Al menos 61 muertos en un naufragio en el Mediterráneo central
Las víctimas eran de Nigeria, Gambia y otros países africanos y había criaturas y mujeres, según la ONU
BarcelonaAl menos 61 personas, entre ellas mujeres y criaturas, murieron el sábado en un naufragio frente a las costas de Libia, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). En el barco iban 86 personas, según el relato de los supervivientes, que sólo han sido 25. La embarcación había zarpado de la ciudad libia de Zuwara, en el oeste del país, en la ruta migratoria del Mediterráneo central, una de las más mortíferas del planeta. El naufragio se produjo con mala mar y la embarcación había salido en la noche del miércoles al jueves.
Libia es, después de Túnez, el principal punto de salida de los migrantes que intentan llegar desde el norte de África a Europa, vía Italia. La mayoría de las víctimas eran de Nigeria, Gambia y otros países africanos ya los supervivientes les devolvieron a un centro de detención de migrantes en Libia, donde la OIM les facilitó asistencia médica. Flavio Di Giacomo, portavoz del organismo de la ONU, ha explicado que este año hasta 2.250 personas han muerto en esta ruta, "una cifra terrible que demuestra que, por desgracia, no se está haciendo lo suficiente para salvar vidas en el mar". Desde 2014 se han identificado al menos 22.400 muertes en el Mediterráneo central, pero se calcula que el dato real triplica éste, porque muchos naufragios pasan inadvertidos.
Más de 153.000 migrantes han llegado a Italia a través de Libia y de Túnez este año, después de la elección de la ultraderechista Giorgia Meloni como primera ministra, que había prometido poner fin a la inmigración irregular. Meloni anunció el 6 de noviembre un acuerdo con Albania para construir centros donde detener a los migrantes llegados a Italia (con la excepción de las mujeres y las criaturas) mientras se procesan sus peticiones de asilo. El Tribunal Constitucional albanés ha paralizado el acuerdo hasta que se pronuncie, en un plazo de tres meses.
No es sorprendente que una precaria barcaza llena hasta los topes de gente se haya lanzado al mar en pleno temporal. Libia se ha convertido en un agujero negro desde la caída del dictador Moamar Gadafi, que había gobernado el país con mano de hierro durante 40 años, tras la revuelta del 2011 y la posterior intervención militar de la OTAN. Desde entonces las mafias de tráfico de personas –que son las mismas que trafican con petróleo y armas– se han hecho fuertes en el país, hundido en el caos y actualmente con dos gobiernos rivales. Estas mafias extorquecen y esclavizan a los migrantes en ruta hacia Europa desde el Sahel y han sido acusadas de todo tipo de abusos, desde secuestros hasta violaciones, asesinatos o esclavitud. Las autoridades italianas y europeas colaboran con milicias locales, constituidas en autodenominados guardacostas, para frenar la salida de las pateras.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha publicado esta semana un informe que denuncia los abusos y malos tratos contra solicitantes de asilo y migrantes en centros de detención de Trípoli, donde están retenidos miles de extranjeros de forma arbitraria. El sábado la agencia contra la inmigración clandestina del gobierno de unidad nacional de Libia liberó a 106 migrantes de nacionalidad siria y sudanesa y de origen palestino "con la condición de no volver a intentar atravesar el mar hacia la Unión Europea", según informó el ministerio del Interior.