Von der Leyen responde a Trump con un plan milmillonario para rearmar Europa
Bruselas propone flexibilizar las reglas fiscales, avalar préstamos a los Estados miembros y desviar fondos europeos a defensa


BruselasReacción de urgencia de Bruselas a la decisión de Donald Trump de congelar las ayudas en Ucrania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este martes un plan milmillonario de rearme para seguir apoyando a las tropas ucranianas y para que los estados europeos recuperen la autonomía militar respecto a Estados Unidos. "Europa debe responsabilizarse de su capacidad de disuasión y seguridad", ha remarcado la jefa del ejecutivo comunitario en una comparecencia en la que no ha aceptado preguntas.
La estrategia esbozada por Von der Leyen consta de cinco puntos y la ha hecho llegar por carta a todos los líderes europeos, que se reunirán de urgencia este jueves en la capital belga para discutirla. El primero es la relajación de las reglas fiscales: cada Estado miembro podrá incrementar su gasto en defensa sin que compute a la hora de abrirle un expediente en caso de que supere el límite de déficit, que ahora es máximo del 3% del producto interior bruto (PIB). Esta medida, según apuntó la propia Von der Leyen, daría margen para que los países puedan gastarse en total un 1,5% más de su PIB en defensa, lo que podría suponer unos 600.000 millones de euros extras en cuatro años.
Hay que apuntar, sin embargo, que esta cláusula de excepcionalidad deberían pedirla los mismos estados miembros en Bruselas y hay gobiernos estatales que en estos momentos no prevén utilizarla, como España. Además, correría a cuenta de los presupuestos estatales, en ningún caso de las cuentas comunes de la Unión Europea.
El segundo punto del plan que Bruselas ha notificado a los Estados miembros por carta es el acceso de los socios europeos a préstamos avalados por la UE por un valor total de hasta 150.000 millones de euros. Este dinero se destinaría a financiar una compra conjunta de armas, lo que se prevé que ayude a reducir costes ya mejorar la interoperabilidad entre los diferentes ejércitos europeos. En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea ha avanzado que se pretende reforzar los sistemas de defensa aérea, adquirir más misiles, munición y drones, potenciando la defensa de infraestructuras críticas y la lucha contra los ciberataques.
La tercera línea de financiación que plantea Bruselas es el desvío de algunos fondos europeos que ya se están desplegando, como los de cohesión. De esta forma, Von der Leyen pretende potenciar que los Estados miembros destinen dinero que tienen asignado para financiar otras cuestiones a la defensa y propone "eliminar las restricciones" a la compra de armas o en la participación de proyectos militares. En cualquier caso, la Comisión Europea obvia por el momento las peticiones de algunos estados miembros como Francia o España de emitir deuda común, y no plantea la creación de unos nuevos eurobonos, similares a los que se aprobaron para afrontar las consecuencias económicas de la pandemia.
En cuarto y quinto lugar, la presidenta de la Comisión Europea pide movilizar más capital privado a través de la finalización de la Unión del Mercado de Capitales de la UE y vuelve a plantear que el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que preside la exvicepresidenta española Nadia Calviño, incremente de forma subyacente. De hecho, una mayoría de Estados miembros, entre los que consta España, ya pidieron el mes pasado al BEI que modifique sus estatutos y pueda aportar financiación a proyectos que directamente tienen un uso militar, algo que en estos momentos esta entidad financiera no puede hacer. Y, este mismo jueves, Calviño ha enviado una carta a los Estados miembros en la que vería con buenos ojos que los socios acordaran un cambio en los estatutos del organismo para financiar proyectos de carácter eminentemente militar.
Garantías de seguridad para Ucrania
El plan de Von der Leyen no ha sido la única respuesta a la decisión de Trump de cortar el envío de ayudas a Kiiv. El secretario de estado francés de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad, ha criticado en declaraciones a France 2 que el posicionamiento de la Casa Blanca "refuerza al agresor", que es Rusia, y ha instado a los socios europeos a ser conscientes de la importancia "histórica" de la cumbre 'Europa y la guerra de Ucrania.
Por otro lado, el primer ministro finlandés, Alexander Stubb, ha propuesto que Ucrania pueda pasar a ser un aliado de la OTAN de facto si vuelve a ser atacado. Es decir, que se acuerde que se adhiera a la Alianza Atlántica de forma automática en caso de que Rusia incumpla un potencial alto el fuego o acuerdo de paz. De esta forma, Stubb ha argumentado en una entrevista en la CNN que sería una forma de esquivar el "escepticismo" de países como Estados Unidos o Alemania sobre la pertenencia de Ucrania a la OTAN y, a la vez, de dar garantías de seguridad a Kiiv, que es lo que están discutiendo los líderes europeos.
Desde Londres, Downing Street ha asumido la decisión de Trump con flema británica. El lunes, el premier Keir Starmer aseguraba a los Comunes que no tenía ninguna información sobre la posible suspensión del envío de armas. Y, ante el hecho consumado, esta mañana del martes el portavoz del primer ministro ha indicado: "Nos mantenemos absolutamente comprometidos en conseguir una paz duradera en Ucrania y estamos trabajando con aliados clave para apoyar ese esfuerzo. Es lo que es correcto hacer, y está en nuestro interés hacerlo". Y detalló: "Hemos reforzado las capacidades militares de Ucrania mediante nuestro compromiso de proporcionarle 3.000 millones de libras anuales en ayuda militar durante el tiempo que sea necesario, así como con un préstamo de 2.260 millones de libras utilizando activos rusos sancionados". Más allá de la habitual retórica diplomática, lo cierto es que los esfuerzos de Starmer por tender puentes que reparen la relación entre Trump y Zelenski parecen más bien inútiles. Y tampoco parece que sirviera de nada la llamada que la noche del lunes, antes de que Washington anunciara la decisión, mantuvo con el magnate republicano.