Alemania

El cabaret político en Alemania: una tradición que ahora parodia a Merz y su gran coalición

Un nuevo espectáculo simula una terapia de grupo para facilitar el entendimiento entre conservadores y socialdemócratas

Cartel del cabaret político alemán 'Die SchMERZtherapie'.
Beatriz Juez
01/06/2025
4 min

BerlínRenovarse o morir. El kabarett político berlinés renueva el repertorio con el cambio del gobierno en Alemania y la llegada del conservador Friedrich Merz a la cancillería. El diccionario alemán Duden define kabarett, palabra germanizada proveniente del francés cabaret, como "arte menor en forma de sketches y canciones que critican de forma paródica y divertida la situación política o los acontecimientos actuales".

Los cabareteros alemanes saben reaccionar rápido a cada giro de guión en el gran circo político germánico. Utilizan el humor, la ironía y la exageración. Se ríen de los políticos, no dejan caña derecha ni a la izquierda ni a la derecha y pasan las últimas noticias por su molinillo satírico con el objetivo de divertir al público.

Timo Doleys, autor y cabaretero del cabaret-teatro Distel en Berlín, tuvo que revisar de la noche a la mañana el guión de su espectáculo Die Ampeltherapie (La terapia del semáforo), estrenado en octubre del 2024, para adaptarlo rápidamente a la nueva realidad política alemana. Lo hizo la misma noche de la ruptura, en noviembre, de la coalición semáforo, llamada así por los colores de los partidos que la formaban: rojo por los socialdemócratas, amarillo por los liberales y verde por los ecologistas.

Coincidiendo con la llegada de Merz a la cancillería, el cabaret-teatro Distel presenta estos días Die SchMERZ Therapie (La terapia del dolor), haciendo un juego de palabras entre la palabra Schmerz (dolor, en alemán) y el apellido del nuevo canciller.

Sobre el escenario, tres cabareteros –Timo Doleys como terapeuta, Jens Eulenberger en el papel de Merz y otros políticos alemanes, y Samia Dauenhauerse– utilizan la sátira, la farsa y las canciones para hacer crítica política desde el humor para delicia del público.

Los cabaraters Tim Doleys (izquierda), Jens Eulenberger (centro) y Samia Dauenhauerse (derecha) en la función del 'kabarett' alemán 'Die SchMERZ Therapie'

En un país como Alemania, donde los partidos están condenados a entenderse y gobernar en coalición, la "terapeuta" del Distel invita a los políticos alemanes a someterse a una terapia de grupo con actividades de trabajo en equipo. El objetivo: fortalecer el espíritu de equipo, escucharse mutuamente, realizar ejercicios de confianza, empatizar con los adversarios políticos y tender puentes entre ellos. Al fin y al cabo, se supone que la nueva coalición de Merz entre los conservadores y los socialdemócratas debe ser una unión amorosa y no un matrimonio forzado.

Los orígenes de los 'kabarett'

Inspirado en el famoso cabaret parisino Le Chat Noir, del barrio bohemio de Montmartre, el primero kabarett político alemán nació en 1901 en Múnich con la compañía Die Elf Scharfrichter (Los once verdugos).

El cabaret alemán era célebre por su sátira política. Múnich y Berlín compitieron por ser la capital del kabarett, que vivió su edad de oro en los años 20 y principios de los años 30, en la época de la República de Weimar, con clubes como Schall und Rauch de Max Reinhardt y Wilde Bühne de Trude Hesterberg, ambos en Berlín. Los escritores Kurt Tucholsky, Erich Kästner y Bertolt Brecht son todavía considerados referentes del género.

La película Cabaret (1972), protagonizada por Liza Minnelli, muestra el ambiente que se respiraba en Berlín de entreguerras, donde hervía la creatividad, la sátira, la provocación y la crítica política, pero donde se asistía ya al imparable ascenso del nazismo.

Con la llegada del dictador Adolf Hitler al poder, ya no había sitio para la sátira política en Alemania. Muchos autores y artistas de cabaret se exiliaron. Otros cabareteros, muchos judíos, fueron víctimas de los nazis.

Erika y Klaus Mann, hijos del novelista alemán Thomas Mann, fundaron en 1933 un cabaret en Múnico llamado Die Pfeffermühle (El molinillo de pimienta). Este cabaret antifascista tuvo que cerrar y reabrió sus puertas en 1936 en Zúrich (Suiza), donde se convirtió en un punto de encuentro para los exiliados alemanes.

La capitulación del nazismo y la victoria aliada marcó el renacimiento del kabarett político, con mayor fuerza que nunca, en la Alemania Occidental. Incluso en la Alemania comunista, este género fue visto como una válvula de escape en la época de Erich Honecker.

Los nuevos retos de la sátira política alemana

El kabarett político no murió con la llegada de la televisión, donde suelen actuar cabareteros de renombre, ni después de la caída del Muro de Berlín, sino que siguió reinventándose a golpe de actualidad política.

Ochenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial, el kabarett político sigue vivo en Berlín, en locales como Die Stachelschweine, el cabaret político más antiguo de la capital alemana; Die Wühlmäuse; el teatro BKA, o el cabaret-teatro Distel.

Doleys reconoce que ahora es más difícil hacer sátira política que antes, porque las ventanas de opiniones "se están estrechando un poco". Este cabaretero, sin embargo, considera que son afortunados de vivir en una época en la que, a diferencia de muchos de sus predecesores, lo único que se arriesgan cuando salen a escena es recibir "una mala crítica en Google". La vida sigue siendo un cabaret (político) en Berlín, como cantaba Liza Minnelli.

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