Puños americanos y barras de hierro: la extrema derecha francesa sale a la calle por el asesinato de un adolescente
Decenas de ultras armados se enfrentan a la policía con gritos racistas contra los sospechosos del crimen
ParísJóvenes de extrema derecha provocaron el caos y aterraron durante este fin de semana a los habitantes de Rumans de Isèra, un municipio de 33.000 habitantes situado a cien kilómetros al sur de Lyon. Trajes de negro, con pasamontañas y armados con barras de hierro, bates de béisbol y puños americanos, decenas de ultras recorrieron el sábado por la noche y el domingo por la tarde las calles de la Monnaie, el barrio de esta ciudad donde viven los presuntos autores del asesinato, hace poco más de una semana, de un adolescente de 16 años en Crépol, un pequeño pueblo vecino. Los ultras caminaban por el barrio con gritos de "Francia es nostra", quemaron mobiliario urbano y se enfrentaron a la policía. "Sin violencia no hay cambios. Esté preparados para la guerra, no hay otra solución", desafiaba uno de los militantes de extrema derecha en los micrófonos de France Bleu.
La manifestación se convocó a través de las redes sociales poco después de la detención el sábado de nueve jóvenes, tres de ellos menores de edad, por su presunta vinculación a la pelea durante un baile popular que acabó con la vida del chico , Thomas, el 19 de noviembre en Crépol. Otros dos adolescentes del entorno de la víctima mortal resultaron gravemente heridos. La policía no ha confirmado la identidad de los detenidos, pero medios conservadores franceses han revelado sus nombres y aseguran que son de origen árabe y la mayoría viven en el barrio de la Monnaie de Rumanos de Isèra, una zona desfavorecida y vinculada al tráfico de drogas.
El motivo que desató la pelea no está claro. La policía investiga los hechos y hoy por hoy solo están las dos hipótesis que apuntan los medios franceses: según algunos testigos, el grupo de jóvenes que protagonizó la pelea con armas blancas acudieron al baile expresamente para atacar a los adolescentes que había en la fiesta. Lo demostraría el hecho de que la mayoría llevaban navajas y que algunos amigos de la víctima aseguran que los atacantes entraron en el baile cuando ya terminaba, con gritos de "venimos a matar a blancos". Otras fuentes son más prudentes y sostienen que algunos de los jóvenes atacantes habrían llegado a la fiesta mucho antes de la pelea y que una discusión habría desatado el ataque.
Riesgo de desestabilización
En cualquier caso, el supuesto origen de los detenidos y el hecho de que la víctima fuera un estudiante blanco ha provocado la reacción violenta de los ultras, alentados por las manifestaciones también violentas de la semana pasada en Irlanda por unos hechos que tienen cierto paralelismo con el caso de Francia. "No se trata sólo de una pelea en la fiesta de un pueblo. Es un drama que corre el riesgo de desestabilizar a nuestra sociedad", advertía este lunes el portavoz del gobierno francés, Olivier Véran, que se ha desplazado hasta Crépol.
La derecha y la extrema derecha francesas han aprovechado el asesinato del adolescente para vincular inmigración e inseguridad. "Thomas fue atacado por una banda que quería matar a blancos. Ya no estamos seguros en ninguna parte", aseguraba el líder de los Republicanos, Eric Ciotti en BFMTV. El líder de extrema derecha Éric Zemmour también se refería al asesinato en un mensaje en X: "Los próximos no serán con cuchillos, serán con armas automáticas. ¿No lo entendéis? La guerra de Argelia no ha terminado". La extrema derecha española también se ha hecho eco de la noticia. La diputada de Vox Rocío de Meer hablaba "de una manada de africanos" para referirse a los supuestos autores del crimen.
Partidos de izquierdas han criticado las palabras de los líderes de la derecha y ultraderecha. "La muerte de Thomas como pretexto. El odio racista como móvil. La violencia como medio", lamentaba el líder socialista Olivier Faure.