Francia disuelve el grupo ultra que quería vallar el paso de migrantes en los Pirineos

El ministerio del Interior acusa a Génération Identitaire de mantener un "discurso de odio" e incitar a la violencia

Manifestación de apoyo a Génération Identitaire, el 20 de febrero en París
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SabadellEl consejo de ministros de Francia ha aprobado este miércoles la disolución de Génération Identitaire, un grupo de extrema derecha que había llevado a cabo varias acciones de rechazo a la inmigración. En el decreto que certifica la ilegalización, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, afirma que "la asociación y algunos de sus miembros" mantienen un "discurso de odio que incita a la discriminación o a la violencia contra los individuos por razón de su origen, su raza o su religión" y añade que la entidad tiene "una organización militar" que le da "el carácter de una milicia privada" .

El documento también detalla que Génération Identitaire "presenta la inmigración y el islam como unas amenazas que los franceses tienen que combatir" y suele mezclar conceptos como musulmanes e inmigración con otros como escoria, asesinos o terroristas, "con el objetivo de azuzar el resentimiento de una parte de la población contra los extranjeros o los franceses de origen extranjero".

Así mismo, según el decreto de disolución, la entidad tiene "vínculos con grupúsculos de ultraderecha de los cuales recibe apoyo logístico y que defienden también una ideología que apela a la discriminación, la violencia o el odio, en nombre de teorías racistas o supremacistas". En este sentido, el texto destaca que entre las personas que han aportado fondos a Génération Identitaire está Brenton Tarrant, el supremacista australiano que en 2019 atentó contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, y mató 51 personas.

Control de fronteras

El ministro del Interior había puesto la entidad en el punto de mira el 26 de enero, una semana después de que una treintena de sus miembros llevaran a cabo una acción simbólica de control de fronteras a la zona del collado del Portilhon, que separa la Vall d'Aran del departamento francés del Alto Garona. "Hemos venido a este punto de paso para exigir el cierre total de la frontera y apoyar a las fuerzas del orden", explicó entonces la portavoz de la entidad, Thaïs de Escufon, al diario Marianne. A bordo de tres furgonetas con el eslogan "Defender Europa", los militantes de la asociación patrullaron la zona para detectar a personas "sospechosas" –es decir, "que viajaran solas, a pie, y que fueran de origen africano o magrebí"– que tuvieran intención de entrar en Francia.

Darmanin dijo que aquella operación (que no tuvo ningún efecto práctico) lo había "escandalizado" y el 13 de febrero inició el procedimiento para disolver la organización, a la cual dio diez días para presentar alegaciones. Los argumentos de la entidad, sin embargo, han sido rechazados. El día 20, unas 1.500 personas se manifestaron en París contra la intención del gobierno de disolver Génération Identitaire, que ha contado también con el apoyo del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. El partido de extrema derecha denunció que se trataba de un proceso "político" y un "peligroso ataque a las libertades fundamentales". La organización ha anunciado que recurrirá su disolución.

La acción del mes de enero en los Pirineos se inspiraba en otra que la misma asociación había llevado a cabo en los Alpes en abril de 2018. En aquella ocasión, un centenar de personas (entre las cuales había ciudadanos otros países europeos) bloquearon con vallas un puerto de montaña fronterizo con Italia para impedir que pasaran inmigrantes clandestinos, que acostumbran a utilizarlo como vía de entrada en Francia. Génération Identitaire contrató incluso a dos helicópteros que sobrevolaron la zona para localizar más fácilmente a las personas que tuvieran intención de pasar. Tres miembros de la entidad fueron condenados a seis meses de prisión por aquellos hechos, pero el diciembre pasado un tribunal de apelación anuló la pena.

Nueve años de historia

Génération Identitaire se fundó en Lyon en 2012 y se dio a conocer en octubre de aquel año con su primera gran acción: decenas de militantes se subieron al tejado de una mezquita en construcción en la ciudad de Poitiers y desplegaron pancartas en las que reclamaban un referéndum sobre la inmigración y la construcción de mezquitas y se presentaban como herederos de la Reconquista. El acto acabó con cinco penas de prisión que posteriormente fueron anuladas.

Entre las acciones que ha llevado a cabo la organización desde entonces está un intento de bloqueo de la llamada Jungla de Calais (2016), la ocupación de la sede de la ONG SOS Méditerranée, dedicada al rescate de migrantes en alta mar (2018), o una protesta en una oficina de servicios sociales, donde desplegaron una pancarta en que reclamaban "dinero para los franceses y no para los extranjeros" (2019).

"Hacemos un llamamiento a la juventud para que levante la cabeza: ante la escoria, ante los que quieren controlar nuestra vida y nuestras ideas, ante la uniformización de los pueblos y de las culturas, ante la marea de la inmigración masiva, ante una escuela que nos esconde la historia de nuestro pueblo para impedir que lo queramos, ante una supuesta convivencia que se convierte en pesadilla, Génération Identitaire es la primera línea de la resistencia", dice la asociación en su web. "Estamos en guerra con todos los que quieren quitarnos las raíces y hacernos olvidar quiénes somos. Nuestro ideal es la Reconquista y la llevaremos hasta el final", añade. La asociación afirma que tiene unos 2.800 miembros, pero según los medios franceses los expertos consideran que en realidad su número de militantes se sitúa alrededor de los 800.

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