De la foto con Netanyahu a las sanciones contra Israel: la evolución de la UE sobre Gaza
El bloque europeo ha ido virando lentamente hacia posiciones propalestinas y más críticas con Tel-Aviv
BruselasDos imágenes resumen la evolución de la UE respecto a la guerra de Gaza. La primera foto es de pocos días después del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, viajaron hasta Israel para reunirse con autoridades israelíes, como Benjamin Netanyahu, y reivindicaron con vehemencia el derecho a defenderse de Israel.
Un movimiento por parte de las dos dirigentes conservadoras que fue muy criticado por las voces más propalestinas de la Unión Europea. Tel-Aviv ya había anunciado la primera gran ofensiva contra civiles en Gaza como respuesta y Von der Leyen tardó semanas en recordar en Netanyahu que también debía cumplir con el derecho internacional y humanitario, como ya hacían el resto de líderes comunitarios.
El segundo momento es el de Von der Leyen en el discurso del estado de la Unión de este miércoles en el Parlamento Europeo, con el que se daba el pistoletazo de salida al curso político de las instituciones europeas. Es, por tanto, toda una declaración de intenciones. La conservadora alemana propuso por primera vez sanciones a Israel, como incluir en la lista negra de la UE a los "ministros más radicales" del ejecutivo de Netanyahu y colonos violentos en Cisjordania, la "suspensión parcial" del acuerdo de asociación entre el bloque europeo e Israel, o cortar parte de la financiación que Tel-Aviv recibe del Holocausto).
Esta vez la mala marejada contra Von der Leyen ha cambiado de lado. La mayoría de las fuerzas progresistas le apoyaron, así como su propio partido, el PP Europeo. Sin embargo, los democristianos no esperaban que la presidenta de la Comisión Europea hiciera un anuncio como éste y adoptara un tono tan inusualmente duro contra Netanyahu. Por eso, más de la mitad de la delegación alemana del PP Europeo rompió la disciplina de voto y el jueves en la Eurocámara votó en contra de la resolución no vinculante que apoyaba a Von der Leyen con las sanciones contra Israel.
El cambio de parecer de Von der Leyen es el gran síntoma de la evolución de la Unión Europea hacia posiciones más propalestinas y más críticas con Netanyahu. Sin embargo, el giro no sólo se ha visto en Bruselas, sino también en el Consejo de la UE (el organismo que representa a los Estados miembros) y el Parlamento Europeo.
Más presión en Netanyahu
El primer encuentro de jefes de estado y de presidentes de la UE tras el inicio de la guerra de Gaza no acordó ni pedir siquiera "un alto el fuego" en ambas partes, sino "pausas humanitarias". Sin embargo, con el tiempo, las voces de los estados miembros históricamente más proiraelianos, como Alemania, Austria o Hungría, fueron cediendo y aceptaron que se introdujera la petición "de un alto el fuego" y, más adelante, "un alto el fuego inmediato".
Estos tímidos llamamientos a la paz no surtieron ningún efecto sobre Tel-Aviv y, de hecho, Netanyahu siempre ha hecho como si sintiera llover a cualquier petición de la UE, lo que hace que cada vez sean más los países que opten por reforzar las sanciones y la presión diplomática en Israel. El pasado mayo tomaron una decisión que tiempo atrás parecía imposible: el acuerdo por mayoría calificada de revisar el pacto de asociación de la UE con Israel, que establece un diálogo económico y político prioritario entre ambas partes.
Ahora bien, muchos estados miembros tampoco tienen suficiente y piden ir más allá. Algunos países, como España, Bélgica, Irlanda o Eslovenia, han anunciado y ya están aplicando sanciones de forma individual contra el gobierno y el estado israelí, y están ganando adeptos para replicar estas restricciones al global de la Unión Europea. Cabe recordar que la Unión Europea es para Israel el principal socio comercial y le proporciona alrededor del 30% de las armas que importa, si bien a nivel europeo no se ha hablado de ningún congelamiento de armas. Por tanto, el poder de presión del bloque comunitario sobre Netanyahu puede ser determinante.
El principal escollo para que prosperen las propuestas de Von der Leyen es que cualquier sanción a otro país debe contar con el visto bueno unánime de los veintisiete estados miembros y, por tanto, Alemania y el resto de países más proisraelíes pueden volver a vetarlas. Sin embargo, incluso Alemania está mostrando señales de agotamiento respecto a Tel Aviv. Un cambio de postura del país germánico, que es el mayor e influyente del bloque comunitario, puede ser definitorio para que el viraje de la UE hacia posiciones más propalestinas se acabe traduciendo en medidas concretas que afecten directamente al gobierno de Netanyahu.