Invasión de Afganistán

El soldado más condecorado (y mediático) de Australia, señalado por crímenes de guerra en Afganistán

Un juez da la razón a tres diarios y considera demostrado que el militar asesinó a prisioneros y civiles indefensos

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El distinguido veterano de guerra australiano Ben Roberts-Smith, que ha recibido Victoria Cross Australia, se pone la mano sobre su corazón en un acto para conmemorar los soldados australianos y neozelandeses , el 25 de abril de 2015

LondresConmoción en Australia. El soldado vivo más condecorado de la historia de las fuerzas armadas, Ben Roberts-Smith, de 44 años, ha visto desestimada una demanda por difamación con la que pretendía defenderse, y sacar rédito económico, por la publicación de seis artículos periodísticos en diferentes diarios del país en los que había sido acusado de haber cometido crímenes de guerra mientras servía en Afganistán.

El juez del caso, Anthony Besanko, no solo ha rehusado la acusación presentada por Roberts-Smith, sino que ha establecido la verdad sustancial del caso: que Roberts-Smith había participado en el asesinato ilegal de prisioneros y civiles afganos desarmados.

El exsoldado de las fuerzas especiales, que no ha asistido a la lectura sumarial de la sentencia –estaba en Bali–, que ha tenido lugar este jueves por la tarde, hora local de Sidney, está considerado en el país como un verdadero héroe de guerra. El cabo recibió la Cruz Victoria de Australia en enero de 2011 por las acciones tomadas durante una operación en Afganistán en junio de 2010, cuando mató a tres insurgentes que atacaron a su patrulla.

Confidencias con Isabel II

El prestigio del militar en Australia era tan grande que el año pasado el Palacio de Buckingham lo invitó al entierro de la reina. La factura del gasto originado por el desplazamiento fue a cargo, finalmente, de los contribuyentes australianos.

En 2011 fue recibido por Isabel II. Durante la audiencia, y de acuerdo con el relato que dio a The Courier Mail, diario editado en Brisbane, la monarca le pidió "detalles íntimos de la guerra de la Afganistán". Es casi seguro que no le explicó lo que el juez Anthony Besanko ha dado por demostrado. Entre otros, que precipitó a patadas a un agricultor desarmado por un acantilado o que instó a un soldado novel a cometer un asesinato a sangre fría.

Roberts-Smith describió a la reina como "encantadora". Y explicó: "Vam hablar principalmente del Afganistán y, obviamente, [fue] una gran oportunidad para mí para explicarle qué hicieron todos los otros de mi patrulla aquel día".

De héroe a criminal

Una investigación militar llevada a cabo el 2020 consideró "creíble" que las fuerzas especiales australianas podrían haber matado ilegalmente a 39 civiles y prisioneros afganos. Antes, en 2018, los diarios The Age , The Sydney Morning Herald y The Canberra Times publicaron los mencionados seis artículos alegando que Roberts-Smith era cómplice de los asesinatos de al menos seis prisioneros desarmados, y que había intimidado y asediado a sus brothers in arms para que mataran a un civil y había agredido a su examante.

La demanda de Ben Roberts-Smith se sustentaba en el hecho de que "la publicación de los reportajes" le habían arruinado la vida. Y si bien los diarios no demostraron todas las acusaciones, el juez sí que ha considerado que habían probado algunos de los hechos. La demanda, de tipo civil, no constituye una sentencia penal contra Roberts-Smith, que para hacer frente a los gastos del procedimiento –unos 16 millones de euros– ha contado con el apoyo del empresario y magnate de la televisión comercial Kerry Stokes, que contrató a Roberts-Smith cuando dejó el ejército. La reacción en Australia a raíz del dictamen del juez ha sido enorme, con los informativos de la noche abriendo con la noticia de que un héroe de guerra es, también, un criminal de guerra.

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