Las obras de Picasso, Van Gogh y Monet que no pueden volver de París a Rusia

Las pinturas, expuestas en París, tienen que ser devueltas a museos rusos, pero la guerra de Ucrania lo complica

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Instalación de la exposición de arte contemporáneo en la Fundación  LVMH (Moët Hennessy Louis Vuitton) de la Colección Morozov

ParísCuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, inauguró la exposición La colección Morozov en septiembre del año pasado nada hacía presagiar que meses después estallaría la guerra en Ucrania. Semanas antes de exponerse en el impresionante edificio de la Fundación Louis Vuitton de París, las 200 obras de arte moderno e impresionista que forman parte de la muestra –de Picasso, Van Gogh, Matisse, Manet, Renoir, Cézanne, Gauguin, Lautrec, Maillol, entre otros– viajaron a Francia desde Rusia sin problemas. Todas las obras, que a finales del siglo XIX y principios del XX adquirieron los hermanos rusos Mijaíl e Iván Abramovich, proceden del Museo del Hermitage de San Petersburgo y de dos museos de Moscú, el de Bellas Artes Pushkin y la galería nacional Trétiakov.

La exposición la han visitado más de un millón de personas y este domingo cerró sus puertas después de haberse prorrogado seis semanas, pero no está claro qué pasará ahora con las obras. Habría que volver a Rusia, pero la guerra y las sanciones, que han provocado la suspensión de los vuelos entre Europa y Rusia así como las dificultades para acceder al país por carretera, hacen que hoy por hoy sea una tarea complicada. "No es ningún secreto que hay problemas [para devolver las obras a Rusia] con la situación actual y las medidas drásticas que se han tomado", admitía el embajador ruso en París, Aleksei Meshkov, hace unos días en una rueda de prensa.

El ataque de Rusia contra Ucrania no provocó la suspensión de la exposición, pero, según la prensa francesa, creó cierta incomodidad en la Fundación Louis Vuitton. De hecho, el libro de visitas está lleno de referencias a la guerra y de críticas al presidente ruso. Se puede leer "No a la guerra" o frases como "Una exposición mucho mejor de lo que es Putin". Otra visitante propone a la Fundación que destine a los refugiados ucranianos el dinero que se ha recogido con las entradas desde el inicio de la invasión rusa, mientras que otra persona pide que las obras no se vayan de Francia: "Las pinturas se deben quedar aquí y no volver a una Rusia manchada de sangre".

Ley contra el secuestro de obras de arte

De hecho, algunas voces en Francia reclaman que se apliquen las sanciones y que las obras no se devuelvan –alguna de ellas es propiedad de uno de los oligarcas rusos sancionados por la Unión Europea–, pero la Fundación Louis Vuitton rechaza de lleno esta posibilidad. "Las obras se devolverán", aseguran con contundencia fuentes de la Fundación consultadas por el ARA. "De eso no hay ninguna duda", añaden. Una ley referente a las obras de arte prestadas en Francia por museos o instituciones extranjeras garantiza que no exista una "inapropiación". En otras palabras, no existen sanciones posibles que permitan al gobierno francés secuestrar obras de arte rusas.

El museo francés rechaza comentar cómo y cuándo serán devueltas, pero un alto cargo de la marca de lujo LVMH, propietaria de la Fundación, admitía hace pocos días al diario Le Figaro que probablemente habrá que esperar a que acabe la guerra "si las condiciones para que las obras viajen con seguridad son insuficientes". Expertos en arte citados por la prensa francesa advertían también de que, con la situación actual, será difícil que ninguna aseguradora se avenga a asegurar las obras para su regreso a Rusia. Mientras no puedan viajar, el lugar donde quedarán custodiadas joyas del impresionismo o el cubismo –como Los dos saltimbanquis de Picasso, La ronda de los presos de Van Gogh o El retrato de Jeanne Samary de Renoir–, valoradas en millones de euros, es un secreto.

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