La carrera en la Casa Blanca

A tres años del asalto al Capitolio, Trump y el trumpismo sacan músculo

El ataque no pasa factura al expresidente ni a un movimiento que sigue influyendo en el Partido Republicano y en la sociedad estadounidense

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Partidarios de Trump asaltando el Capitolio el 6 de enero

Nueva YorkEl asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 podría haber supuesto un punto de inflexión para el Partido Republicano, el trumpismo y el propio Donald Trump. De hecho, en un principio pareció serlo. Una mayoría de los estadounidenses culpaban al entonces todavía presidente del ataque y lo repudiaban, y varios dirigentes del partido le censuraron públicamente.

Sin embargo, las críticas de sus correligionarios duraron muy poco, ya que sólo un mes después volvieron a salvarle en su segundo juicio político. Así, la insurrección instigada por Trump y perpetrada por sus seguidores no redujo ni la influencia ni la fortaleza del trumpismo. Y, tres años después de ese fatídico día, el Partido Republicano sigue siendo claramente el partido de Donald Trump.

La su llegada a la presidencia en 2016 representó la victoria de un ala populista nacionalista cristiana, antiinmigración, proteccionista y aislacionista, heredera tanto del neoconservadurismo de los años 80 y de su líder Pat Buchanan como del movimiento ultraconservador Tea Party del 2009. Durante la presidencia de Trump, pero también en los últimos años, este ideario trumpista se ha ido consolidando y ha enterrado principios republicanos de la era Reagan y Bush como el libre comercio, los límites al gasto público o el intervencionismo militar. La conquista definitiva del Partido Republicano por parte del trumpismo –otramente conocido por movimiento MAGA– se hizo patente el pasado noviembre con el ascenso a la presidencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos de Mike Johnson, un ultraconservador religioso y aliado de Trump.

Jake Angeli, Q Shaman, en el Capitolio, durante el asalto del 6 de enero de 2021.

Pero su influencia no se detiene con Johnson en el cargo. En nueve días los caucus de Iowa republicanos, que darán el pistoletazo de salida a la carrera por la Casa Blanca con su particular elección del candidato a la presidencia, será muy probablemente una nueva demostración de fuerza del trumpismo. El inicio de las primarias demócratas, en cambio, se harán esperar otros quince días, ya que sus dirigentes decidieron iniciar esta elección el 3 de febrero en otro estado, Carolina del Sur, por primera vez desde los años 70 y después del fiasco en el recuento de votos en Iowa de hace cuatro años.

Sin sorpresas

Por el momento no se esperan sorpresas en las dos elecciones primarias. Todo apunta a que Trump y el ahora presidente Joe Biden serán los candidatos de sus respectivos partidos y, por tanto, reeditarán el duelo del 2020.

Trump tiene el apoyo del 60% del electorado republicano pese a hacer frente a 91 acusaciones de delitos en cuatro casos criminales diferentes, que van desde su participación en la insurrección del 6 de enero hasta sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020, la posesión ilegal de documentos clasificados y el presunto cohecho por el silencio de una actriz porno. Algunos analistas aseguran que sus partidarios le son fieles al considerar que Trump es la víctima de una persecución política. Además, teorías conspirativas como el supuesto fraude electoral de 2020 o que el FBI azuzó el asalto al Capitolio del 6 de enero han hecho hueco entre el electorado republicano.

Los diversos procesos judiciales contra él supusieron un revulsivo para en su candidatura, ya que se iniciaron cuando se encontraba en un momento bajo de popularidad, después de las elecciones de medio mandato de 2022. Los candidatos más extremistas que catapultó con su apoyo en las primarias del partido perdieron las legislativas y costaron la recuperación de la mayoría republicana en el Senado.

Algunos líderes y donantes conservadores empezaron entonces a pedir un cambio en el timón y señalar al gobernador de Florida, Ron DeSantis, entonces muy querido por el movimiento trumpista, como posible nuevo líder del partido. En un año, sin embargo, Trump ha dejado claro que, al menos de momento, no puede haber trumpismo sin él, y ha convencido a los votantes conservadores de que él es el único candidato que puede ganar Biden.

¿Primarias sentenciadas?

