El barco de Open Arms descarga las primeras toneladas de ayuda humanitaria por mar en Gaza

Netanyahu aprueba el plan del ejército para una incursión militar en Rafah

ARA
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El Open Arms, con la carga humanitaria, llegando a la costa de Gaza este viernes

BarcelonaEl barco de la ONG catalana Open Arms ha llegado este viernes a la costa de Gaza, cargado con unas 200 toneladas de alimentos, que ya se han descargado y que se distribuirán en el norte del enclave palestino. El barco salió el martes del puerto chipriota de Lárnaca hacia la Franja, en una misión conjunta con la organización World Central Kitchen del chef José Andrés. Va cargado de harina, arroz, lentejas, garbanzos, atún y otros alimentos básicos, que se convertirán en un millón de comidas, según detalló Open Arms.

Según el ejército israelí, la carga se ha trasladado con 12 camiones de World Central Kitchen, después de que el barco y las mercancías fueran sometidos "a una exhaustiva inspección de seguridad".

El éxito de la operación servirá para medir las posibilidades de abrir el corredor anunciado por Estados Unidos y la Unión Europea la semana pasada para intentar paliar la grave carencia de productos básicos en el enclave palestino.

Los civiles de la Franja necesitan desesperadamente la llegada de ayuda humanitaria, después de más de cinco meses de guerra en los que se ha reducido el enclave a escombros y durante los cuales Israel ha limitado al mínimo la llegada de productos básicos. Desde hace unas semanas, parte de la ayuda humanitaria se está haciendo llegar por aire con paracaídas, un método que se ha demostrado poco efectivo y peligroso. La semana pasada al menos cinco personas murieron cuando les impactó un palito atado a un paracaídas que no se abrió.

Este jueves al menos 29 personas fallecieron y un centenar resultaron heridas en dos ataques del ejército israelí contra multitudes de personas que recogían ayuda humanitaria, según fuentes del gobierno de la Franja, aunque Israel lo ha negado. Al día siguiente de que el portavoz militar israelí dijera que su país "inundará" a Gaza de ayuda humanitaria, en respuesta a los llamamientos de la comunidad internacional por la situación de hambre grave en el enclave palestino, soldados israelíes volvieron a abrir fuego contra la gente que recogía esa ayuda. El 26 de febrero ya se había producido una situación similar, cuando los soldados dispararon contra un grupo de personas que rodeaban a un camión que repartía alimentos y mataron a 112 personas, según el balance de las autoridades palestinas.

Mientras tanto, las probabilidades de que haya un alto el fuego inminente son todavía muy bajas. Hamás hizo pública este viernes su última propuesta, la primera en un mes, que Israel ya ha rechazado, argumentando que las demandas que plantea "no son realistas". El grupo islamista proponía una tregua en dos fases: en la primera quedarían libres todas las mujeres, criaturas, enfermos y mayores entre los rehenes israelíes todavía secuestrados, a cambio de entre 700 y 1.000 prisioneros palestinos. Además, también liberarían a las mujeres soldado cautivas a cambio de un centenar de presos palestinos "en cadena perpetua". La puesta en libertad de "todos los presos" en ambos lados se produciría en una segunda fase, tras la retirada de las tropas israelíes de la Franja.

Operación militar en Rafah

Las negociaciones volvieron a fracasar esta semana, la primera del Ramadán. Pero Washington y los mediadores árabes (Egipto y Qatar) siguen presionando para llegar a un entendimiento entre Israel y Hamás. Pese a rechazar la última contraoferta del grupo palestino, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado que una delegación viajará a Doha para continuar las conversaciones sobre la liberación de rehenes.

Pero en el mismo comunicado, ha informado de que Netanyahu ha aprobado el plan de las fuerzas armadas para llevar a cabo la anunciada operación militar en Rafah y ha añadido que el ejército se está preparando para empezar la evacuación de civiles . En esta ciudad del sur de la Franja, la única que no ha sido asaltada por el suelo, viven unos 2,3 millones de personas, de las que 1,7 millones son palestinos que se han desplazado en busca de refugio . El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ya avisó de que si los rehenes no eran liberados antes, la incursión militar se haría en marzo, coincidiendo con lo sagrado para los musulmanes.

Gantz dijo que la invasión se haría de forma coordinada con Estados Unidos y conEgipto, que ya se prepara para un más que posible éxodo de palestinosy se comprometió a facilitar la evacuación de civiles. Pero no hay lugar seguro dentro de la franja de Gaza, por lo que la única salida sería Egipto, donde el régimen prepara ya un gran campo de concentración para cerrar los posibles evacuados.

Gaza afronta una situación humanitaria desesperada tras cinco meses de guerra, en la que el ejército israelí ha lanzado 30.000 bombas en un territorio de 42 km de largo por 10 de ancho en el que viven 2,4 millones de personas. Se calcula que más de 31.000 personas han fallecido desde el inicio de la guerra, más de la mitad de las cuales serían niños.

Críticas desde Washington

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha insistido este viernes en que Washington no apoya una incursión militar en Rafah salvo que Israel aporte un plan "claro e implementable" que incluya la evacuación segura de civiles, algo que ha dicho que Tel-Aviv todavía no ha hecho.

Además, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha expresado su aprobación al discurso del jueves del líder de la mayoría demócrata en el senado, Chuck Schumer, quien pidió a la cámara baja estadounidense la dimisión de Netanyahu y la convocatoria de elecciones en Israel. "Netanyahu ya no encaja con las necesidades de Israel. Los israelíes deben debatir sobre el futuro de su país tras los ataques del 7 de octubre", afirmó. Schumer, judío, también pidió la dimisión de Mahmud Abbas, el líder de la Autoridad Nacional Palestina, para que pueda haber "una mínima esperanza para la paz".

"Pronunció un buen discurso y creo que expresó una seria preocupación compartida por muchos estadounidenses", ha dicho Biden, quien ha confirmado que Schumer había informado previamente a la Casa Blanca de que haría este discurso en el pleno del Senado.

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