Internacional

La indignación por la masacre de Gaza se desata en los países de Oriente Próximo

Las manifestaciones en apoyo a los palestinos suponen un reto político para los gobiernos de la zona y para Occidente

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Manifestación pro-palestina en Líbano.

El CairoDe Túnez a Irán y de Egipto a Turquía, miles de personas volvieron a salir a la calle ayer y hoy por la noche en Oriente Próximo y el norte de África para mostrar la solidaridad con el pueblo palestino y hacer notar la rabia que generan en la región los crímenes de Israel en Gaza. La chispa que hizo estallar la última demostración de indignación colectiva fue el ataque contra el Hospital Al-Ahli de la ciudad de Gaza el martes por la tarde, que ha causado ya 471 muertos y en la región se atribuye sin dudas al ejército israelí, que lo ha negado.

Uno de los primeros lugares donde estalló la protesta, en cuanto trascendió la noticia del ataque al hospital, fue en la Cisjordania ocupada, que también ha sido cerrada por Israel tras el ataque de Hamás en territorio israelí del 7 de octubre. En este caso, el enfado y la frustración se dirigieron sobre todo hacia la Autoridad Palestina y su presidente, Mahmud Abbas, sin influencia en Gaza y considerados por muchos palestinos aliados corruptos y despóticos de la ocupación de Israel. Las manifestaciones se produjeron en varias ciudades y fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad locales al menos en Ramala, la sede de la AP, y en Jenín, donde mataron a una joven manifestante, según la cadena Al Jazeera.

En Jordania, donde cerca de la mitad de la población es de origen palestino, grupos de manifestantes intentaron asaltar varias veces la embajada de Israel en la capital, Ammán, durante la noche del martes y el miércoles, pero la policía les va poder contener, según muestran imágenes difundidas en las redes sociales. En Beirut, la capital de Líbano, cientos de personas se manifestaron el martes por la noche ante las embajadas de Estados Unidos y Francia, donde también se registraron fuertes disturbios y choques con la policía, según medios locales.

Semejantes escenas se vivieron ante las embajadas del Reino Unido y de Francia en Teherán, la capital de Irán. Y en Turquía se produjeron igualmente protestas ante la embajada de Israel en Ankara, la capital del país, y de su consulado en Estambul, aunque pudieron ser contenidas por la policía. Las manifestaciones más masivas han tenido lugar en varias ciudades de Túnez, incluida la capital, Túnez, este miércoles.

En Egipto, pese a que las manifestaciones están prohibidas, se han producido este miércoles varias protestas, protagonizadas sobre todo por estudiantes y grupos profesionales, como la que se ha organizado ante el sindicato de periodistas de El Cairo. En otros países como Irak, Marruecos, Libia y Yemen también ha habido manifestaciones solidarias con Palestina.

Un equilibrio cada vez más difícil

Esta última ola de movilizaciones se suma a las importantes manifestaciones que ya se han producido en los últimos días, a raíz de la ofensiva israelí sobre Gaza, especialmente multitudinarias en Irak y Yemen. Unas movilizaciones que suponen un reto político creciente para muchos gobiernos, tanto de la región como de Occidente.

Egipto y Jordania, pese a ser los socios más antiguos de Israel en la zona, no han sido capaces de frenar la escalada de violencia por la vía diplomática. Y ahora ambos países se ven obligados a mantener un equilibrio cada día más difícil entre su relación con Tel Aviv y Occidente y un amplio apoyo popular a la causa palestina, que temen que se les acabe girando en su contra.

Fruto de este equilibrio difícil, Jordania decidió anular, pocas horas después del ataque al hospital de Gaza, una cumbre prevista para el miércoles en Ammán a la que debía asistir el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y sus homólogos jordano, egipcio y palestino.

La ofensiva de Israel en Gaza coloca en una posición igualmente incómoda a los países que han restablecido o normalizado relaciones con Tel Aviv en los últimos años, como Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. Si bien Estados Unidos consideraba que los acuerdos abrirían una nueva era en Oriente Próximo, el apoyo social a la causa palestina sigue siendo mayoritario.

La actual crisis muy probablemente frenará la normalización entre Israel y Arabia Saudí, que antes de esa escalada se consideraba sólo cuestión de tiempo y era uno de los grandes objetivos de Washington en la región. Los gobiernos de este bloque de países, de hecho, han responsabilizado sólo a Israel del bombardeo en el hospital de Gaza.

Por otra parte, el apoyo incondicional ofrecido a Israel por Estados Unidos y por la Unión Europea, sobre todo los primeros compases de la ofensiva militar en Gaza, también ha generado un gran malestar y una profunda fractura emocional en muchos ciudadanos de la zona, que consideran Washington y Bruselas cómplices de las acciones y crímenes de Tel-Aviv.

En esta línea, el sentimiento de que los gobiernos occidentales deshumanizan al pueblo palestino, se muestran indiferentes ante su sufrimiento y adoptan una doble moral respecto a otros conflictos como el de Ucrania se ha extendido rápidamente, tal y como ilustran las redes sociales .

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