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Israel bombardea Rafah y libera a dos rehenes

El ejército israelí prepara la invasión del último enclave en el sur de Gaza, donde se ha refugiado la mitad de la población de la Franja

ARA
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Dos hombres con el cuerpo de una criatura muerta en un bombardeo israelí en Rafah este fin de semana.

BarcelonaIsrael ha bombardeado esta noche la ciudad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, donde ha dejado decenas de heridos (50 según fuentes hospitalarias y 100 segundos AFP), y ha logrado liberar a dos rehenes secuestrados por Hamás desde el 7 de octubre. El ejército los ha identificado como Fernando Simon Marmar (60) y Louis Har (70), y dice que están en buen estado de salud tras la operación de rescate, que ha tenido la "cobertura aérea" de los bombardeos. "Se trata de una de las operaciones de rescate más exitosas en la historia del Estado de Israel", ha ha afirmado poco después el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en una visita a la unidad especial que había llevado a cabo la operación.

Desde el inicio de la invasión israelí de Gaza, hace 4 meses, Israel ha logrado liberar solo a tres de los casi 250 rehenes secuestrados por Hamás y ha dado por muertos a 31. Durante la tregua temporal de finales de noviembre se liberó a 105 rehenes, que se sumaban a los seis que había liberado Hamás de forma unilateral en los primeros días. Así pues, todavía quedan 130 rehenes retenidos en la Franja, de los cuales una treintena se calcula que están muertos. Según el ministerio de Salud de Gaza, en las últimas 24 horas Israel ha matado a 117 palestinos en Gaza, que elevan el balance desde el 7 de octubre a 28.064 muertos (12.000 de ellos menores), más de 67.000 heridos y más de 8.000 desaparecidos.

Netanyahu ha visitado la unidad Yamán de la Policía de Fronteras de Israel, que ha participado en el operativo de rescate junto a tropas del ejército israelí y agentes del Shin Bet. "Hace unos días me llevaron la operación para su aprobación y la aprobé. Unas horas más tarde pensé en tres cosas: en la santidad de la misión, en los riesgos frente a las posibilidades y en tercer lugar pensé en vosotros, los guerreros", ha dicho directamente a los soldados el primer ministro, que había seguido la operación desde la sala de guerra del Shin Bet. En la publicitada visita para felicitar a los artífices de la operación, Netanyahu iba acompañado del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, representante de la extrema derecha colona dentro del gobierno, contraria a cualquier negociación con Hamás.

Los dos liberados este lunes habían sido secuestrados en el kibutz Nir Yitzhak el 7 de octubre. Esta es la segunda operación de rescate que acaba bien, después de que se consiguiera recuperar con vida a la soldado Ori Megidish a finales de octubre. Otros intentos han terminado mal, e incluso tres rehenes que habían logrado escapar por su cuenta murieron a tiros de soldados israelíes pese a que llevaban una bandera blanca y pedían ayuda en hebreo, en una polémica operación el 15 de diciembre.

La operación de rescate de este lunes se ha llevado a cabo con el apoyo de "una intensa potencia de fuego" de la fuerza aérea israelí, tal y como ha reconocido el portavoz del ejército, Daniel Hagari. Además de las víctimas mortales, el bombardeo ha destruido también la mezquita Al Hudda de Rafah. Su imán, Hasan Abu Hamed, afirmaba este lunes que la destrucción del templo es una muestra de que "la guerra de Israel es contra el islam“. "La destrucción de más de 1.000 mezquitas es un mensaje claro de que esta guerra es una guerra religiosa, es una guerra contra el islam", ha afirmado a Efe. Según Abu Ahmed, la mezquita había sido construida en 1952, tenía una extensión de 1.200 metros cuadrados y capacidad para 1.500 creyentes.

Fernando Simon Marman y Louis Har.

Una evacuación imposible

El viernes Netanyahu ordenó una imposible evacuación de Rafah, donde se concentran 1,4 millones de palestinos, la mitad de la población de Gaza, la mayoría desplazados por orden del ejército israelí en estos cuatro meses de bombardeos sistemáticos que han reducido el resto de la Franja a escombros. Los ataques de este fin de semana preparan el terreno para una invasión terrestre, que podría forzar un éxodo hacia Egipto y un desastre humanitario de proporciones aún más graves que el que lleva semanas viviendo Gaza. Y una segunda Nakba, la "catástrofe" que sufrieron en 1948 cientos de miles de palestinos desplazados por la fuerza cuando se proclamó el Estado de Israel. Todas las grandes agencias humanitarias han alertado de que el impacto sobre los civiles de una invasión terrestre de Rafah sería catastrófico. Hamás ha condenado los ataques como "una continuación de la guerra genocida y del intento de desplazamiento forzado" contra el pueblo palestino y ha calificado al ejército israelí de "nazi". Por su parte, un portavoz del gobierno israelí ha dicho que su ofensiva en Gaza ha reducido a la mitad la fuerza de combate de Hamás con la muerte de 12.000 combatientes armados y un gran número de heridos o capturados.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, habló el domingo por teléfono con Netanyahu para advertirle de que no lance la ofensiva sobre Rafah si no tiene un plan "creíble y ejecutable" para proteger a los civiles. Un plan imposible, con toda la franja de Gaza prácticamente arrasada, que pone en el punto de mira a Egipto, el país vecino, que ya ha dicho que no puede ni quiere hacerse cargo de los palestinos de Gaza. Varias informaciones apuntan a que el régimen del exmariscal Abdel Fatah al Sisi ha desplegado tanques en el Sinaí para evitar una entrada masiva de palestinos en la zona. En una entrevista en la cadena estadounidense Fox News, el primer ministro israelí ha declarado que "queda mucho sitio" en el norte de Rafah y que "es allí" donde los dirigirán, sin especificar en qué lugar dentro de Gaza podrían ser evacuados los palestinos que ahora se han refugiado en Rafah.

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