La cumbre de líderes europeos en París se cierra sin consenso sobre el envío de tropas de paz a Ucrania

ParísEl temor a un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia para resolver la guerra de Ucrania a espaldas de Europa y de Kiiv ha obligado a los países europeos a movilizarse. Tras confirmar durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, de este fin de semana, que Washington quiere negociar sólo con Moscú la salida al conflicto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, había convocado en una cumbre de urgencia en París este lunes a los líderes de los principales países de la Unión Europea –Alemania, Polonia, España, Italia, Países Bajos y Dinamarca– y también del Reino Unido.

La cumbre, sin embargo, ha terminado sin ningún mensaje unitario y con divergencias sobre la idea de enviar soldados europeos sobre el terreno para garantizar la paz cuando se produzca un alto el fuego en Ucrania. Alemania, España y Polonia encabezan los países que han mostrado reticencias a debatir la propuesta, que consideran prematura. "Es un debate inadecuado, en un momento erróneo y sobre un tema erróneo", ha dicho contundente el canciller alemán, Olaf Scholz, quien se juega el cargo este domingo en las elecciones federales.

En la misma línea se ha expresado el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez: "Aún no se han dado las condiciones de paz, todavía no podemos empezar a pensar en el diseño" del envío de tropas, ha advertido Sánchez en una rueda de prensa este lunes por la noche.

Contingente de paz

La idea, que hace tiempo lanzó Francia, es que Europa asuma la garantía de seguridad sobre el terreno en el momento en que haya un principio de acuerdo de paz. Estados Unidos ha descartado que la OTAN asuma el rol y, por tanto, la alternativa sería que fueran soldados europeos que se desplegarían como contingente de paz. Sin embargo, los líderes han insistido en que en este contingente de paz deben participar también Estados Unidos. Sería la garantía para que Rusia no volviera a atacar.

A pesar de las reticencias de una parte de los países del continente, Países Bajos, Suecia y Reino Unido ven con buenos ojos la propuesta de enviar soldados cuando se cierre un acuerdo de paz. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que Londres podría "desplegar tropas británicas sobre el terreno, si fuera necesario", para garantizar una "paz duradera" en Ucrania.

En cualquier caso, la cumbre de este lunes, donde no participaban todos los países de la UE, tenía un carácter informal, y no debían tomarse decisiones concretas, más allá de debatir la estrategia a seguir ante el desafío de Estados Unidos. El presidente de EEUU, Donald Trump, aunque en algún momento se ha mostrado ambiguo sobre la cuestión, planea dejar a Europa fuera de la mesa de negociaciones. La semana pasada acordó con el presidente Putin, sin consultarlo ni con Kiiv ni con Bruselas, iniciar las negociaciones "inmediatamente", y este martes ya están previstas las primeras reuniones entre responsables rusos y americanos en Arabia Saudita.

Llamada entre Macron y Trump

Además, Trump dijo el domingo que se reunirá "muy pronto" con el presidente ruso. Putin tampoco quiere que Europa se siente a negociar. Su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, ha dicho este lunes que no tiene sentido que Europa participe en las conversaciones porque "quiere que la guerra continúe y no está dispuesta a realizar concesiones territoriales". Antes de reunirse con los líderes europeos, Macron habló por teléfono con Trump, según informaron fuentes del Elíseo, aunque no trascendió el contenido de la conversación.

La exclusión de Europa ha hecho saltar todas las alarmas del continente. Ucrania, ubicada entre la UE y Rusia, es un país clave para la seguridad de los países europeos, y que Trump quiera dejar de lado la UE y Kiiv para negociar la paz genera muchos recelos. "La seguridad de Europa está en un punto de inflexión", ha dicho este lunes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también invitada en la cumbre informal de París junto al presidente del Consejo Europeo, António Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. "Se trata de Ucrania, pero también de nosotros", aseguró Von der Leyen.

Distanciamiento con Europa

El regreso de Trump a la Casa Blanca ha supuesto una ruptura con las políticas de su predecesor, Joe Biden, también en política exterior. El resultado es un cambio radical en la estrategia exterior de Estados Unidos, con un peligroso acercamiento a Moscú y distanciamiento con Europa. Los países comunitarios intentan medir las implicaciones que supone este distanciamiento y comienzan a asumir que se abre una nueva era de relaciones transatlánticas en las que Europa tendrá que garantizar su propia seguridad.

En la UE también existe un cierto consenso sobre la necesidad de aumentar el presupuesto de defensa para incrementar su soberanía militar, uno de los mensajes que más se han escuchado desde la llegada al poder de Donald Trump. Europa necesita, ahora más que nunca, más soberanía militar y menos dependencia de la OTAN, donde Estados Unidos tiene un rol clave. "Debemos reforzar la defensa en Europa", ha vuelto a reclamar Ursula Von der Leyen al terminar la cumbre.

La UE debate si flexibilizar las normas de disciplina fiscal para permitir que los Estados miembros puedan invertir más, y algunos Estados miembros, como España, reclaman que se acuerde en el marco de la UE un mecanismo común de emisión de deuda para financiar el aumento de gasto en seguridad y defensa. "Tiene que haber una responsabilidad de todos", ha pedido Pedro Sánchez.