Macron conserva el poder en un gobierno más escorado a la derecha
El conservador Bruno Retailleau, conocido por sus posiciones antiimigración, será ministro del Interior
ParísEl presidente francés, Emmanuel Macron, ha nombrado este sábado al nuevo gobierno, a propuesta del primer ministro, Michel Barnier. Dos meses y medio después de las elecciones anticipadas que expresaron su rechazo a la coalición presidencial, Francia tiene el gobierno más escorado a la derecha, en el que Macron mantiene el control de carteras importantes, junto a sus socios conservadores, y no hay ni un solo ministro del Nuevo Frente Popular, que ganó las elecciones legislativas y es la primera fuerza de la Asamblea Nacional.
Bruno Retailleau, de los Republicanos, minoritario en la Asamblea y que tiene tres carteras, será el nuevo ministro del Interior. Su nombramiento es polémico por sus posiciones particularmente duras sobre inmigración, que han levantado polvareda incluso en las filas macronistas. En el equipo de gobierno hay también cuatro ministros que repiten del gobierno anterior: Sébastien Lecornu en Defensa, Rachida Datti en Cultura, Agnès Pannier Runacher en Transición Ecológica y Catherine Vautin en Relaciones con los Territorios. El joven diputado macronista Antoine Armand será ministro de Finanzas y Jean-Noel Barrot, que pertenece también a la coalición presidencial, será titular de Exteriores.
Barnier ha presentado un gobierno formado por 39 miembros, la mayoría del partido presidencial y de sus aliados centristas. La única figura de izquierdas es Didier Migaud, que será titular de Justicia, pero que no milita en las filas del Nuevo Frente Popular. Precisamente este sábado miles de personas se han manifestado en Francia contra Macron.
En un momento crítico para las finanzas francesas y pocos días antes de que se presenten los presupuestos del 2025 también será clave la figura del nuevo ministro de Hacienda, Laurent Saint Martin, que dependerá directamente del gabinete del primer ministro.
En cambio, Laurence Garnier, que salía a las quinielas como nueva ministra de Familia, ha caído tras la polémica que se generó el jueves por sus posiciones contra el matrimonio homosexual y contra la constitucionalización del aborto, todo y que formará parte del ejecutivo como secretaria de Estado de Consumo.
Mélenchon y Le Pen cargan contra el nuevo ejecutivo
Las primeras reacciones a derecha e izquierda no se hicieron esperar. El líder de la Francia Insumisa, la primera fuerza de la coalición del Nuevo Frente Popular y el principal grupo en la Asamblea, Jean-Luc Mélenchon, ha dicho que el gobierno "no tiene legitimidad ni futuro y habrá que deshacerse de él tan pronto como se pueda".
Desde la ultraderecha, el presidente de Reagrupament Nacional, Jordan Bardella, que ganó las elecciones en número de votos, criticó el "retorno del macronismo por la puerta pequeña" y sentenció que "es un gobierno que no tiene futuro". Su jefe, Marine Le Pen, remachó que "los franceses se encuentran esta tarde con un gobierno reestructurado, muy alejado del deseo de cambio que expresaron en junio".
