¿Qué pasará los próximos días ahora que la historia se ha parado en el Reino Unido?
Carlos III será proclamado rey, pero la coronación no se hará al menos hasta dentro de unos meses o un año
LondresTodo lo que tiene que pasar los próximos diez o quince días, desde la publicación del anuncio de la muerte de la reina Isabel II en la valla del Palacio de Buckingham –la manera tradicional de hacerlo– ayer por la tarde y también en la del Palacio de Holyrood, en Edimburgo, hasta su entierro en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, hace décadas que está previsto. El nombre clave de la operación es London Bridge, a pesar de que incorpora solo una parte de la también llamada operación Unicornio, el plan de contingencia por si acaso, como ha pasado, la reina Isabel II moría en Escocia.
Cada detalle, ya sea el recorrido que hará el féretro o los himnos que se cantarán en el funeral, ha sido minuciosamente examinado por los oficiales implicados y tiene el visto bueno no solo de la familia, sino también de la propia reina. Pero también hay un elemento de imprevisibilidad: ¿de qué manera se manifestará el luto del público? En cualquier caso, si hace tres meses hubo todo tipo de celebraciones por el jubileo de platino, ahora es el momento del luto.
Días D+1 y D+2
El rey Carlos III, su mujer Camila, reina consorte, y los restos de Isabel II vuelven este viernes a Londres, después de que se haya descartado la posibilidad de un primer traslado al Palacio de Holyrood, en Edimburgo, como se había previsto en la operación Unicornio. Al mediodía, la campana de Sebastopol en la Torre Redonda del castillo de Windsor repicará una vez por minuto por cada año de la vida de la reina: se toca para conmemorar la muerte de la soberana. Se pudo escuchar por última vez durante la llegada del ataúd de la reina madre al castillo de Windsor en 2002.
Carlos tendrá una primera audiencia como monarca con la primera ministra, Liz Truss, en el Palacio de Buckingham tan pronto como sea posible, quizás a primera hora de la tarde. También se reunirá con el conde mariscal, un cargo hereditario ocupado por el decimoctavo duque de Norfolk, que se encarga de los arreglos del funeral y que tendría que acabar de pulir los últimos detalles de los actos que tendrán lugar. En principio, a las seis de la tarde Carlos III se dirigirá a la nación en un discurso televisado previamente grabado. El rey, que lo es oficialmente desde el momento en el que se hizo el anuncio de la muerte de su madre, sabe que se tiene que sobreponer al dolor de la pérdida. Por lo tanto, se tiene que dejar ver en público tanto como sea posible. "La reina ha muerto, ¡viva el rey!" es la divisa que impera.
Royal Horse Artillery de King's Troop disparará salvas de honor desde Hyde Park. Oficialmente, la casa real permanecerá en estado de "duelo real" durante un mes. Las banderas estarán a media asta, los palacios cerrados al público y todos los compromisos públicos reales serán cancelados. En la práctica, buena parte de la vida social, y toda la vida política del país, se ha paralizado desde ayer al mediodía.
La proclamación oficial de Carlos III como rey –aunque ya lo es– irá a cargo del Accession Council. La hora no se ha determinado todavía, pero podría ser este viernes por la tarde, o casi con toda seguridad el sábado por la mañana, en el Palacio de Saint James, cerca del Palacio de Buckingham y de Clarence House, hasta ahora la residencia oficial del heredero.
En el Parlamento, los diputados se reunirán de las 14 a las 22 h para rendir tributo a la reina. Al día siguiente, el sábado, un grupo de parlamentarios harán juramento al rey y los tributos seguirán hasta la misma hora de la noche. El gobierno confirmará a lo largo de este viernes la duración del luto nacional, que es probable que sea de unos 10 o 13 días, hasta el día siguiente del funeral de la reina. La primera ministra y el resto de su gobierno asistirán a un servicio público de conmemoración en la catedral de San Pablo.
Día D+3
Por la mañana, el rey Carlos III recibirá el pésame en el Westminster Hall, el espacio más antiguo que se conserva de las casas del Parlamento. A continuación, se embarcará en una gira por el Reino Unido, empezando con una visita al Parlamento escocés y un servicio en la catedral de Saint Giles, en Edimburgo.
Día D+4
Carlos III seguirá la gira en Irlanda del Norte, donde recibirá otra sesión de pésame en el castillo de Hillsborough y asistirá a una misa a la catedral de Santa Anna de Belfast. Paralelamente, en Londres, tendrá lugar un ensayo para la operación León, la procesión del ataúd desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster.
Día D+5
Se llevará a cabo la operación León, en la que el ataúd viajará desde el Palacio de Buckingham hasta el de Westminster a lo largo de una ruta ceremonial por Londres. Habrá un servicio en Westminster Hall cuando llegue el ataúd, que permanecerá durante tres días para que pueda pasar el público a rendirle homenaje.
Día D+6
Se hará el ensayo de la procesión fúnebre estatal.
Días D+7 - D+9
El rey Carlos viajará a Gales para recibir otra sesión de pésame en la Asamblea galesa y asistir a una misa en la catedral de Liandaff, en Cardiff. A la vez, el gobierno y el ministerio de Asuntos Extranjeros ya prepararán la logística del funeral, que empezará a ponerse en marcha para organizar la llegada de mandatarios y jefes de Estado de todo el mundo.
Día D+10
El día del funeral Westminster Hall cerrará al público por la mañana. Alrededor de las 10.30 h —todos estos detalles están sujetos a revisión— el ataúd será trasladado del cadalso al carruaje de armas del Estado, que estará fuera de la puerta norte de Westminster Hall. Los miembros de la familia real seguirán el ataúd hasta la gran puerta oeste de la abadía de Westminster. El servicio, que probablemente será dirigido por el decano de Westminster, empezará a las 11 de la mañana y se alargará hasta el mediodía. Cuando se acabe el oficio, cuatro trompetistas estatales tocarán Last Post y Reveille, seguidos del himno nacional.
El ataúd volverá al carro de armas, que lo esperará afuera de la puerta oeste de la abadía, desde donde se llevará a Wellington Arch y Hyde Park Corner, pasando por Whitehall, Horse Guards, The Mall, Queen Victoria Memorial y Constitution Hill.
Todos estos detalles están sujetos, de hecho, a todo tipo de cambios. Lo que es seguro es que el de Isabel II será un funeral de estado multitudinario y global. El Reino Unido no vive uno de este tipo desde 1965, cuando murió Winston Churchill. Si el Viejo León es uno de los símbolos por excelencia del Reino Unido del siglo XX, la vida de Isabel II se ha alargado hasta la tercera década del siglo XXI.