Italia

El alemán que se ha convertido en la esperanza de Meloni para arrebatar la alcaldía de Florencia

Eike Schmidt, ex director de la Galería de los Uffizi, se enfrenta a la candidata progresista en la segunda vuelta de las municipales

4 min
Eike Schmidt en una imagen de archivo

RomaEste domingo y lunes, los ciudadanos de Florencia están llamados a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones a la alcaldía de la ciudad, que enfrentará a los dos candidatos más votados, la progresista Sara Funaro, que obtuvo el 43% de las papeletas, y Eike Schmidt, el ex director de la Galería de los Uffizi, que se quedó con cerca del 33% de los votos.

A principios de abril, después de meses de especulaciones, el ex director de una de las pinacotecas más importantes del mundo anunció su candidatura a las filas de Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra, Giorgia Meloni. “Hoy, 6 de abril de 2024, no solo celebramos el cumpleaños de Rafael, también es una bella jornada de primavera en la que revelo mi candidatura”, dijo Eike Schmidt en una conferencia de prensa, confirmando los rumores.

El historiador, nacido en Friburgo, que se define a sí mismo como demócrata y antifascista, dijo que concurriría a las elecciones como candidato independiente, pero solicitó el apoyo de la coalición de derechas –Hermanos de Italia, Liga y Fuerza Italia– que gobierna el país, que no tardó en responderle con los brazos abiertos. "Schmidt como alcalde de Florencia supondría la consagración de la noción de ciudadano europeo", celebró el ministro de Cultura, Gennaro Sangiulià.

Bastión de la izquierda

La candidatura de Schmidt es una oportunidad de oro para Meloni de arrebatar el poder a la izquierda en una de las últimas regiones rojas de Italia, y también el único candidato que tienen los conservadores con opciones reales de ganar en las urnas, según los analistas. La Toscana era hasta hace poco uno de los bastiones de la izquierda, pero en los últimos años ciudades como Pisa o Siena han pasado a manos de la derecha. Todas menos Florencia, la capital.

La carrera hacia el Palazzo Vecchio, sede del ayuntamiento florentino, arrancó en abril, aunque el historiador alemán nacionalizado italiano hace tiempo que se deja querer por los conservadores. Sobre todo desde que se convirtió en azote del actual alcalde, el socialdemócrata Dario Nardella, antiguo brazo derecho del ex primer ministro Matteo Renzi, también originario de la Toscana.

Una imagen de la Galería de los Uffizi

Eike Schmidt, el primer extranjero en dirigir la Galería de los Uffizi, goza de una gran popularidad entre los florentinos. Experto en escultura de 55 años, su nombramiento como director del museo, que acoge obras maestras de Leonardo, Caravaggio y Botticelli, supuso un auténtico terremoto para una ciudad noble muy apegada a las tradiciones. Durante sus ocho años al frente de la Galería, el historiador alemán impulsó una revolución que permitió aumentar las visitas y el prestigio de la pinacoteca, al tiempo que hizo fruncer las cejas a los más puristas, entre ellos, Cecilie Hollberg , su homóloga en la Galería de la Academia, que acoge a David de Miquel Àngel.

El escándalo de la 'influencer'

Fue él quien decidió incluir un moderno sistema basado en un algoritmo para reducir las colas o impulsar la presencia del museo en las redes sociales, lo que ha convertido a la pinacoteca en una protagonista más de la vida cultural de la ciudad. Una de sus iniciativas más polémicas fue autorizar una sesión fotográfica en el museo con la influencer y empresaria Chiara Ferragni para la portada de la revista Vogue. La indignación creció aún más cuando las redes sociales de la pinacoteca calificaron a la joven como “una especie de divinidad contemporánea de la era social”, comparándola con la Venus de Botticelli. Pero Schmidt no pidió disculpas, al contrario: unas semanas después anunció que las visitas habían aumentado casi un 30% gracias al efecto Ferragni.

Su relación con la política local tampoco ha sido fácil. Una de las primeras medidas que tomó cuando fue nombrado director en el 2015 fue instalar unos altavoces en los que intentaba disuadir a los turistas de comprar entradas a los revendedores que intentan hacer negocio en las inmediaciones del museo. Fue multado con 295 euros por hacer publicidad en la vía pública sin autorización y fue personalmente a pagarla de su bolsillo al ayuntamiento. Tampoco pierde la ocasión de acusar a la administración de no hacer lo suficiente para frenar el vandalismo en la calle, la masificación turística o de haber conducido a la ciudad a una “degradación sin precedentes”.

En 2023 expiró su segundo mandato al frente de la Galería de los Uffizi y fue trasladado a la dirección del Museo de Capodimonte de Nápoles, del que ha pedido una excedencia para centrarse en la campaña electoral. Su principal rival en las urnas será Sara Funaro, concejala de Bienestar del alcalde saliente, el socialdemócrata Dario Nardella, quien ha acusado a Schmidt de no haber salido nunca del centro histórico de la ciudad. “Conoce los barrios y la periferia de Florencia como yo conozco a Laponia –ironizó–, pero será un gran desafío”.

stats