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Reino Unido, dispuesto a enviar tropas a Ucrania para defender "una paz duradera"

Starmer presiona a los líderes europeos por un compromiso más firme horas antes de la reunión de París

Keir Starmer y Volodímir Zelenski, en el exterior del palacio de Blenheim.
17/02/2025
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LondresKeir Starmer da un paso adelante en su compromiso con el continente europeo y la integridad de Ucrania. Horas antes de la reunión informal de líderes europeos que ha convocado en París este lunes por la tarde al presidente Emmanuel Macron, el primer ministro británico ha anunciado que Londres podría "desplegar tropas británicas sobre el terreno, si fuera necesario", para garantizar una "paz duradera" en Ucrania. En ningún caso estarían mientras hubiera combates. En un artículo muy significativo que publica en el diario ultraconservador Daily Telegraph, muy crítico y durísimo con la gestión de Starmer desde que llegó al poder, el líder laborista asegura: "Nos encontramos frente a un momento único en una generación para la seguridad colectiva de nuestro continente. Esto no es sólo una cuestión sobre el futuro de Ucrania, sino que también es una cuestión existencial para toda Europa".

En este contexto, y cuando Estados Unidos amenaza con dar la espalda a Europa en unas hipotéticas negociaciones de paz entre Moscú y Washington que vivirán el primer capítulo este martes en Arabia Saudí, el premier afirma que "asegurar una paz duradera en Ucrania que proteja su soberanía a largo plazo es esencial" si se quiere "disuadir a Putin de continuar la agresión en el futuro". Y añade: "Reino Unido está listo para jugar un papel de liderazgo en la aceleración del trabajo sobre garantías de seguridad en Ucrania. Esto incluye un apoyo adicional al ejército ucraniano". Con este razonamiento, el líder laborista asegura que no sólo se implicará con ayuda económica ya comprometida con Volodímir Zelenski, sino también con la mencionada presencia de tropas.

"No lo digo a la ligera –sigue Starmer–, siento profundamente la responsabilidad que conlleva la posibilidad de poner en peligro a los militares británicos. Pero cualquier papel en la garantía de la seguridad de Ucrania contribuye a garantizar la seguridad de nuestro continente y la seguridad de este país".

La intervención de Starmer tiene diferentes lecturas, complementarias y quizás contrapuestas. Por un lado, es el reconocimiento de la situación geoestratégica de las Islas y una apelación a la historia ya la hora más gloriosa, en palabras de Churchill, de la resistencia ante los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El peligro es ahora Putin y Londres no quiere rehuir una responsabilidad que le une a un pasado heroico. Así, pone presión a los grandes países de la Unión para que, hipotéticamente, se unieran a la fuerza de paz, en un intento de no quedarse al margen de lo que parece un inminente inicio de negociaciones. En este sentido, Francia podría también realizar un movimiento significativo. En el pasado, de hecho, Macron ya había insinuado la necesidad de enviar a Ucrania una fuerza militar, si bien en un contexto muy distinto al actual, cuando no había rumores de paz en el horizonte.

"La debilidad conduce a la guerra"

Por otra parte, Starmer intenta rehacer los puentes entre Europa y Washington y se juega todo a la tan repetida relación especial con Estados Unidos fortalecida, precisamente, a raíz de la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, el ofrecimiento de Londres podría suponer una forma de afrontar la realidad del abandono en la que quedaría Europa por la nueva política de la administración de Donald Trump. Asimismo, sería un intento de apaciguar la furia y el desprecio del republicano contra la Unión Europea, adelantándose a lo que ya parece una posible conclusión del conflicto: que la Casa Blanca y el Kremlin hagan la suya, y que Europa acabe pagando la factura de las garantías de seguridad y de la futura reconstrucción ucraniana. Sobre estos y otros puntos, así como sobre la posible imposición de aranceles en el Reino Unido, Starmer hablará con Trump en los próximos días, cuando viaje a Estados Unidos para entrevistarse con ellos.

Starmer llegará a Washington con la misión de jugar el papel de bisagra entre la Casa Blanca y Bruselas, esperando que Trump no le plante la bofetada del desprecio. No en vano, en el texto que publica este lunes, le da la razón cuando dice: que "Europa debe hacer más para responder a las demandas de su propia seguridad": "Debemos demostrar que nos tomamos en serio nuestra propia defensa y nuestra responsabilidad. Hemos hablado durante demasiado tiempo y el presidente Trump tiene razón cuando exige que nos pongamos de una vez. Como en euro TAN".

Otro de los párrafos igualmente relevante del artículo de Starmer es cuando hace referencia al fiasco de la salida de Estados Unidos de Afganistán. "El presidente Zelenski y el pueblo ucraniano han demostrado una resiliencia extraordinaria y han hecho grandes sacrificios en la defensa de su país. No podemos permitir que se repita una situación como la de Afganistán, donde EEUU negoció directamente con los talibanes y dejaron de lado al gobierno afgano. Estoy seguro de que el presidente Trump también asegurará. Pero la gestión de la salida le correspondió a Joe Biden. Los afganos, y más especialmente las afganas, todavía pagan la retirada occidental.

El anuncio de Starmer también incluye la voluntad de Londres de que, al menos a largo plazo, Ucrania se integre en la OTAN. Una posibilidad que, de momento, Estados Unidos de Trump no ve "real", según anunció el secretario de Defensa Pete Hegseth, la semana pasada en Europa. El premier es un defensor acérrimo, aunque también realista: "Aunque la adhesión a la OTAN puede tardar tiempo, debemos seguir apoyando el camino irreversible de Ucrania hacia la Alianza. También debemos mostrar más firmeza en la aplicación de la presión económica. La economía de Putin se está resintiendo: está preocupado seguridad futura de nuestro continente. Tal como diré en París, la paz se consigue con fuerza. Pero también es cierto lo contrario: la debilidad conduce a la guerra", una frase que evoca también la política de apaciguamiento del primer ministro Neville Chamberlain y la reunión de Munic con Hitler en 1938.

No se espera que de la reunión de París salga ningún comunicado oficial. Habrá representados la Unión Europea, la OTAN, Francia, Dinamarca, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania y España. Fue precisamente el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, quien rebajó esta misma mañana la posibilidad de que los países europeos envíen tropas a Ucrania. "Hay que ser muy claro cuando tocamos temas tan sensibles y tan graves: nadie está planteando en estos momentos el envío de tropas a Ucrania", ha dicho a Onda Cero.

Albares, que se ha pronunciado tras el posicionamiento del Reino Unido, ha argumentado que por ahora no es una opción porque la guerra sigue en marcha. "La paz sigue estando muy lejos", ha dicho. Además, incidió en que, llegado el caso de que se produjera la paz, "tenemos que ver de qué paz estamos hablando, qué mandato de paz se dará a una posible fuerza y ​​bajo qué bandera estaría".

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