Zelenski se abre a negociar una zona desmilitarizada en el Donbás, pero Putin se niega a ello

El Kremlin insiste en Trump en que toda la región debe estar controlada por Rusia

Volodímir Zelenski, este viernes durante su visita sorprendida a Kouvansk, en el frente de guerra.
12/12/2025
3 min

MoscúVolodímir Zelenski sigue mostrando cierta flexibilidad en las negociaciones de paz en Ucrania, mientras Vladimir Putin no se mueve ni un centímetro. El presidente ucraniano se ha abierto por primera vez a considerar la posibilidad de establecer una zona desmilitarizada en el Donbás si evita así el control ruso sobre la región. Por contra, desde el Kremlin ya han dejado claro que sólo aceptarán una retirada total de las tropas ucranianas de este territorio y que cualquier área libre de soldados deberá quedar bajo soberanía rusa.

La propuesta de una zona desmilitarizada en torno a la actual línea de frente es una solución de compromiso de Estados Unidos ante la negativa de Ucrania a entregar a Rusia la parte de Donetsk bajo dominio de Kiiv. Según Zelenski, Trump le llama una "zona económica libre" y consistiría en que cada bando se alejara unos kilómetros de la línea de contacto hasta formar esa franja sin contingentes militares ni armas pesadas. Desde la oficina del presidente Ucraniano han querido matizar que Zelenski no apoya, simplemente se ha limitado a mencionar esta posibilidad y apuesta por continuar el diálogo.

En cualquier caso, es un síntoma de que hay movimientos y que la nueva propuesta del plan de paz estadounidense podría explorar esta vía. Sin embargo, es muy probable que la vía nazca muerta. El negociador ruso Yuri Uixakov ha anticipado que la versión del documento que salga de las conversaciones entre Estados Unidos, Ucrania y Europa contendrá varios puntos que "no van a gustar" en Rusia.

El principal asesor de Putin en política exterior ha utilizado un recurso retórico típico del Kremlin para rechazar la idea de una zona militarizada no controlada por Moscú. Admitió que "es muy posible que no haya tropas allí, ni rusas ni ucranianas", pero añadió: "Sí estará la Guardia Nacional de Rusia, nuestra policía y todo lo necesario para mantener el orden y organizar la vida". La Guardia Nacional cuenta con más de 300.000 hombres, tanques, artillería y ha combatido junto al ejército ruso en Ucrania.

Para que no quedara ninguna duda, Ushakov también ha echado por tierra una de las sugerencias de Zelenski de las últimas horas: un referéndum para decidir quién tiene la soberanía de las provincias ocupadas, ya que, como presidente, argumenta que no está autorizado a ceder partes de Ucrania. El negociador ruso le ha respondido de forma tajante: "Independientemente del resultado, este territorio es de la Federación Rusa. Tarde o temprano, si no es a través de las negociaciones será por medios militares, acabará bajo control de Rusia". Además, el secretario de prensa de Putin, Dmitri Peskov, apuntó que el alto el fuego necesario para celebrar esta consulta sería "otro engaño" y "una forma de confundir las mentes de la gente". "Lo que necesitamos es paz", concluyó.

Zelenski visita Kúpiansk

La guerra de ambos bandos por convencer a Trump no da tregua. El Kremlin busca formas amables de descartar las formulaciones estadounidenses, imponiendo unas condiciones que las desvirtúan, pero con la esperanza de que la Casa Blanca se las haga suyas y presione a Kiiv. Y, mientras, Zelenski intenta demostrar al presidente de Estados Unidos quese cosas no pintan tan mal para Ucrania en el campo de batalla como Putin le quiere hacer creer.

El líder ucraniano se ha presentado por sorpresa en Kúpiansk, una población en la región de Járkov que hace tres semanas el presidente ruso dio por conquistada. Incluso invitó a los periodistas internacionales a visitarla para que comprobaran en directo el cerco de las tropas de Kiiv. Según los analistas militares, en las últimas semanas, los soldados ucranianos han podido recuperar terreno en esta área y ahora es el ejército ruso el que se encuentra rodeado.

Zelenski se ha paseado por la entrada del municipio vestido de camuflaje y con un chaleco antibalas, consciente de que Putin nunca visita el frente y que sus apariciones en puestos de mandos sótanos no se pueden ubicar. Ha grabado un vídeo ante el rótulo de la ciudad y ha afirmado que es "extremadamente importante conseguir resultados en el frente para que Ucrania pueda conseguir resultados en la diplomacia". Se trata del mismo objetivo propagandístico que perseguía el dirigente ruso cuando anunció prematuramente la caída de Kouiansk o Pokrovsk.

Trump ha fijado el día de Navidad como límite para obtener una respuesta de Zelenski en el plan de paz, pero Moscú recibe con desprecio a los pequeños gestos ucranianos y mantiene públicamente sus demandas de máximos. Ucrania sufre en la retaguardia los ataques contra la infraestructura energética y cada vez tiene menos soldados en el frente, mientras Rusia sigue abasteciendo la primera línea con decenas de miles de hombres cada mes y asumiendo una cantidad ingente de víctimas. A estas alturas, no parece que nada deba desarrollarse antes del 2026.

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