Reino Unido

El triunfo laborista en las municipales británicas inicia la cuenta atrás para Rishi Sunak

La victoria en Londres, Liverpool, Manchester y las West Midlands vislumbra un ansiado cambio de ciclo electoral

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Sadiq Khan, alcalde electo de Londres, y su esposa, Saadiya Ahmed.

LondresLas voces de los alcaldes electos de algunas de las ciudades y regiones más importantes del Reino Unido –Londres, Liverpool, Manchester y Birmingham-West Midlands, entre otros– se han unido este sábado a la del líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, para exigirle al primer ministro, Rishi Sunak, la convocatoria inmediata de elecciones generales.

Después de un recuento tortuoso y agónico, que se ha alargado casi 47 horas hasta conocer los resultados definitivos de las municipales, que se celebraron el jueves en Inglaterra, el laborismo ha logrado remachar el penúltimo clave de la tumba política de Sunak e iniciar la cuenta atrás del desalojo de los conservadores de Downing Street después de 14 años. A pesar del clamor de la oposición, el premier avanzó repetidamente que los comicios en la Cámara de los Comunes tendrían lugar en la segunda mitad del año.

Si ya con los datos provisionales que se fueron conociendo el viernes –de consejos municipales, no de las alcaldías– el escenario para los conservadores era decepcionante y ponía en duda las esperanzas de reelección del primer ministro, una vez confirmado un histórico tercer mandato para el alcalde de Londres, el laborista Sadiq KhanSin embargo, sobre todo, la muy ajustada victoria también laborista en la alcaldía de las West Midlands, por poco más de mil votos, se anuncia un futuro hundimiento tory en las generales.

La derrota de los conservadores en esta región cambia totalmente el relato de las municipales y pone de nuevo contra las cuerdas Sunak. El premier confiaba en la victoria en Birmingham y la región metropolitana, a la que añadiría también la de Tees Valley –noreste de Inglaterra–, para frenar las críticas a su gestión. Sin embargo, ahora ha quedado totalmente a la intemperie, si bien no parece probable un golpe contra su liderazgo.

Pérdidas generalizadas

Además de otro escaño en los Comunes, el de Blackpool South –noroeste de Inglaterra–, donde hubo también una elección parcial que se saldó con el triunfo laborista, los conservadores han perdido casi la mitad de los poco más de mil concejales que defendían en los 107 consejos municipales en los que había elecciones, un tercio de los de Inglaterra. De hecho, sólo lograron retener el control de seis de los dieciséis con los que partieron el jueves.

Y pese a la magnitud de la derrota tory, aún más pronunciada por el resultado de las West Midlands, Sunak aseguraba este sábado en un artículo en el conservador The Daily Telegraph que todo está aún por disputarse. El premier no menciona la fecha de las elecciones, pero sí afirma que "ya sea en la economía, la inmigración, el bienestar o la defensa del reino", los conservadores tienen "un plan que funciona, y el de los laboristas no se ve por a ninguna parte". Una posición comprensible, pero mucho más que discutible, según lo expresado por los ciudadanos en las urnas en el último ensayo general antes de la batalla por las claves de Downing Street.

A estas alturas, los estrategas conservadores del número 10 estará haciendo cálculos sobre cuál es el mejor momento para volver a llamar a los ciudadanos a las urnas. Si se hace caso a la respuesta de Sunak, la mayoría de los especialistas apuestan por el 14 o el 21 de noviembre. Un cálculo que tiene la vista puesta, básicamente, en el hecho de que, a las puertas del invierno, la política de deportaciones de migrantes en Ruanda finalmente habrá despegado y las listas de espera del sistema de salud pública aún no se habrán agravado por las crisis de la gripe. Con una sólida ventaja de los laboristas de entre 20 y 22 puntos en las encuestas, y el terremoto de las municipales, ya solo Keir Starmer puede dejar escapar una victoria que todo el mundo, incluso el propio Sunak, da por segura.

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