A priori, pues, las primarias parecen sentenciadas, pero la lucha presidencial de este año está llena de incógnitas y, por tanto, todo es posible. En las próximas semanas se espera que el Tribunal Supremo decida si los estados pueden prohibir la participación de Trump en las elecciones por su papel al frente del ataque al Capitolio, cómo han hecho Maine y Colorado. Por otro lado, otro tribunal sopesa si Trump es inmune a esta acusación, ya que era presidente cuando ocurrieron los hechos.

No se cree que el poder judicial impida su candidatura, pero los republicanos podrían encontrarse en julio con un candidato convicto. Si bien Trump podría ser elegido e, incluso, ser presidente aunque fuera encarcelado, ya que la Constitución no dice nada al respecto, es evidente que el país se encontraría ante una crisis legal que debería ser resuelta en los tribunales y que , para muchos, tendría consecuencias nefastas para la democracia de Estados Unidos.

Imagen de la ficha policial de Donald Trump, hecha pública por la oficina del sérifo del condado de Fulton, en Atlanta, en el estado de Georgia.

En este contexto se lee la estrategia del presidente Biden, que este viernes en un discurso en Pensilvania, un día antes del aniversario del ataque al Congreso de las hordas trumpistas, ha afirmado que Trump es una “amenaza existencial ” para Estados Unidos. Tanto su equipo como él están convencidos de que los temores de los votantes a una presidencia autoritaria de Trump van a pesar más que los problemas en la economía del país o la crisis fronteriza.

El líder republicano, en cambio, sigue elogiando a los insurrectos, de los que más de 450 han recibido sentencias de prisión, porque cree que los hechos del 6 de enero no le van a pasar factura y sigue apostando por el discurso nacionalista y antiinmigración. La lucha de mensajes acaba de empezar, y todavía queda mucho partido.

Primarias y caucus, y fechas clave de la carrera en la Casa Blanca

La contienda arranca en Iowa, un estado pequeño, rural y poco poblado, que, sin embargo, es clave en la carrera electoral. Mide la temperatura de los candidatos, impulsa y frena campañas y, en ocasiones, predice el nominado. Aquí la selección de delegados se realiza a través de caucus, un sistema peculiar de reunión de votantes que se utiliza, con variantes, en una decena de estados del país (Nevada, Kansas o Maine son algunos). Las diferencias con las primarias convencionales son enormes. En las primarias, los votantes acuden a las urnas y depositan su voto por un candidato, como en cualquier elección. Los caucus son reuniones –en Iowa, por ejemplo, se realizan 1.678– que tienen lugar en polideportivos, iglesias, bibliotecas e incluso restaurantes. Los votantes están citados a una hora –normalmente, al final de la tarde– y, dentro del lugar de reunión, se dividen en grupos en función de la preferencia de su voto.

  • 15 de enero: caucus presidenciales republicanos de Iowa
  • 23 de enero: primarias presidenciales de New Hampshire demócratas (D) y republicanas (R)
  • 3 de febrero: primarias presidenciales demócratas de Carolina del Sur
  • 6 de febrero: primarias presidenciales demócratas de Nevada
  • 8 de febrero: caucus presidenciales republicanos de Nevada e islas Vírgenes
  • 24 de febrero: primarias presidenciales republicanas de Carolina del Sur
  • 27 de febrero: primarias presidenciales de Michigan (D y R)
  • 2 de marzo: caucus republicanos de Idaho y Missouri
  • 3 de marzo: primarias presidenciales republicanas del Distrito de Columbia
  • 4 de marzo: caucus presidenciales republicanos de Dakota del Norte
  • 5 de marzo: Supermartes: primarias de Alabama (D y R); primarias de Alaska (R); primarias de Arkansas (D y R); primarias de California (D y R); primarias de Colorado (D y R); primarias de Maine (D y R); primarias de Massachusetts (D y R); primarias de Minnesota; primarias de Carolina del Norte (D y R); primarias de Oklahoma (D y R); primarias de Tennessee (D y R); primarias de Texas (D y R); caucus republicanos de Utah; primarias de Vermont (D y R); primarias de Virginia (D y R); caucus de la Samoa Americana
  • 15-18 de julio: convención nacional republicana, que tendrá lugar en Milwaukee, Wisconsin
  • 19-22 de agosto: convención nacional demócrata, que tendrá lugar en Chicago, Illinois
  • 5 de noviembre de 2024: elecciones presidenciales
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