Crisis diplomática Marruecos-España

La justicia europea da la razón a los saharauis y tumba el acuerdo de pesca UE-Marruecos

Aún así, el Tribunal General de la UE mantiene en vigor temporalmente el pacto para evitar "graves consecuencias" para la acción exterior europea

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Pescadors feinegen en una embarcación.

BarcelonaEl Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha vuelto a dar la razón a los saharauis y ha tumbado el acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, porque Rabat no tiene soberanía sobre el territorio del Sáhara Occidental y, por lo tanto, no puede negociar en su nombre. El Frente Polisario, que reivindica la independencia de la ex colonia española, había impugnado el acuerdo alegando que Marruecos no tiene derecho a negociar sobre la explotación de los recursos pesqueros, agrícolas o mineros saharauis. La decisión afecta directamente a España, porque 93 de los 128 barcos europeos que pescan en aguas saharauis en virtud del acuerdo son españoles. La sentencia de este miércoles da la razón al Frente Polisario, que reivindica que ni Bruselas ni Rabat pueden negociar acuerdos internacionales sobre las aguas del Sáhara Occidental sin consultarlo como representante legítimo del pueblo saharaui.

Pero cabe decir que el tribunal mantiene en vigor el acuerdo durante "un cierto periodo de tiempo", como mínimo de dos meses, porque considera que anular los efectos del acuerdo de manera inmediata "podría tener graves consecuencias sobre la acción exterior de la Unión y poner en cuestión la seguridad jurídica de sus compromisos internacionales". Dos meses también son el plazo que tiene la UE para recurrir esta sentencia.

La sentencia de este miércoles del tribunal con sede en Luxemburgo, que se puede recurrir, sigue la línea de sus posicionamientos anteriores: desde el punto de vista del derecho internacional, el Sáhara Occidental no forma parte del Reino de Marruecos, de forma que Bruselas no puede negociar con Rabat un acuerdo sobre la explotación de sus recursos sin el consentimiento del pueblo saharaui. Para superar este obstáculo la Comisión Europea hizo consultas con entidades saharauis del territorio bajo ocupación marroquí, que dieron su visto bueno. El Frente Polisario, el movimiento que según la ONU es el representante legítimo del pueblo saharaui, quedó excluido de la consulta.

"El Tribunal General hace constar que el Frente Polisario cuenta con reconocimiento a nivel internacional como representante del pueblo del Sáhara Occidental, aunque este reconocimiento se inscriba en el marco limitado del proceso de autodeterminación del citado territorio. Además, su participación en este proceso implica que cuenta con la autonomía y la responsabilidad necesarias para actuar en este contexto", asegura el comunicado del tribunal, que añade que, por este mismo principio, "cabe reconocer la capacidad del Frente Polisario de recurrir ante el Tribunal General para defender el derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental".

La raíz del conflicto está en la descolonización española del Sáhara Occidental, a finales del franquismo: en 1975 España abandonó el territorio, que entonces era una provincia española, y contravino su compromiso de organizar un referéndum de autodeterminación. Marruecos lo aprovechó para invadir el Sáhara Occidental, una situación que ha llegado hasta hoy. La ONU lo considera un "territorio no autónomo sin administración". La mayoría de la población saharaui huyó a Argelia y se estableció en campos de refugiados en el desierto. En virtud de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, España cedió la administración del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania, pero esto, según el derecho internacional, no le confiere soberanía sobre el territorio ni sus recursos.

La sentencia sobre el acuerdo pesquero es uno de los factores tras la crisis migratoria que Rabat provocó en Ceuta el mayo pasado, cuando retiró la vigilancia de las fronteras del enclave español norteño de Marruecos, al cual accedieron miles de marroquíes, de los cuales muchos menores de edad. Aunque Marruecos se refirió solo a la acogida humanitaria de Brahim Ghali, líder del Polisario, enfermo de covid-19, en un hospital de Logroño, la carta migratoria servía para presionar a la UE. España y la UE han externalizado el control de su frontera sur en Marruecos, que utiliza esta clave siempre que lo necesita para defender sus intereses de estado.

Por todo esto también es de prever que la decisión del TGUE abra una nueva crisis entre la UE y Marruecos, o más bien un nuevo capítulo en una relación ya compleja. Cuando la justicia europea se había pronunciado en esta dirección anteriormente (por ejemplo en 2016), Marruecos había cortado relaciones con la Unión, cosa que acabó repercutiendo en el ámbito migratorio. Ahora, esta sentencia llega con la crisis de Ceuta reciente y complica todavía más las ya tensas relaciones entre Bruselas y Rabat.

Con las sentencias del tribunal de Luxemburgo en la mano, el Polisario puede presionar a las empresas europeas que explotan recursos en el Sáhara con el visto bueno de Rabat. 25 empresas españolas extraen recursos del Sáhara Occidental: 18 del sector pesquero, una de cultivo de ostras, tres constructoras, dos energéticas y la compañía aérea canaria Binter, según el último informe del Centro de Estudios Franco-saharauis Ahmed Baba Miske.

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