El presidente del Supremo contradice el llamamiento de Trump a destituir a un juez federal
El presidente estadounidense había pedido un proceso de impeachment para el juez que ordenó bloquear las deportaciones de venezolanos del fin de semana


WashingtonLa guerra abierta de Donald Trump contra los tribunales sigue escalando. El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, ha respondido a Trump que uno impeachment no es "la respuesta apropiada" cuando se está en desacuerdo con el orden de un juez. El presidente estadounidense había pedido este martes por la mañana que se destituyera al juez federal James Boasberg, que emitió la orden judicial de frenar la deportación de más de 200 venezolanos bajo la ley de enemigos extranjeros este fin de semana. Por primera vez Trump compraba los llamamientos de Elon Musk y su vicepresidente JD Vance a destituir a los jueces que han bloqueado las acciones del gobierno y pedía al Congreso que iniciara un proceso deimpeachment contra Boasberg.
"Durante más de dos siglos se ha establecido que elimpeachment no es una respuesta apropiada al desacuerdo sobre una decisión judicial –ha dicho Roberts en un comunicado emitido por el tribunal–. El procés normal de revisió en apel·lació existeix per a aquest propòsit". Roberts forma part de la majoria conservadora del Suprem, encara que és de perfil moderat. Va ser posat en el càrrec per l'expresident George W. Bush.
El cap de setmana la Casa Blanca va desafiar el poder judicial deportant més de 200 veneçolans a les presons d'El Salvador, tot i la resolució judicial de Boasberg que ordenava aturar el procés. L'argument oficial va ser que el vol ja s'havia enlairat abans que el jutge emetés l'ordre per escrit, tot i que sí que s'havia donat l'ordre de manera verbal. La secretària de premsa, Karoline Leavitt, va insinuar ahir que s'havia ignorat l'ordre verbal quan va posar en dubte que tingués el mateix valor que una ordre judicial escrita. Boasberg havia donat fins al migdia d'aquest dimarts perquè el govern de Trump certifiqués per escrit que cap persona havia estat deportada un cop la directriu judicial ja havia entrat en vigor. Es tracta d'una informació clau per determinar si finalmente se desobedeció su autoridad.
No revelan la hora en la que despegó el vuelo y no queda claro si desobedecieron la orden judicial oral
El departamento de Justicia del gobierno de Trump ha respondido este mediodía del martes al requerimiento del juez, pero con una respuesta parcial. En una breve presentación, los abogados del departamento dicen que ninguno de los vuelos de deportación despegó después de que llegara la orden escrita del juez para detenerlos, a las 19.25 h del sábado. Pero no dicen en qué momento despegaron los dos aviones, por lo que queda sin responder la incógnita de si despegaron después de que se emitiera la orden oral de Boasberg, a las 18.45 h de ese día.
En la audiencia que Boasberg había convocado ayer lunes para pedir por qué su orden, aparentemente, había sido ignorada por la Casa Blanca, el departamento de Justicia había defendido que "una orden verbal no se ejecuta como una orden judicial [escrita]", pero tampoco aclaraba si esa orden oral se había desobedecido. El abogado del gobierno, Abhishek Kambli, se negó a responder a ninguna pregunta detallada sobre los vuelos de deportación y defendió que Trump tenía amplia autoridad para expulsar a inmigrantes con poco o sin ningún proceso legal, de acuerdo con la ley de enemigos extranjeros.
Más allá de la falta de colaboración, antes de que empezara la audiencia, el departamento de Justicia intentó cancelarla, y en un movimiento aún más extremo Justicia pidió al tribunal de apelaciones federal que supervisa al juez que retirara Boasberg del caso. "Este juez, como muchos de los demás jueces corruptos que me fuerzan a presentarme ante ellos, debería ser sometido a uno impeachment", decía Trump este martes en un mensaje en la red Truth Social.
El intento de someter al juez a uno impeachment, que ha sido bloqueado ahora por el Tribunal Supremo, puede parecer una salida de tono de Trump, pero varios congresistas republicanos le habían apoyado e incluso apuntaban la posibilidad de utilizar el mecanismo contra otros jueces que cuestionan las órdenes ejecutivas de Trump.