Guerra de Ucrania

¿Cuál es la fuerza nuclear de Putin y cuánto nos debería preocupar?

Rusia, junto a EE.UU., acumula casi el 90% de armas nucleares de todo el mundo

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El lanzador de misiles balísticos intercontinentales móviles Yars y un vehículo blindado Tigr-M (Tiger) durante un desfile militar del Día de la Victoria a la Plaza Roja

BarcelonaEl presidente ruso, Vladímir Putin, no ha tardado mucho en intimidar con la carta de las armas nucleares y el cuarto día de la guerra en Ucrania, el domingo 27 de febrero, ya ordenó activarlas "en modo especial de combate" por las declaraciones "agresivas" de dirigentes de países de la OTAN y las "medidas ilegítimas" que ha tomado Occidente contra su país. Y este miércoles el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha insistido: "Si acabara estallando una Tercera Guerra Mundial, implicaría el uso de armamento nuclear y esto sería destructivo". Está claro que hay armas de destrucción masiva para acabar unas cuántas veces con la civilización; ahora bien, ¿cuál es concretamente la fuerza nuclear (y de disuasión) de Rusia? "Es una potencia enorme y, junto con Estados Unidos, la que tiene mayor capacidad de destrucción", responde Xavier Bohigues, doctor en física e investigador del Centro Delàs de Estudios por la Paz en el ámbito del armamento nuclear e industria militar.

Entre las dos potencias acumulan aproximadamente el 90% de las 13.000 armas nucleares que hay en todo el mundo: Rusia actualmente tiene 6.255 cabezas nucleares y Estados Unidos 5.550, según los últimos datos publicados por el Instituto Internacional de Estudios por la Paz de Estocolmo (Sipri). Aun así, el ejército estadounidense (1.800) dispone de más cabezas nucleares desplegadas que el ruso (1.625). Es decir, tal como apunta el profesor de la Universitat Oberta de Catalunya y experto en política nuclear Daniel Rajmil, los norteamericanos cuentan con más bases nucleares operativas, un elemento determinante respecto al poder de disuasión. "En este aspecto, Estados Unidos están un poco por delante, puesto que, por ejemplo, algunas de las cabezas que Rusia tiene almacenadas puede ser que estén esperando a ser desmanteladas", dice Rajmil.

Además, la también investigadora del Centro Delàs de Estudios por la Paz en el ámbito del armamento nuclear e industria militar Teresa de Fortuny dice que es clave el hecho de que Estados Unidos tenga "bases por Europa y en Turquía, muy cerca de Rusia, que hace tiempo que se queja". Sin ir más lejos, el martes Lavrov decía que es "inaceptable" porque vulnera "los principios fundamentales del Tratado de No Proliferación Nuclear" y que "ya va siendo hora" de que las retiren.

El resto de países que tienen armas de destrucción masiva son China (350), Francia (290), el Reino Unido (225), Pakistán (165), India (156), Israel (90) y Corea del Norte, que según el Sipri tiene potencial para construir entre 40 y 50. Durante los últimos cuarenta años se ha reducido el número de armas nucleares (casi unas 60.000), pero tanto los expertos como los informes del Sipri denuncian que el arsenal se ha ido modernizando y tecnificando. "Las bombas de hoy en día tienen veinte o treinta veces más potencia que las que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki", compara Pere Vilanova, profesor de la Universitat de Barcelona y experto en geopolítica global y seguridad del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (Cidob).

En cuanto a Ucrania, no cuenta con armas nucleares y su ejército es mucho más pequeño que el ruso. Según los datos recogidos por el Sipri en 2020, el Kremlin se gastó unos 62.000 millones de euros en defensa, mientras que el presupuesto ucraniano no llegó a los 4.500 millones de euros. Rusia tenía, por ejemplo, cerca de 800 aviones de combate y entre 850.000 y 900.000 soldados y Ucrania solo unos 70 aviones y 200.000 militares.

El presidente ruso, Vladímir Putin.

"Las armas nucleares militarmente no tienen ningún sentido"

Precisamente, sin embargo, la gran capacidad de destrucción de las armas nucleares hace que sean –dice Vilanova– "el primer arma de la historia que no se puede usar". En este sentido, Rajmin dice que "si Rusia tiene en cuenta los costes y los beneficios, lo más lógico es que no utilice armas nucleares contra Ucrania". Esto no quiere decir, contrapone, que se tenga que excluir del todo su posibilidad, puesto que Putin "nos ha sorprendido para mal unas cuantas veces" y "la teoría de la disuasión dice que, paradójicamente, cuando pones armas nucleares sobre la mesa puede ser que el conflicto escale".

En todo caso, Vilanova asegura que las armas nucleares "militarmente no tienen ningún sentido" –solo como poder de disuasión y de influencia política– y que aunque Putin quisiera usarlas no podría. "Eso no depende solo de un general o de un presidente, sino de mucha más gente, y los protocolos de uso son muy y muy seguros", afirma Vilanova, que señala que "lo que nos tiene que preocupar de verdad" no son las amenazas nucleares, sino las decisiones que se toman y los pasos que se dan en la guerra convencional, como el convoy de 64 kilómetros de longitud lleno de soldados rusos que Putin ha enviado a Kiev. "La guerra no está yendo como Putin se esperaba, y esto es lo que realmente es peligroso", remarca Vilanova.

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