Macron y Biden se abrazan y cierran la crisis por los submarinos

El presidente francés acepta las disculpas del norteamericano y subraya que hay que “mirar hacia delante”

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Joe Biden y Emmanuel Macron durante el encuentro de este viernes a Roma.

ParieraSonrisas, un golpe amistoso en el hombro y un apretón de manos de manos más simbólico que nunca. Un mes y medio después de estallar la crisis de los submarinos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo norteamericano, Joe Biden, han firmado la paz este viernes y han cerrado la crisis diplomática más grave que ha habido entre París y Washington en los últimos años. Macron y Biden se han dejado fotografiar mientras se daban la mano en Roma –donde este sábado empieza la cumbre del G-20– en su primer encuentro frente a frente desde el 15 de septiembre, cuando Australia anunció que rompía el contrato que cinco años atrás había firmado con la empresa francesa Naval Group para la construcción de doce submarinos convencionales por valor de 56.000 millones de euros. “Tenemos que mirar hacia delante”, resumía Macron después de una reunión de una hora y media.

El presidente de la República ha dado por buenas las disculpas de Biden. El inquilino de la Casa Blanca ha admitido ante Macron que los Estados Unidos han sido “torpes” en la cuestión de los submarinos y ha destacado que Francia es un aliado de un “valor extremo”. “Lo que hemos hecho ha sido torpe y lo hemos hecho con poca elegancia”, reconocía el presidente de los EE.UU., según han explicado fuentes del Elíseo citadas por la prensa francesa. El jefe del estado francés ha sido menos entusiasta –la situación lo impone–, pero también ha admitido que ha habido un acercamiento que supone el inicio del camino para volver a la normalidad diplomática. Macron ha destacado que hay “decisiones extremadamente concretas” sobre iniciativas comunes en materia de clima, innovación o defensa que suponen “el inicio de un proceso de confianza”.  

La crisis estalló cuando los Estados Unidos, Australia y el Reino Unido anunciaron una alianza estratégica en el Pacífico-Índico para frenar la expansión de China en la región. Una de las consecuencias colaterales del acuerdo fue la rotura del contrato de los submarinos, que provocó la ira de Francia. Los EE.UU. jugaron un papel clave: presionaron a Canberra para que diera marcha atrás con el contrato francés y, a cambio, firmara uno nuevo con los Estados Unidos, que venderá a Australia submarinos más potentes, de propulsión nuclear. 

El resultado, más allá del jarrón de agua fría a la industria aeronáutica francesa, políticamente fue casi una humillación para Francia, un puñetazo directo al estómago. Sobre todo porque Macron hacía tiempo que había puesto en marcha su maquinaria diplomática para tener un papel relevante en el Pacífico, donde Francia tiene intereses estratégicos porque hay regiones de ultramar donde viven un millón y medio de franceses. El acuerdo entre tres países sin contar ni con París ni con la UE suponía dejar a Francia fuera de juego.

Liderazgo europeo

Macron y Biden todavía no se habían visto, pero sí que habían mantenido dos conversaciones telefónicas para rebajar la tensión. Un mes después, las aguas parecen más calmadas y el presidente de la República ha decidido cerrar la crisis de los submarinos. Emmanuel Macron acostumbra a ser pragmático: ahora tiene otras ambiciones más inmediatas, que pasan por tener un papel más relevante en política exterior, reafirmar su liderazgo europeo y erigirse como interlocutor de la UE con actores transatlánticos como los EE.UU..

No es ningún secreto. Macron planea fortalecer su liderazgo del club de los Veintisiete, sobre todo ahora que la salida de la canciller Angela Merkel del gobierno alemán le facilita que el presidente francés tenga más peso en la escena europea e internacional. El presidente de Francia también se verá favorecido a la hora de asumir un papel más importante en Bruselas por el hecho que Francia presidirá la UE durante el primer semestre de 2022. El viento sopla a su favor y es evidente que no dejará escapar una oportunidad como esta.

El presidente de Francia también aprovechará la reunión del G-20 para encontrarse con el primer ministro británico, Boris Johnson, durante el fin de semana. El encuentro con Johnson, sin embargo, se prevé más tenso que con Biden por el enfrentamiento entre París y Londres por las licencias de pesca en el canal de la Mancha. El Reino Unido no ha cumplido con los acuerdos de Brexit en materia de pesca y París aplicará sanciones a partir de martes. 

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