El ataque ruso a Ucrania

El presunto ataque ucraniano a Crimea abre una nueva fase de la guerra

Si se confirma demostraría una nueva capacidad militar de largo alcance por parte de Kiev y puede impulsar una "contraofensiva ucraniana en el sur"

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Imágenes de satélite antes y después de las explosiona a la base aérea rusa de Saki,  al oeste de la península de Crimea.

BarcelonaImágenes de satélite publicadas este jueves revelan el alcance de la destrucción en la base aérea del ejército ruso de Saki, en el oeste de la península de Crimea. Ucrania todavía niega oficialmente haber perpetrado el ataque y Rusia lo atribuyó en un principio a explosiones accidentales por una posible negligencia, pero las nuevas imágenes dan fuerza a la tesis del ataque y dejan claro que la destrucción es más grande de lo que el Kremlin había admitido. Al menos ocho aviones militares rusos fueron destruidos, además de varios edificios de la base aérea, tal como se puede observar en las imágenes de satélite del antes y el después de las explosiones, que tuvieron lugar el martes y que dejaron también un muerto y 14 heridos, según el gobernador de Crimea.

Si se confirma que fue un ataque de Ucrania, demostraría una capacidad militar de un alcance mucho mayor que el que hasta ahora se había constatado, lo cual puede dar paso a una nueva fase de la guerra con una contraofensiva de Kiev para recuperar el sur del país, actualmente ocupado por Rusia.

"No se debe fumar en lugares peligrosos", decía todavía el miércoles el ministro de Defensa ucraniano, preguntado sobre las explosiones en la base aérea rusa, y este jueves, después de hacerse públicas las imágenes de satélite, un portavoz del gobierno de Kiev seguía "sin confirmar ni desmentir nada", preguntado por Reuters. Pero varios miembros del ejecutivo ucraniano sí que lo admitían bajo condición de anonimato a varios diarios norteamericanos. Una de estas fuentes dijo al New York Times que el ataque a la base de Saki se había llevado a cabo con ayuda de "guerrilleros"; dos funcionarios más decían al Washington Post que habían sido las fuerzas especiales ucranianas, y a Politico dos oficiales ucranianos decían que el ataque a Saki "señala el inicio de una contraofensiva de Ucrania en el sur y una nueva fase crítica de la guerra que podría determinar su resultado".

El miércoles mismo, Zelenski advertía que "la guerra empezó con Crimea y tiene que acabar con Crimea, con su liberación", en alusión a la anexión ilegal de esta península por parte de Rusia en 2014, después de las protestas que hicieron caer el gobierno prorruso de Ucrania y dieron pie al conflicto con Moscú que ha derivado en una guerra abierta, después de que las tropas rusas entraran en Ucrania el pasado 24 de febrero.

El último informe del Institute for the Study of War (ISW), un think tank norteamericano que sigue al detalle el conflicto, apunta también a las informaciones que hablan de un "inicio de la contraofensiva de Ucrania en el sur" y considera que esto "sugiere que el ejército ucraniano espera una lucha intensa durante agosto y septiembre, que puede decidir el resultado de la próxima fase de la guerra". Los analistas militares del ISW aseguran que "las fuerzas de Ucrania disponen de varios sistemas que pueden haber utilizado o modificado para golpear infraestructura rusa en Crimea". De hecho, un ataque que sí que han admitido oficialmente las tropas de Kiev es el perpetrado con dos misiles de largo alcance que destruyeron un almacén de municiones rusas a Novoleksiivka, una localidad situada justo en la frontera entre Crimea y la provincia de Kherson, en el sur de Ucrania. Este ataque ya "demuestra unas capacidades de misiles de mayor alcance, pero no demuestra el alcance que habrían necesitado para golpear la base aérea de Saki", dice la ISW.

Turistas rusos huyen de Crimea

Si se confirma el ataque ucraniano a Crimea, que sería el primero en seis meses de guerra, esto significaría una escalada importante sobre todo desde el punto de vista de Moscú, puesto que el Kremlin considera la península como parte de su territorio. Desde la invasión rusa de febrero, se han registrado ya algunas explosiones en territorio ruso –más allá de la frontera este de Ucrania– que los gobernadores rusos han atribuido al ejército de Kiev. Pero la falta de pruebas y los daños limitados han hecho que estos episodios no fueran a más.

Las explosiones en la base aérea de Saki, que según testigos presenciales fueron hasta 15, golpean por primera vez una zona que los rusos consideraban segura. De hecho, el aeropuerto atacado se encuentra en una zona de la costa de Crimea muy frecuentada por turistas de sol y playa. Imágens colgadas en las redes sociales mostraban este martes decenas de veraneantes aterrados por el sonido de las explosiones y por la nube de humo que se levantaban bien cerca de un resort lleno de cabañas en primera línea de mar. Muchos de estos turistas han decidido huir de Crimea y este jueves se registraban intensas colas y kilómetros de retención en las carreteras que van en dirección hacia el puente que conecta la península con Rusia.

La contraofensiva ucraniana en el sur del país podría incluir el sabotaje de las líneas eléctricas con las cuales, según Kiev, Moscú pretendía conectar la central nuclear de Zaporiyia –la más grande de Europa y que está en manos rusas desde marzo– con la península de Crimea para abastecer de electricidad a la península. Imágenes publicadas también en las redes sociales mostraban torres de alta tensión derribadas, a pesar de que de momento todo se atribuía también a accidentes.

Éxito limitado en el Donbás

Si bien desde la primavera todos los esfuerzos militares estaban concentrados en el frente este, por el control total del Donbás, en los últimos 30 días los avances rusos han sido exiguos en aquella zona, donde Ucrania ya consiguió expulsarlos de la ciudad de Járkov, la segunda más grande del país. En el último mes, las tropas del Kremlin solo han tenido éxito alrededor de Bajmut, una ciudad cercana a Kramatorsk, pero incluso allí solo "han avanzado unos 10 kilómetros" y en el resto de Donetsk la máxima ganancia han sido 3 kilómetros, según datos del ministerio de Defensa del Reino Unido. A pesar de que los combates todavía son intensos en el Donbás, Kiev se esfuerza también por recuperar terreno en el sur, en una región que las tropas rusas ocuparon rápidamente, ya durante las dos primeras semanas de invasión.

De hecho, según los analistas militares del ISW, Rusia se está planteando adelantar su supuesto referéndum de anexión en las regiones ocupadas de Ucrania, tanto en esta zona del sur como en el Donbás que está en sus manos en el este. Los servicios de inteligencia occidentales preveían este "falso referéndum" en principio para el 11 de septiembre, el mismo día que hay elecciones regionales y locales en toda la Federación Rusa, pero ahora podrían quererlo hacer antes. "Las fuerzas rusas ofrecerán un voto online fácilmente manipulado en la provincia de Donetsk (en el este) y ha trascendido que las fuerzas de ocupación en la provincia de Zaporiyia planificaban "encuestas puerta a puerta entre la población local", dice el ISW. El think tank alerta también que este referéndum falseado "no será más nocivo" que los impactos que ya ha tenido hasta ahora "la brutal ocupación rusa" en las poblaciones del sur, entre los cuales enumeran los centros de detención e interrogatorios donde se lleva a cabo un proceso que se conoce como filtración, pero también la adopción del rublo como moneda y "otras medidas de supuesta integración".

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