Unión Europea

La UE responde a las anexiones y al sabotaje en el Nord Stream con más sanciones contra Rusia

Los Veintisiete, que se reunirán mañana en Praga, limitarán el precio del petróleo y se plantean hacerlo también con el gas

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Von der Leyen haciendo su discurso hoy en el Parlamento  Europeo

BruselasLa Unión Europea no se piensa quedar con los brazos cruzados ante la anexión de cuatro regiones ucranianas por parte de Rusia, las amenazas nucleares y la movilización parcial del Kremlin y los escapes —todavía no se ha aclarado las causas exactas ni su autoría— de los gasoductos Norte Stream. De momento, el día antes de la cumbre informal en Praga, los estados miembros ya han acordado poner un tope al precio del petróleo ruso y prohibir que se exporte a Rusia material tecnológico clave en la industria de guerra y diferentes tipos de productos, como pasta de papel, cigarrillos, acero o maquinaria.

El límite al precio del petróleo hace que los estados miembros solo puedan transportar crudo o derivados a países terceros no comunitarios a un precio igual o inferior al que acuerden los Veintisiete. Según se ha filtrado en diferentes medios de comunicación, Bruselas quiere situar este máximo al menos un 30% por debajo del precio actual y, así, financiar en la menor medida posible al ejército de Vladímir Putin. Aun así, esta restricción, que todavía se tiene que aprobar formalmente, desagrada a Grecia, Chipre y Malta, que tienen industrias navieras que obtienen grandes beneficios del transporte de petróleo ruso. Los tres países están dispuestos a apoyarla a cambio de que el límite al precio del petróleo se extienda más allá de la Unión Europea para evitar perder cuota de mercado ante sus competidores.

Von der Leyen insiste en el tope al precio del gas

Otra de las medidas que estarán encima de la mesa de negociaciones en la cumbre de Praga es el tope al precio del gas, pero de momento cuenta con un gran opositor, Alemania, que es uno de los países más dependientes del gas ruso. Aún así, cada vez más estados piden limitar su precio o, por ejemplo, exportar al resto de la Unión Europea la excepción ibérica. Es decir, solo limitar el precio del gas que se utiliza para generar electricidad, tal como ya se está haciendo en España y Portugal. En la misma línea, la presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha asegurado este miércoles, en un discurso en la Eurocámara, que Bruselas ya está trabajando en la medida y ha insistido en la necesidad de limitar el precio del gas, a pesar de que no ha aclarado si solo quiere que afecte al que llega de Rusia. "Los altos precios del gas están impulsando el global de los precios de la electricidad [...]. Por eso, estamos dispuestos a estudiar el tope en el precio del gas que se usa para generar electricidad", ha dicho Von der Leyen.

La presidenta —también exministra alemana— ha aprovechado el mismo discurso para reprender al gobierno de Berlín. No solo por obstaculizar medidas comunitarias y que cuentan con un consenso mayoritario entre los Veintisiete, sino por la ayuda de 200.000 millones de euros destinada a pagar parte de los recibos de la luz de empresas y particulares que el gobierno de Olaf Scholz ha anunciado que sacaría adelante de forma unilateral y sin haber hablado con Bruselas. La subvención representa el 5% del producto interior bruto alemán, por ejemplo, algo más que todo el PIB de Catalunya. Y supera con creces la magnitud de los planes de choque energético que han lanzado otros países, cosa que ha hecho enfadar a los socios europeos, especialmente Francia e Italia, que critican que la ayuda sustancial a compañías alemanas puede distorsionar la igualdad de condiciones y la competencia entre las empresas de los Veintisiete en el mercado común. "Hay dos cosas que siguen siendo primordiales: actuar con unidad y con solidaridad. Aquí reside la fuerza de la Unión Europea", ha remarcado Von der Leyen.

Por otro lado, a pesar de que todavía no ha trascendido si los estados miembros han dado el visto bueno, se prevé que también se acuerde extender la lista de personas y entidades rusas que no pueden entrar ni operar económicamente en la UE. También es previsible que se prohíba que ciudadanos comunitarios puedan ocupar altos cargos de empresas estatales rusas, como es el caso del excanciller alemán Gerhard Schröder, a pesar de que la guerra de Ucrania no ha cortado sus vínculos con oligarcas rusos ni tampoco con el propio Putin.

Primer encuentro de la Comunidad Política Europea

Mañana, antes de la cumbre de la UE, también se hará en Praga el primer encuentro de la Comunidad Política Europea, un nuevo grupo político de estados que propuso el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y que, aparte de los países de la UE, incorpora al Reino Unido, todos los estados de los Balcanes, Israel, Turquía y Ucrania, entre otros. Está previsto que intervenga telemáticamente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El objetivo de esta primera reunión, que congregará a líderes de 46 estados, es mejorar la cooperación en seguridad, política y economía entre estos países.

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