Zelenski exige ante la ONU la creación de un nuevo tribunal de Nuremberg
Rusia aprovecha el Consejo de Seguridad para negar las matanzas de Bucha
WashingtonVolodímir Zelenski hace tiempo que no tiene pelos en la lengua a la hora de denunciar la situación que se vive en su país, Ucrania, y pedir acciones máximas para que Rusia pague por una agresión que no acaba. Un día después de visitar Bucha, el suburbio de Kiev que se ha convertido en la imagen de la crueldad rusa en el conflicto, el presidente ucraniano se ha dirigido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con contundencia: ha criticado la ineficacia de su retórica y acción para parar la guerra y ha exigido que los responsables paguen por los crímenes de guerra que pudo atestiguar de primera mano y que no pueden quedar impunes.
"No hay ningún crimen que no se haya cometido", ha dicho, dando paso a una enumeración de brutalidades (violaciones, desmembraciones, tiros en la nuca, torturas) que no ha dudado a comparar a las tácticas de grupos "terroristas" como el Daesh. "Se están cometiendo los peores crímenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial", ha dicho Zelenski. Por si quedaba alguna duda de la crueldad sobre el terreno, la delegación ucraniana ha emitido un vídeo demoledor de solo 1 minuto y 18 segundos, pero con imágenes especialmente sobrecogedoras, llenas de muertos y destrucción, de cadáveres calcinados y civiles ejecutados.
Ante esto, la solución para Zelenski es única: hacer pagar el precio necesario a los responsables, y la sugerencia es una réplica del tribunal de Nuremberg, sede del juicio contra los nazis después de la victoria aliada el 1945, en una comparación nada casual.
Las reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se han acumulado en las últimas semanas y se han convertido en un escenario de retórica y demostración de dos visiones opuestas y paralelas de lo que se vive en Ucrania desde finales de febrero. Mucha palabra y muy poca acción que Zelenski ha criticado duramente, poniendo el dedo a la llaga en un organismo que hace tiempo que recibe golpes por la poca eficacia.
"¿Dónde está la paz? Dónde están las garantías que las Naciones Unidas acordaron garantizar?", ha dicho. No solo esto: el ataque contra el valor actual de la ONU ha sido directo, sin miramientos: "Si el Consejo de Seguridad no consigue hacer responsable a Rusia, demostrará que es un organismo inútil [...]. ¿Están dispuestos a cerrar la ONU? ¿Están preparados para hacerlo? ¿Creen que el tiempo del derecho internacional ha acabado? Pues si la respuesta es no, tienen que actuar inmediatamente".
Explícitamente, la exigencia de una reforma del mismo Consejo de Seguridad y su composición, que permite que el derecho a veto de los miembros permanentes (entre ellos Rusia) se convierta en "el derecho a morir", en este caso de los civiles ucranianos.
Rusia lo niega todo
Ninguna sorpresa (de hecho, ya lo había anunciado el lunes) que la representación rusa en la ONU lo haya negado todo, desde su implicación en la presunta masacre de Bucha como de todas las acusaciones de Naciones Unidas como el bloque de aliados occidentales. Para Moscú, la retórica de Ucrania y los aliados no es más que inventos y falsedades, y ha cuestionado la veracidad de las imágenes por satélite que probarían las matanzas y los vídeos e informaciones que salen sobre el terreno.
Rusia mantiene su visión de lo que está ocurriendo en Ucrania, justificando una operación en la que la violencia solo emana del bando ucraniano. Para demostrarlo, el representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, recitó supuestos testigos (dijo tener cientos) de víctimas de la crueldad de los ucranianos contra la población.
Y, en un paso aún más allá, ha asegurado que Rusia no avanza más rápido en su objetivo de liberar las provincias del Donbás del "tumor nazi" que debe extirparse porque el principal objetivo, por encima de todo, es salvar vidas de civiles.
Más sanciones contra Moscú
La presión contra Rusia no se detiene. La representación de Estados Unidos ha aprovechado el Consejo de Seguridad para presentar su propuesta de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, una medida que debe ser aprobada en la Asamblea General de las Naciones Unidas por dos terceras partes de los miembros. Si el equilibrio de coaliciones se mantiene invariable al de las últimas semanas, con guarismos similares a los logrados en la resolución de condena de la invasión, no debería existir impedimento para su aprobación.
Como siempre, el otro polo de atención ha sido ver si China cambiaba de papel en el conflicto, pero nada en ese frente. Pekín continúa con la falsa neutralidad demostrada hasta ahora: solo se ha dedicado a reiterar que las sanciones no son efectivas porque afectan a toda la economía mundial, que es necesario superar los obstáculos que impiden el diálogo y que cualquier acusación de crímenes de guerra es necesario basarla en hechos.
En el tema de sanciones, de hecho, este miércoles está previsto que Estados Unidos, en una acción conjunta con la Unión Europea y el G-7, prohíban "cualquier nueva inversión" en Rusia, en un paso más en la escalada de castigos para ahogar la economía rusa.