un segundo puesto bastante mejor de lo que se esperaba y eso la legitima por completo para continuar en la carrera, al menos hasta las primarias de Carolina del Sur y el Supermartes", considera Carlota García Encina, especialista en EEUU en el Real Instituto Elcano.

Carolina del Sur será la verdadera prueba de fuego para Haley porque es su estado natal y del que ha sido gobernadora, pero al mismo tiempo es un estado donde Trump tiene muchos seguidores. Una derrota contra el magnate sería muy dolorosa y podría hacerle replantear la candidatura. Pero, según García Encina, aun así no estaría todo sentenciado. "De los catorce estados que votan en el Supermartes, hay once que lo hacen con primarias abiertas, es decir, que votan también los independientes y los moderados. Y, tal y como hemos visto en Nou Hampshire, independientes y moderados son los que votan a Haley", dice el analista.

Ciertamente, con Iowa y Nuevo Hampshire sólo han votado menos del 1% del total: sólo se han asignado 62 delegados de un total de 2.429. Pero el peso de estos dos estados es simbólico y también histórico: en los últimos cincuenta años, todos los candidatos que han ganado en Iowa y Nuevo Hampshire han sido nombrados candidatos a la presidencia.

Pero Haley ya ha dicho que no piensa echar la toalla y este mismo miércoles lanzó dos nuevos anuncios de campaña en Carolina del Sur, que celebrará las primarias decisivas el 24 de febrero. Una determinación que no ha gustado nada a Trump, que ha mostrado su enfado porque Haley no se ha retirado: "Ha hecho un discurso como si hubiera ganado y ha perdido: ha tenido una noche muy mala". El presidente Joe Biden, que como estaba previsto ha ganado las primarias demócratas en el mismo estado, ya ha anunciado que se prepara para un duelo con Trump el 5 de noviembre.

La candidata republicana Nikki Haley en un acto de campaña este lunes en New Hampshire.
Donald Trump en un acto de campaña este lunes en New Hampshire.

Nuevo Hampshire es uno de los estados en los que Haley tenía mejores expectativas, porque es relativamente moderado, tiene un 40% de votantes indecisos, un alto porcentaje de graduados universitarios (uno de los segmentos donde es más fuerte) y contaba con el apoyo del gobernador, el republicano Chris Sununu. Por eso Haley, que se ha postulado desde el principio como la auténtica opción anti-Trump, ha volcado todos los esfuerzos en este estado de mayoría blanca, donde ha organizado más de cuarenta actos electorales en el último mes. Pero también es un estado que ha votado por Trump tanto en el 2016 como en el 2020.

La batalla entre Trump y Haley ha movilizado a más votantes que nunca en unas primarias, sean republicanas o demócratas: más de 330.000 personas. Pero ni siquiera una participación récord le ha dado la victoria. De hecho, los 166.000 votos que se ha llevado a Trump son la cifra más alta que nunca ha obtenido un candidato de cualquier partido en este estado, superando el anterior récord que tenía Bernie Sanders, cuando derrotó a Hillary Clinton en ese estado con 152.000 votos.

Biden también gana

El Partido Demócrata también ha celebrado primarias en Nuevo Hampshire, pero descafeinadas, porque en las papeletas no salía el nombre del principal aspirante, el presidente Joe Biden. Los votantes de Biden debían escribir su nombre a mano y eso ha ralentizado el recuento. La formación quería que las primarias en ese estado se celebraran el mismo día que en Nevada, el 6 de febrero, pero las autoridades de Nuevo Hampshire quisieron mantener la fecha para no perder preeminencia en la carrera electoral. Biden quería que los primeros en votar fueran estados más diversos (con menor proporción de población blanca) como Carolina del Sur (3 de febrero) y Nevada. Por eso, este año el caucus demócrata en Iowa no se hizo el 15 de enero, como el republicano, sino que será el Supermartes (5 de marzo). Por ello, el resultado no será reconocido por el Comité Nacional Demócrata y, por tanto, no tendrá valor.

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