Los aliados europeos ofrecen a Zelenski buenas palabras pero no más apoyo

El presidente ucraniano viaja a Londres, París, Roma y Berlín con un plan de victoria que requiere más armas y dinero

El primer ministro británico y el presidente de Ucrania se reunieron en Downing Street esta mañana del jueves.
10/10/2024
5 min

LondresIncluso el huracán Milton ha soplado en contra de Volodímir Zelenski. Lo que iba a ser un fin de semana relevante para el futuro de Ucrania, con la reunión, el sábado, en la base aérea de Ramstein (Alemania) entre el líder del país y una veintena de sus aliados occidentales, ha acabado posponiéndose porque Joe Biden ha preferido quedarse en Washington para seguir de cerca la evolución de la tormenta que ha puesto a Florida en estado de emergencia.

El plan de la Victoria que Zelenski debía exponerles –y que ya presentó en Washington hace dos semanas, sin demasiado éxito–, en un renovado intento de conseguir mayor apoyo militar y económico, ha quedado, de momento, congelado. Así, Estados Unidos ha ganado tiempo, Europa occidental también y Zelenski pierde algo más de territorio, infraestructuras y vidas humanas, en lo que parece un lento pero implacable avance de las tropas de Vladimir Putin en la región de Donetsk.

De momento, todo parece que se fía al 5 de noviembre y al resultado de las elecciones estadounidenses antes de realizar ningún otro movimiento. Milton ha dado la excusa a Biden, y de rebote en Londres y en París, para evitar pronunciarse en relación con la pretensión de Kiiv de que los misiles que le proporcionan puedan llegar más adentro del territorio ruso. Una circunstancia que el Kremlin vería como una declaración de guerra de la OTAN contra la Federación Rusa, al menos de acuerdo con las palabras del Putin. Puede ser una fanfarronada más, pero Washington no quiere arriesgarse a menos de un mes de las presidenciales.

Mark Rutte, el nuevo secretario general de la OTAN desde el 1 de Octubre, este jueves en Downing Street.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibe en el palacio del Elíseo a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, este jueves.

En este contexto de indefinición, Volodímir Zelenski ha desplegado este jueves una intensa actividad diplomática, con visitas a Londres, París y Roma, previa a la que mañana realizará en el canciller Olaf Scholz. De acuerdo con informaciones de la prensa ucraniana y británica, el presidente Zelenski llevó a Downing Street el citado plan de victoria, que mostró también al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, presente en el encuentro.

Garantías de seguridad

El plan de Zelenski tiene cinco puntos, e incluye elementos militares y diplomáticos, tales como la candidatura de Ucrania para unirse a la OTAN a largo plazo, en un intento de obtener futuras garantías de protección. El objetivo de Kiiv es reforzar la posición de negociación de Ucrania y presionar a Rusia para que acepte un armisticio justo. Putin, sin embargo, no parece tener ninguna intención de variar su determinación de conquistar totalmente, y por las armas, las cuatro provincias anexionadas ilegalmente en septiembre de 2022, con unos referendos impostados.

Las palabras del comunicado de la oficina de Zelenski tras el encuentro con Starmer y Rutte indican la falta de concreción que el presidente ucraniano ha obtenido de la visita a Downing Street. "Los líderes acordaron trabajar en el plan junto a los aliados", se leía.

La alfombra roja luce por toda Europa, pero no parece conducir a ninguna parte. El secretario general de la OTAN también se mostró ambiguo cuando fue preguntado sobre la conveniencia o no de autorizar que los misiles occidentales lleguen bien adentro del territorio ruso: "Legalmente, esto es posible –dijo a la salida de Downing" Street–, porque legalmente Ucrania puede utilizar sus armas para atacar objetivos en Rusia, si estos objetivos representan una amenaza para Ucrania. Pero corresponde a los aliados individuales decidir cómo se pueden utilizar las armas que entregan a Ucrania”. Londres, especialmente reacio, y París, no moverán ni un dedo sin tener el visto bueno de la Casa Blanca. Berlín es radicalmente contrario a la idea.

En el caso del presidente Macron a su llegada a París, sus palabras tampoco han sido mucho más alentadoras. La reunión pretendía reiterar el apoyo francés a Kiiv en su lucha contra Rusia, y reafirmar "la determinación de Francia de seguir dando, a largo plazo y con todos sus socios, un apoyo inquebrantable a Ucrania y al pueblo ucraniano". ¿Pero qué significan, exactamente?

Imagen del puerto de Odessa, tras el ataque de anoche, que dejó ocho muertos.

Mientras, las bombas rusas siguen cayendo sobre población civil ucraniana, como anoche en Odessa, donde mataron a ocho personas, y en las inmediaciones de Járkov y Kherson, que sufren ataques diarios. Un tercer invierno de guerra se acerca sin que se vea ningún final en la cada vez más "insostenible guerra de desgaste", como se refería la semana pasada el semanario The Economist. Un desgaste que Rusia puede permitirse, porque le sobra carne de cañón, pero no Ucrania.

Un millar de muertes al día

Las recientes estimaciones de pérdidas rusas son de unos 1.200 muertos y heridos al día, además del total de 500.000 desde el inicio de la invasión. Pero Ucrania, con una quinta parte de la población, también sufre mucho. Rusia ha destruido gran parte de la red eléctrica del país en los últimos meses, y los ciudadanos se enfrentarán a potenciales apagones diarios de hasta 16 horas en los próximos meses. La gente está agotada, el ejército lucha por movilizar y entrenar nuevos efectivos con los que mantener las líneas del frente oriental y, en estos momentos, recuperar territorio parece imposible.

El relativo optimismo que siguió a la incursión en la región de Kursk, de principios de agosto, se ha desvanecido completamente. Y testigos sobre el terreno identifican una gran diferencia entre la victoria total que muchos ucranianos dicen que quieren y su voluntad o capacidad de luchar por ella.

¿La pregunta que verdaderamente planea tanto en Kiiv como en las cancillerías occidentales es, pues, hasta cuándo se puede sostener el esfuerzo bélico? Si Donald Trump se convierte en presidente de Estados Unidos el 20 de enero, la actual incertidumbre puede resultar aún mayor. La entrevista que mantuvo con el presidente ucraniano a finales de septiembre en Estados Unidos lo hace pensar.

Desde Occidente, las voces que sugieren en Kiiv que es hora de un nuevo planteamiento crecen: "Si Zelenski sigue desafiando la realidad insistiendo en que el ejército ucraniano puede recuperar todo el territorio que Rusia ha ocupado desde 2014, alejará a los partidarios de Ucrania y dividirá aún más a la sociedad ucraniana", decía The Economist, que instaba a los aliados a hacer "un nuevo enfoque" para que los líderes occidentales expliquen "honestamente qué significa la victoria". Lo que parece evidente es que no es la misma que tiene en la cabeza Zelenski.

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